Me encontraba en el salón de clases , en la monotonía de todos los días, escuchando a Elizabeth la profesora de Química. Sentada al lado del peor chico del instituto, Rex, el capitán del equipo de football, el chico más arrogante e inalcanzable para prácticamente todas las chicas incluyéndome a mi.Pero nada es lo que parece. No, no me gustaba Rex, no estaba loca de amor por el. Ni siquiera pensaba en el amor.
Llevaba dos meses asistiendo al instituto, sentándome en el mismo lugar en donde siempre me sentaba, recorriendo los mismos pasillos una y otra vez. Aún no tenía ni una sola amiga. Aunque era buena haciendo amigos. Al parecer no les parecía interesante y no querían mirarme o simplemente yo no me esforzaba en mirarlos a ellos y no notaba que si lo hacían. Solo sentía que no encajaba allí.
La vida en el instituto se hacía fácil y un poco llevadera porque mi hermano Nickolas había estudiado ahí los años anteriores y cursaba su último año. Nickolas fue adoptado por mis padres cuando después de un tiempo pensaron que no podían tener hijos pero ese mismo año surgió un milagro y nací yo. Mi madre decidió cambiarme de instituto ya que me la pasaba peleando en el anterior porque me molestaban a la hora del recreo. Así que ahí estaba yo, tratando de imaginar que estaba en un mejor lugar con mariposas al rededor o murciélagos tal vez. Solo esperaba que sonara el dulce timbre de la apestosa cárcel que era para mi el instituto. De pronto se comenzó a escuchar bullicio por los pasillos como si algo afuera estuviera pasando.
Al sonar el timbre rápidamente sin mirar a nadie alcancé mis libros y mi mochila para caminar hacia la salida y desaparecer por la puerta del salón. Iba por el pasillo extremadamente ruidoso y que por cierto estaba lleno de estudiantes empujando y pisoteando sin compasión sentí como jalaron mi mochila hacia atrás haciendo que retrocediera fuertemente unos tres o cuatro pasos.
"Pobre de quien me haya tomado de la mochila porque hoy no se la acaba". Me giré levantando mi mano derecha.
— ¿Estas idiota? —grité. En ese momento vi unos grandes ojos marrones que me miraban apenado y sentí su mano que aguantaba la mía para no recibir el fuerte puñetazo que seguramente le daría en la cara o en el pecho. Sus ojos dieron un destello color amarillo que no pude pasar por alto.
— ¿Hey que haces? — preguntó con su mirada perdida en el pasillo.
— iNickolas!, estás tonto casi te dejo la marca de mis cinco —. Me quedé pensando y observé mi mano para estar segura de que tenía cinco dedos, y si los tenía. Nicko me miró gracioso y rió haciendo notar su blanca sonrisa. Hasta podría jurar que le brillaba un diente al sonreir. —Que está pasando? —pregunté.
—Creo que encontraron un cadaver a las afueras, cerca del bosque —dijo nervioso.
—Cerca del bosque, ósea cerca del instituto? —pregunté.
—Me temo que si. Ahora vámonos. Me da escalofrío estar aquí —dijo tomándome de la mano.
Entre empujones y pisotones logramos salir al estacionamiento donde se encontraba su coche color rojo y demás está decir que muchos agentes de la policía, ambulancias y rescate. Luego de un rato los estudiantes lograron dispersarse ya que no dejaban entrar ni salir a nadie. Nos subimos al auto y Nickolas condujo por la carretera cuidadosamente.
—¿Como te fue hoy en clases? — preguntó en tono dulce. Al parecer pensaba que algún día me pasaría algo bueno en el maldito instituto ya que me pregunta lo mismo todos los días. O tal vez me quería distraer de lo que había ocurrido hoy. Lo fulminé con la mirada y abrí mis labios para soltar sapos y culebras.
—¿Tanta fe tienes de que me ocurra algo bueno?, sabes que no me a ido bien. Todos los días tengo que soportar estar sentada al lado de ese estúpido y molestoso sexy Rex y que no tengo amistades, ya estoy cansada de lo mismo. Además ahora seguramente hay un asesino suelto por los alrededores del instituto. Un día no vendré más juro no volver —. Nickolas giró su cabeza hacia mi con una mano pegada en el volante y la otra en la palanca de cambios.
— La amistad toma tiempo y tu no te dignas ni siquiera de decir hola, eso es de mala educación, papá y mamá no nos enseñaron eso. Lo de hoy no volverá a suceder. Los agentes estarán vigilando—.
—Eso no lo sabes, cómo estás tan seguro? —pregunté pero Nickolas no dijo nada.
Mis padres han hecho muy bien en enseñarnos valores. Han luchado para que seamos hijos de bien, para que tengamos buenas notas y un buen futuro. La verdad era que no teníamos quejas de nuestros padres, habían sido los mejores hasta ahora. Además trataban a Nickolas como su verdadero hijo. No habían diferencias.
Al llegar a casa los vimos sentados en la mesa esperándonos junto a nuestra hermana pequeña Sofi. Era una niña dulce y su melena color castaña la hacía ver más inocente de lo que era. Al sentarme en la mesa observé que era muy raro el parecido que tenía Sofi a Nicko aunque no fueran hermanos de sangre. Y cuando mi mente dijo la palabra sangre comenzó a darme calor y miedo. Hubo un asesinato cerca del instituto, quien querría ir al instituto ahora?.
Quedé pensando un rato. Que será de nosotros mañana?.
Holaaaa!!! Volviiii y que bien se siente. Luego de casi 8 años de haber escrito esta historia perdí mi cuenta así que volveré a subirla a esta cuenta. La edité un poco, la verdad quería cambiar los primeros capítulos y hacerlos más interesantes pero es una historia que lleva años y cambiarla a estas alturas la fractura tal vez un poco. Los que ya la leyeron saben y los que están comenzando a leerla les pido paciencia 💗 espero la disfruten como yo cuando la escribí y cuando la leo de vez en cuando. Ojo no todo es lo que parece 👀😘 Las ama su cómplice Carylis 🫶🏻
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El chico vestido de negro { 1 }
خيال علمي* Una noche y un grito en el bosque cambiaron su vida. * Un mundo que pensó que no existía. * Guerra, amor, odio, secretos, amigos, una familia. * Un chico se mete en sus sueños. * Un hermano adoptivo y sus 4 amigos. * Lobos, vampiros, ángeles , gár...