♧ The Great War | Charles Leclerc / Oscar Piastri ♧

LI ♧ Mi chica

La mudanza a mi nuevo apartamento en Woking marcaba el inicio de una nueva etapa en mi vida. Después de instalarme en el lugar, a apenas diez minutos del McLaren Technology Center, la sensación de estar en un espacio propio me envolvió con una frescura revitalizante. Lando, Oscar y Chloe, con su amabilidad y disposición, hicieron que el proceso fuera más llevadero, convirtiendo la mudanza en una experiencia compartida llena de risas y buenos momentos.

Caminar por las estancias vacías me inundó con una mezcla de emociones. Era mi primera vez viviendo sola, un nuevo capítulo después de haber dejado la casa de Sandrine para mudarme con Charles en su momento. Este cambio, aunque representaba un reto, también traía consigo una emoción revitalizante y una sensación de libertad reconfortante.

Las expectativas eran grandes. Este nuevo lugar no solo significaba independencia, sino también la oportunidad de trazar mi propio camino, de encontrar la tranquilidad y el espacio necesario para reflexionar y crecer tanto en lo personal como en lo profesional. Era un lienzo en blanco, un espacio que esperaba llenar con nuevas vivencias, aprendizajes y recuerdos por construir. Era el comienzo de una nueva etapa, una oportunidad de reinventarme y descubrir nuevas facetas de mí misma.

Manuele había tomado la decisión de instalarse en Mónaco para acelerar el proceso de divorcio. Su determinación y enfoque en resolver este asunto lo más pronto posible se debían a mi deseo ferviente de cerrar este capítulo antes de que la temporada diera inicio.

Su presencia en el principado representaba un compromiso tangible para agilizar todo el papeleo necesario. La idea de dejar atrás esa etapa de mi vida y poder concentrarme completamente en mi trabajo y en la nueva etapa que estaba comenzando era una prioridad para mí. Él comprendía la urgencia de la situación y se había comprometido a trabajar sin descanso para llevar a cabo el proceso legal lo más rápido y eficientemente posible.

Con determinación y una sensación de expectativa, salí de mi nuevo hogar hacia la oficina. Al ingresar, las miradas de los presentes se dirigieron hacia mí. No era sorprendente, mi presencia parecía despertar cierta curiosidad, quizás debido a la mudanza reciente o a los cambios que se estaban llevando a cabo en mi vida. Decidí mantener la cabeza en alto, siguiendo mi camino con paso firme hacia mi oficina, consciente de que un día lleno de tareas y responsabilidades me esperaba.

Mientras me disponía a sumergirme en mis labores, un mensaje en mi teléfono llamó mi atención. Era Zak, solicitándome una reunión en su oficina. Aquella invitación inesperada añadía un elemento de intriga al día ya de por sí ocupado. Con curiosidad y un sentido de anticipación, me dirigí hacia su oficina, preguntándome qué podía ser tan urgente como para interrumpir mi agenda planeada.

Con un paso seguro, ingresé, solo para encontrarme con su presencia expectante en mi escritorio. Intercambiamos saludos cordiales y, como de costumbre, la primera pregunta fue un gesto de cortesía. Nos sentamos, y entre las formalidades iniciales, la conversación se desvió hacia el ámbito laboral: informes, proyectos y planes a futuro. Sin embargo, la dinámica cambió cuando el americano me mostró una captura de pantalla de Deuxmoi, un sitio de chismes bastante reconocido, donde se insinuaba que Oscar y yo manteníamos una relación.

La sorpresa se reflejó en mi rostro al contemplar esa imagen inesperada. Aunque estaba acostumbrada a los rumores que rodeaban la vida de las personas en el ojo público, ver mi nombre fue desconcertante.

-¿Has visto esto, Callie?-preguntó Zak, indicando la pantalla con cierta seriedad.

Una mezcla de sorpresa y desconcierto se apoderó de mí mientras observaba la imagen en la pantalla. Traté de mantener la compostura, aunque mi mente daba vueltas ante esa situación inesperada. Era como si un vendaval de rumores y especulaciones hubiera irrumpido en mi rutina laboral, sacudiendo la tranquilidad que esperaba encontrar en la oficina.