♧ The Great War | Charles Leclerc / Oscar Piastri ♧

II ♧ Te necesito

-Es un gusto tenerte aquí, Leclerc.-sonrió Fred al verme entrar.

-Gracias, Fred.-sonreí de vuelta.-Es bueno volver.

Fijo mi mirada en el monoplaza de Charles. Mientras avanzo, algunos miembros del equipo me saludan y yo les regreso el saludo con la mano. Cuando sus ojos me encuentran, una enorme sonrisa se dibuja en su cara y se acerca.

-¡Viniste!-exclamó contento.

-Te prometí que estaría aquí.-respondo y le planto un rápido beso en sus labios.-¿Qué tal las prácticas?

-Este auto es un asco.-susurró en mi oído.-Pero al menos salgo tercero. La qualy no fue tan mala.

-Lo vi. Se que lo harás genial. Te amo, Charlie.-aseguro mientras acaricio su mejilla.

Me da un último beso y se aleja. Aún no quiero subir al paddock así que me quedo un par de minutos viéndolo prepararse. Un par de recuerdos de cuando acomodaba su casco en los karts pasa por mi cabeza y suspiro al pensar lo lejos que hemos llegado.

Veo pasar a Carlos, el compañero de Charles. Este entra saludando y me dirige una sonrisa breve y fría. Nunca había compartido con él ni Charles nos había presentado antes, así que aproveché la ocasión para hablarle.

-Hola.-saludo sonriente.-Tú eres Carlos, ¿cierto?

-Si, mucho gusto.-responde fríamente.

-Soy Calíope Leclerc, la esposa de Charles.-le extiendo la mano, pensando que al saber quién era, su actitud cambiaría.-Puedes llamarme Callie.

-Hola, Calíope.-suelta sin interés y sin siquiera estrechar mi mano. Vaya hijo de puta.

Sigue su camino desinteresadamente y no puedo evitar sentirme estúpida. Nunca había intentado acercarme a él y el primer día que trato de ser amigable, me trata como si fuese un florero más. Ruedo los ojos y uno de los mecánicos suelta una pequeña risa.

-Disculpalo. No está teniendo un buen fin de semana.-se encogió de hombros.

-Es lo que me gano por tratar de ser amigable.-espeto con una risa irónica.

Regreso al paddock y me dispongo a ver la carrera. Cierro los ojos y le envío toda la suerte del mundo a Charles. Escucho mi móvil sonar pero lo ignoro al ver que eran mensajes de Tom.

-¿Callie?

Volteo y me encuentro a Hanna con una bebida en la mano. Corro hacia ella y la abrazo fuertemente.

-Hanna.-suspiro.-¿Qué haces aquí?

-Vine con Seb a ver a los chicos.-sonrió.-Es bueno verte aquí, tenía meses de no verte.

-Si, sabes que el trabajo me mantiene un poco ocupada.-me encogí de hombros.-¿Dónde está Seb?

-Creo que fue al box de Red Bull, pero preguntó por ti. ¿Tú cómo estás?

-Realmente extraño a Seb.-hice un puchero.-Y a ti, como no tienes idea. Yo estoy bien, ¿Qué tal tú, Seb, los niños?

-Oh, preciosa.-me abrazó.-Tienes que venir a apoyar a Charles más seguido.-sentenció.-Pensé que a estas alturas estarías en Ferrari también. Pero yo estoy bien, en realidad estamos disfrutando mucho en familia.

-Me han ofrecido, pero creo que lo mejor para nuestro matrimonio sería no trabajar juntos.-ambas reímos.-Pero McLaren me hizo una oferta hace unos meses y estoy pensando tomarla. Para dirigir su equipo de publicidad.

-Deberías.-aconsejó con una tierna sonrisa.-Eres talentosa y muy inteligente, se que lo harás genial. Y tienes que pensar también en los niños.-levantó una ceja.