Capítulo 21 ( Segunda cita)

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Me asome a la ventana, Ryan aún no había llegado y Mathew no se veía por todo aquello. Fui al baño de nuevo para peinarme, coloqué el gorro de baño en su lugar y comencé a cepillar mi cabello. Tuve tiempo de hacerme unas hondas en el cabello y un maquillaje sencillo. Me miré una ultima vez en el espejo y salí del baño. Baje las escaleras cuando mi teléfono sonó indicándome que había llegado un mensaje de Jay

* Que la pases bien chiquita * decia terminando en un *Con amor Jay*

Jay era muy tierno conmigo, este día me recordaba las veces que le mentí a Nicko diciendole que saldría a caminar un rato y me encontraba en la plaza con el y nos íbamos al cine, al paseo o a comer helado. A Jay le gusta el mantecado de pistacho, le encantaba, yo siempre escogía el de chocolate no hay nada mejor que el chocolate. *Gracias Jay * le conteste.
Estaba pensando sacar un día para salir con el como antes cuando sonó una bocina en la carretera que me regreso a la tierra. Me asomé por la ventana de la sala y estaba Ryan estacionando en su gran guagua negra
frente a casa.

— Nickolas dime que me veo bonita, lo estoy? —.
Estaba muy nerviosa, quería que Ryan me mirara y le brillaran los ojos así como a Nickolas cuando ve a Catalina. Siempre que estoy cerca de él se me acelera el corazón y es muy vergonzoso que el pueda escucharlo incluso a través de la puerta. Respire profundo y traté de normalizar mis latidos.

— Te vez hermosa Mía cual es el show? siempre te vez bonita deja de preocuparte por eso, no todo es belleza grabate eso —. Nickolas siempre trataba de subir mis ánimos y siempre hablaba con el corazón. Muchas veces acostada en mi cama por las noches me preguntaba como hubiera sido tener un hermano varón de sangre, sería igual de atento que Nickolas, detallista y cuidadoso con nosotras?. No me hacía falta ningún hermano de sangre, ya yo tenía a Nickolas y estaba segura que le ganaría a cualquier otro hermano.

— Gracias tu siempre tan optimista — sonreí.

— Solo bájate un poco esa falda, esta muy corta. No quieres que te acompañe? — preguntó. Nickolas estaba mirando una revista y dijo todo esto sin apartar la vista de la misma.

—No, no quiero —.

Toc Toc

Suspiré y al fin Nicko aparto la vista de la revista y miro a la puerta. Camine hasta la puerta, volví a suspirar, sacudí mi falda y abrí. Ryan estaba mirando al suelo cuando abrí la puerta, me miro fijamente y sonrió.

— Estas hermosa Mía —dijo Ryan entregándome un ramo de rosas color rojas. Para muchas personas sera patético pero para mi era un avance.

— Son hermosas Ryan, gracias —. Me pare en puntas y le di un dulce beso en los labios. Cuando nos despegamos Ryan aparto un cabello de mi cara y posó sus labios en mi frente. Siempre e dicho que es como un acto de protección en especial para los vampiros y hombres lobos que conozco.

— Nos vamos? — preguntó acariciando mi cabello. Era tan tierno que sentía caminar sobre nubes. Era la primera vez que llegaba tan lejos con un chico.

— Claro — dije emocionada. Ryan hizo reverencia y se acercó a la puerta de su guagua para abrirla.

— Pase usted bella dama — dijo al abrir la puerta. Subí y me senté. Está demás decir que por dentro estaba extraordinario muy limpio por cierto se respiraba un aroma rico y relajante. Todo era color negro, los asientos eran suaves y cómodos. Íbamos hablando por el camino, sobre que ya se irían a la universidad y nos dejarían a las chicas y a mi solas en el instituto.
Era muy triste ahora que comenzaba lo bueno y divertido. Del equipo de football se irían las estrellas y de seguro las chicas locas y enamoradas del instituto estarían muriendo.
Llegamos a un lugar en el que habían quioscos de helados y tiendas de helados.

— Nunca había visto este lugar Ryan, tantos helados juntos esto es impresionante y delicioso — el rió.

— Que bueno que te guste princesa, me lo habia imaginado. A cual deseas ir primero o por cual deseas empezar?, quiero que comas todos los helados que quieras —. Ryan no sabía lo que decía, en mi tendría que gastar una fortuna, lo que mentalmente me causaba risa. Si comer tanto helado es ser gorda que me llamen ballena.

— Allí, ese lugar se ve interesante no crees? —. El lugar se llamaba Paraíso Helado y era allí donde quería comer mi primer helado.

— Ok allí será —. Ryan entrelazo nuestras manos como en el bosque y caminamos hacia Paraíso helado. Su mano se sentía cálida, suave y muy varonil. En el camino sopló el viento y mi falda se levantó haciendo que vieran todos mis tributos. Fue muy vergonzoso. Cuando mi falda se elevo un chico comenzó a silbar. Ryan se puso como loco y ya su mano no estaba entrelazada con la mía sino hecha un puño y estaba a punto de pegarle en la cara al chico. Ryan caminó con furia y cogió por el cuello de la camisa al chico.

— Pídele disculpa a la señorita — .Ryan estaba furioso y las personas del lugar nos miraban atentos. Ryan no tenia control de sus emociones.

— Tu quién eres su padre? — él chico rió. No sabía con quien se había metido ni tan siquiera lo que decía. Ryan suspiro y rió.

— No debiste haber dicho eso, no me hago responsable — dije echándome hacia atrás. Como es que detengo a un vampiro furioso sin hacerle daño o sin que me haga daño a mi?.

— Es mi novia imbécil, ahora discúlpate o lo lamentaras — . En ese momento mi pecho se inflo y mi corazón empezó a latir muy fuerte. Dijo que era su novia, no lo podía creer. Ryan comenzó a reír de seguro por que escuchaba latir fuerte mi corazón. El giro su cabeza y la comenzó a agitar de una manera extraña, sus ojos estaban raros y ahí me di cuenta de que algo no estaba bien así que comencé a hablarle.

— Ryan vayámonos, no vale la pena, deja a este pobre chico que no sabe lo que dice —. Coloque delicadamente mi mano en su cara y sus ojos volvieron a la normalidad. El agarre que tenía en la camisa del chico se soltó y dio un paso atrás. Sonrió y sacudió donde tenía su agarre. La camisa del chico estaba estrujada y el temblaba.

— Disculpa no fue mi intensión —. El chico se disculpo y avanzo lejos de nosotros. Ryan también se disculpo por lo ocurrido mientras el chico se iba.

— Tu corazón late fuerte princesa — rió y entrelazo su mano con la mía de nuevo. — Y entonces me dijiste Paraiso Helado verdad? —. Me derrite cada vez que me dice princesa.

— Si ahí —. Nos dirigimos a la tienda e hicimos nuestro pedido. Para mi helado de chocolate y pistacho a nombre de Jay y para Ryan helado de fresa. Nos sentamos en una mesa que había cerca y me dio curiosidad algo así que se lo comenté a Ryan.

— Ryan hace un rato — el me interrumpió.

— Si, dije que eras mi novia — rió mientras comía de su helado que se veía muy rico. — Pero aun no te e preguntado —. Estaba confundida pero deseaba tanto escuchar esa pregunta. Ryan dejó de comer helado y lo puso encima de la mesa. Tomó mis manos entre sus manos suaves, grandes y varoniles y las acunó. Y entonces preguntó. — Mía quieres ser mi novia? —.

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora