♧ The Great War | Charles Leclerc / Oscar Piastri ♧

XCVIII ♧ Revólver

♧ Oscar Piastri ♧
Aproximadamente 3 meses atrás...

Entré en la habitación de Callie, esperando encontrar un poco de orden en medio del caos. Sin embargo, me sorprendió ver que sus cosas ya estaban empacadas. Callie siempre fue organizada, pero durante eventos importantes, su habitación solía ser un reflejo del caos creativo que la rodeaba.

Alcancé la maleta dispuesto a ayudar, pero algo llamó mi atención. Justo encima de esta, vi la portada de una revista. Ahí estaban Callie y Charles, capturados en la gala de ayer. Estaban juntos, más cercanos que nunca. Estaban bailando, con la mirada fija en el otro. Ambos se veían tan elegantes; parecía la escena de un cuento de hadas.

Un nudo se formó en mi estómago mientras contemplaba la imagen. La realidad de su situación empezaba a hundirse en mí, y aunque quería ser fuerte para Callie, sentí un peso en mi pecho. Esa imagen dejaba claro que su vida, por más que intentara negarlo, seguía estando vinculada a Charles de una forma profunda.

¿Por eso no mencionó lo del divorcio? ¿Ella todavía lo quiere? ¿Ella siquiera quería divorciarse de él?

-Lamento tanto que te hayas enterado de esta manera. No te lo merecías.

Una extraña voz y las pisadas me hicieron sobresaltar. En la penumbra de la habitación, apareció un hombre alto, elegantemente vestido. Su cabello negro coincidía con la barba que enmarcaba su rostro. El shock me impedía articular palabra, hasta que el hombre extendió su mano en un gesto para estrecharla.

-¿Quién eres?-pregunté decidido.

-Tu debes de ser Oscar.-dijo con una sonrisa, su voz resonando en la habitación.-Soy Antonio De Luca, el padre de Calíope. O como todos la llaman, Callie.

-¿Qué quieres?-pregunté con cierta reticencia.

Antonio se rió con cierta ironía mientras me examinaba con una mirada desafiante.

-Pierdes tu tiempo, chico. No creo que Callie deje a Charles-respondió con confianza.-Él le brinda estabilidad, algo que ella ha buscado toda su vida.

-¿Qué haces en el apartamento de Callie?-cuestioné con firmeza-¿Ella lo sabe?

-No le digas nada a Callie sobre mi visita.-dijo con un tono amenazante.-Hay muchas cosas que ella no sabe y que es mejor así.

-No vas a amenazarme, le diré que estabas aquí y que...-antes de pudiera seguir, posicionó un revolver en la mesa. Al verlo, un escalofrío recorrió por mi cuerpo. Estaba armado. Guardé silencio por un momento mientras procesaba la situación. Finalmente, levanté la mirada con determinación.-Tú no conoces a Callie. No sabes nada de ella ni de su vida. Callie no te quiere aquí porque estuviste en la cárcel. Eres un criminal y por eso estabas allí, ¿verdad? No te preocupaste por ella. Y ahora tienes a Charles en la cárcel.

Se quedó en silencio por un momento, como si mis palabras lo hubieran sacudido. Sin embargo, su expresión pronto se endureció nuevamente.

-No subestimes lo que soy capaz de hacer.-respondió fríamente.-Es mejor que te mantengas al margen.

-¿Y si no quiero hacerlo?-desafié, consciente de que mi vida corría peligro.

-Me recuerdas mucho a alguien.-soltó con una sonrisa frívola.-No terminó bien para él, por entrometerse en una relación. Créeme, niño.-sentenció acercándose.-Callie no es lo que piensas. Te estoy haciendo un favor.

-No te tengo miedo.

-¿Piensas arriesgarte? Ella no lo vale.

-No tienes derecho a hablar así de Callie. Ella no es como tú la pintas. Es una persona increíble, fuerte y valiente. No merece que la trates de esta manera después de todo el daño que le has hecho.