Capítulo 4 (Lo Averiguare)

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Hacían dos días que no asistía al instituto, me daba miedo hasta mirar por la ventana, . Le dije a mi madre que me sentía mal y estaría al menos una semana en casa. No veía a mis amigas y no respondía a sus llamadas ni mensajes. La verdad me daba mucha pereza. Ese día llegue dormida a mi casa y cuando desperté mi brazo estaba vendado. Escuche la puerta abrirse y no moví ni un solo dedo, no dije nada ni me desarrope. Yo sabía quién había entrado. Cuando lo imagine escuche la voz de mi hermano.

—Vamos Mía, sal de la cama eso no te hace bien tienes que ir al instituto tus amigas se la pasaron ayer persiguiéndome por todos lados preguntándome por ti y Jay también. Además ya me contó que volvieron a salir, aunque ya le leí la cartilla de hermano mayor él esta muy triste y yo también vamos anda te hice un rico desayuno y prometo responder todas las dudas que tengas—.

Narra Nickolas
Sentía que le había fallado, pero tenía que entender que no podía decirle, que ella aún no estaba preparada para esta noticia. No ha comido durante estos dos días, verla así me ponía triste y sabía que había sido mi culpa. Yo solo quería alargar el proceso, yo solo quería protegerla. Y era como único podía hacerlo.
Si tan solo se lo hubiera dicho antes había tenido precaución, quizás si estaba preparada y lo habría podido entender. Le volví a pedir que se levantara de la cama, ella saco la sabana de su cara y allí debajo había una Mía asustada con ojeras debajo de sus ojos. Como si no hubiera dormido. Ella me miraba y se notaba que realmente quería saber que había pasado
esa noche.

—Lo prometes, contestaras cada una de mis preguntas? — preguntó y sonreí. Desde aquella noche no había podido hablar con ella y al fin lo logre.

— Claro lo haré, prometo decirte todo lo que quieras saber —. Le di espacio y espere a que pudiera bañarse y arreglarse para bajar. Mis padres ya se habían ido a trabajar y Sofi estaba en la escuela, así que solo quedábamos Mía y yo. Ella porque no iría al instituto en buen tiempo de seguro y yo porque me quedaría a cuidarla.

Escuche pasos bajar, miré a las escaleras y ahí estaba Mía muy hermosa como siempre. Se veía mucho mejor aunque ni el maquillaje podía tapar lo asustada que lucía. Ella caminó hacia el comedor y se sentó frente a mi.

— Como sabías que estaba en el bosque y como sabías que algo pasaba, porqué Jay y Axel estaban allí, quién era el chico de negro, como se metió en mi sueño y porqué? —. Hizo muchas preguntas en pocos segundos y aún así parecía tener todo el aire del mundo para seguir.

— Veo que tienes muchas preguntas hermanita— reí. Pero estaba muy nervioso, no es como si me sentará con todo el mundo a contarle lo que sucede conmigo o con mis amigos, incluso a nadie le había contado. — Bueno empezare por decirte que somos, está bien? — ella solo asintió con la cabeza y cruzo sus piernas debajo de la mesa, lo sentí y escuche el sonido de sus piernas rozar.

— Axel, Jay y Ryan son vampiros, pero tranquila ellos son vampiros controlados, hasta ahora no comen humanos. Steven es un hombre lobo, los lobos y los vampiros no se llevaban para nada pero en una noche de caza encontré a Steven tirado en el suelo del bosque herido injustamente y ya sabes que odio las injusticias así que lo ayude y lo cure. Desde ese día nos volvimos muy amigos. Aveces hay días de caza aquí en el bosque y venimos a rescatar a las personas inocentes —. Ella me interrumpió y se veía muy nerviosa.

— Así que cuando salí de la casa en la noche, ya no estabas aquí? — preguntó mirándome fijamente a los ojos.

— Exacto, ya había salido de la casa y estaba en el bosque, pero nunca imagine que llegarías al bosque esa noche a la hora que fuiste y en día de caza —. Ella se notaba confundida y un poco asustada. Quién no lo estaría si te enteras que los amigos de tu hermano fueran vampiros y lobos.

— Y el chico de negro, quién es? — .Ella tenía en sus ojos una confusión mezclada con curiosidad, la misma que tenía yo cuando me entere en lo que me había convertido. Yo podía sentir que tenía muchas emociones a la vez y que de verdad tenía ganas de saber quién era ese chico pero yo no se lo podía decir. Se que lo prometí pero no puedo.

— Eso no te lo puedo decir y no se porqué se metió en en tus sueños, pero lo averiguare o deberías de averiguarlo por ti misma, será divertido en tus sueños, pero lo averiguare o deberías de averiguarlo por ti misma, será divertido —. Mía ladeó la cabeza como una cachorra pero no dijo nada.

                              Narra MIA

Créeme que lo voy a averiguar decía para mi misma. Nickolas se levantó de su silla e iba a dirigirse a la sala de seguro a ver televisión.

— Nicko espera, una pregunta más por favor — Nickolas me miró y sonrió.

— Las que quieras — dijo llevándose un pedazo de pan a la boca.

— Olvídalo —dudé por un momento. — Bueno no, que eres tu? —. El agacho la cabeza riéndose y cuando levantó su mirada sus ojos estaban color amarillo brillante. Sonrió y de su boca brotaron unos colmillos filosos. Yo me quede helada y apuesto tenía los ojos del grande de dos aros de auto.

El se giro y caminó como tres pasos hacia la sala y se detuvo para regresar. Cuando llegó justamente frente a mi, muerta del miedo lo mire fijamente a los ojos los cuales aún se encontraban amarillos, él sonrío de nuevo con sus colmillos fuera.

—No tengas miedo — dijo mientras me daba un beso en la frente. El volvió a sonreír y se retiro hacia la sala. El sabe que tengo miedo el sabe que estoy asustada.

Rápidamente subí a mi habitación y llame a mis amigas. Tenía ganas de salir, no podía tener miedo el resto de mi vida. Amber comentó que habría una fiesta de antifaz al siguiente día  y llamó mucho mi atención así que pensé porque no?

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora