No pude hablar por unos segundos. No lo podía creer. Esto lo tenía que saber Miller. Se lo contaría a el antes que a Nickolas. No quería que se hiciera ilusión o algo así.
— Estás seguro de que era ella Kenai? —pregunté. Una lagrima salió de mi ojo derecho. Mi corazon no sabía que sentir.
No era que no creyera en Kenai, pero de verdad?, Nickolas de verdad era mi hermano?.
— Yo la vi Mía, era ella. Los doctores pensaron que Nickolas había muerto por eso se lo quitaron. Ellos le dijeron que por las complicaciones del parto no podría tener más hijos, pero se equivocaron porque evidentemente despues de un año naciste tu. Es cierto verdad? —.
— Yo naci un año después de que adoptaran a Nickolas —.
Adoptaron a su propio hijo.
— Los doctores hacían contrabando de niños. Eran vampiros de los Sivit, los niños fuertes se los quitaban a sus madres y los criaban ellos y a cierta edad los convertían en vampiros. Eso fue lo que pasó con Miller y la verdad Nickolas en parte corrió con suerte —. Alguien tocó la puerta y con rapidez limpie la lágrima que se me había escapado.
— Interrumpo? —Jay entró al laboratorio.
— No tranquilo no interrumpes — Jay pasó y miró a Kenai.
— OK, como estás Kenai? —. El no espero que Kenai contestara y continuó hablando. — Mía quería saber si mañana puedes ir a casa, tengo algo que mostrarte. Kenai asintió con la cabeza y lo unico que pensaba era en si me contaría la verdad o eso que me mostraría tenía que ver con tal cosa.
— Gracias estoy bien —. La mirada de Jay pasó a Kenai y Kenai sonrió.
— Claro, me dices hora y le digo a Nickolas que me lleve —. Jay se acercó a mi y me besó la frente, acarició mi cabello y se apartó.
— Ok, que te parece a las tres de la tarde?. Te parece bien? —preguntó. Me parecía muy bien, con Jay me sentiría relajada.
— Está bien, a esa hora estaré en la calidad de tu hogar —. Jay se tensó y volvió a besar mi frente. Me miró una última vez, caminó y se detuvo en el marco de la puerta, llevó dos de sus dedos a la ceja derecha y luego hacia el frente despidiéndose. Me quedé mirando como se iba por aquella puerta blanca y volví a mirar a Kenai.
— Estás bien? —. Kenai preguntó impulsando su cabeza y torso un poco hacia al frente. Respire profundo y contesté.
— Pues, la verdad no. Todo es tan confuso tan irreal. Además creo que Jay me oculta algo.
Aveces pienso que solo es un sueño y que pronto voy a despertar, que solo e tenido un mal día pero en la noche cuando me acueste a dormir todo se quedará ahí en mi almohada junto con mis lágrimas y que en la mañana tendré un día más para lograr ser feliz —. Kenai suspiró, no creo que pueda batallar con semejante poeta.— Mira Mía yo aprendí que no todo en la vida es risa y alegría pero también aprendí que no todo es tristeza. Aveces solo necesitamos sufrir para valorar la gran felicidad —. Yo me quedé callada, Kenai se recostó y cerró los ojos. Sin darse cuenta quedó dormido.
— Pps, pps —escuché. Alguien estaba en la puerta tratando de llamar mi atención y lo logró. Mire hacia la puerta y como llamado con el pensamiento parado en la entrada estaba Miller.
— Sssh —. Lo mande a callar pues Kenai estaba durmiendo. Con su mano derecha me hizo señas para que saliera a hablar. Salí y cerré la puerta a mis espaldas tan suave como era posible.
— Sentí que me necesitabas —dijo. Así que llamar con el pensamiento si era posible, interesante.
— Pues si, necesito hablar contigo —dije con perse. Mire a todos lados, el sonrió y se acercó.
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El chico vestido de negro { 1 }
Science Fiction* Una noche y un grito en el bosque cambiaron su vida. * Un mundo que pensó que no existía. * Guerra, amor, odio, secretos, amigos, una familia. * Un chico se mete en sus sueños. * Un hermano adoptivo y sus 4 amigos. * Lobos, vampiros, ángeles , gár...