XXI ♧ Banderas Mexicanas

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La mañana del Gran Premio de México se alzó con expectación y ansiedad en el hotel. Reuní al equipo de publicidad en una sala de conferencias, consciente de la importancia de la jornada que se avecinaba. La tensión era palpable en el aire, ya que todos éramos responsables de trazar estrategias efectivas para nuestras publicaciones del día, considerando las posiciones de los pilotos en la parrilla de salida. Mientras me encontraba frente al equipo, enfocada en la tarea que teníamos por delante, comencé la reunión.

-Buenos días a todos.-saludé con una sonrisa.-Como saben, hoy es un día crucial para nosotros. Tenemos a Oscar en una buena posición, y aunque Lando no tuvo una buena qualy, sé que podremos salir adelante. ¿Ideas?

Las sugerencias empezaron a fluir. Chloe compartió su idea sobre resaltar la consistencia de Oscar, que largaba en la quinta fila y cómo estaba decidido a llevar a McLaren a lo más alto. Sunhee propuso centrarse en la tenacidad de Lando y cómo nunca se rinde, incluso en situaciones difíciles. Tomé notas cuidadosamente, reconociendo el aporte de cada miembro del equipo. También se mencionó la importancia de la interacción con los fanáticos, sugiriendo las ya clásicas firmas de autógrafos y encuentros con los pilotos como una forma de conectarnos más estrechamente con los seguidores.

-Recuerden, nuestra misión es llevar a McLaren a lo más alto, no solo en el circuito, sino también en la mente de los fanáticos y en el mundo del automovilismo. Trabajemos juntos para lograrlo.-concluí con una sonrisa.

El equipo de publicidad de McLaren estaba listo para enfrentar el desafío que era México y utilizar estrategias efectivas para destacar la marca y los pilotos. A pesar de que la qualy no nos había sonreído, teníamos fe de que los chicos podrían sacar puntos importantes.

El aroma del café recién hecho llenaba la pequeña terraza del restaurante del hotel mientras Carola y yo disfrutábamos de un desayuno luego de la junta.

-Estoy emocionada de que las cosas se estén arreglando entre tú y Charles. Parece que las vacaciones en Puerto Vallarta hicieron maravillas.-dijo sonriente.

-Sí, tienes razón. Fueron unos días preciosos. Creo que necesitábamos ese tiempo juntos.-asentí.

Mientras tomaba un sorbo de mi café, contemplé la idea de contarle a Carola sobre lo que pasó con Oscar ayer. Pero la incertidumbre y la confusión que aún sentía me frenaron. ¿Cómo podría explicarle lo que había sucedido?

-Dime.

-¿Disculpa?-pregunto confundida.

-Noté que estabas a punto de decir algo.-respondió.

-No, no es nada importante. Solo estoy contenta de que las cosas con Charles estén mejorando.-mentí. Un nudo se formó en mi garganta, y decidí abstenerme de mencionar al australiano.

Carola asintió con una sonrisa comprensiva, y continuamos nuestra conversación, evitando las profundidades del océano de emociones que habían surgido en mi vida. A veces, las palabras pueden ser tan escurridizas como la brisa matutina en una playa soleada. Aquel beso inesperado con Oscar en había dejado una huella imborrable en mi mente. Sus labios, su mirada, todo lo que compartimos en aquel momento efímero, se había convertido en un remolino de emociones que no podía ignorar. Nunca antes había sentido una conexión tan intensa con alguien fuera de mi matrimonio con Charles.

La confusión reinaba en mi interior, y mi monólogo interno se convertía en un laberinto de preguntas sin respuesta. ¿Qué significaba este encuentro? ¿Por qué me había afectado de esta manera? Nunca antes me había sentido tan nerviosa, tan vulnerable, y eso me asustaba. Había estado casada con Charles durante casi ocho años, y mis labios solo habían conocido los suyos. Oscar había logrado despertar algo en mí que no sabía que existía.

♧ The Great War | Charles Leclerc / Oscar Piastri ♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora