Capítulo 51 ( La transformación)

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— Aquí estás chiquita —. Uno de los chicos rio. Miller me halo por un brazo y me colocó detrás de su espalda. De inmediato los ojos de Nickolas se tornaron amarillos y de un salto se levantó del suelo.

— Que quieren? — preguntó Nickolas.

— Si fueras vampireza serías muy poderosa —. En ese momento mi cuerpo empezo a doler, sentí como si culebras se estuviesen moviendo dentro de el. Algo en mi cuerpo estaba pasando y yo sentía que lo que estuviera sucediendo en el estaba esperando el momento adecuado. Solo faltaría un empuje.

— Y si te digo que ya lo soy? — reí y aparte a Miller de enfrente de mi haciandome ver y sentir intimidante. Si lo se, se que lo que dije fue estupido tomando en cuenta que ellos eran vampiros muy poderosos y tenían poderes como un espectacular olfato y de nada más verme sabrían que no era vampireza aún.

— Si claro casi me la creo —dijo uno de ellos.
Rápidamente los ojos de Miller se tornaron negros como los de un demonio, su cara comenzaba a presentar unas pequeñas venas color negras. Se veía molesto y al contrario de Nickolas que sus ojos cambiaban a rojo se veía muy tranquilo.

— No creo que sea buena idea que se queden aquí —dijo Nickolas. Uno de los vampiros cayó arrodillado frente a nosotros y abrió la boca buscando aire como si estuviese ahogado. Miller tomó mi mano y comenzó a ejercer fuerza sobre ella, apretándola cada vez más fuerte como si no se pudiera controlar.

— Somos de la Unión no creo que duren mucho con vida —. Nickolas notó el descontrol de Miller y desapareció junto con dos de los vampiros. Solté el agarre que ejercía Miller sobre mi y el desapareció junto con los vampiros que quedaban. En un abrir y cerrar de ojos Miller y Nickolas estaban frente a mi como si nada hubiera pasado.

— Que rayos fue eso Miller? — Nickolas reclamó.

— Es que? —comenzó Miller.

— Es que nada, esto se trata de proteger a nuestra hermana —. Cuando iba a pedirle a Nicko que no siguiera Miller terminó de hablar.

— A Los Sivit no nos enseñan a controlarnos, ellos solo nos entrenan para matar sin compasión ni piedad solo explotan nuestros poderes hasta que no podamos más.

— Por eso Ryan estaba con nosotros —dije mirando la ventana rota y los vidrios en el piso. Miller asintió con la cabeza.

— El es rebelde ustedes lo conocen. No le gusta seguir reglas, ni ser mandado por nadie. Antes de ser mandado el es el que manda. Es muy fuerte y poderoso como para dejarse explotar por alguien incluso su padre y aún así su madre también. Ryan no estaba de acuerdo con nada en los Sivit —dijo Miller.

— Y tu estabas de acuerdo? —pregunté y Miller bajó la cabeza.

— No, no estaba de acuerdo con nada —. Nickolas casi no espero a que Miller terminará.

— Y porque no saliste también? —preguntó y era una pregunta muy lógica.

— No tenía todos mis poderes a flote, no era tan poderoso para irme y que nadie pudiera tratar de matarme sin yo dejarme, todos vendrian contra mi. No sería suficiente luchar. Ryan es tan poderoso que nadie se atreve a enfrentarlo, nadie lo critica, nadie le dice traicionero, solo Josh que siempre a querido tener el mayor poder y tener al final la posición de Ryan —. Me dolió, me dolió tanto que Miller tuviera que pasar por esto para sobrevivir. Tuvo que aguantar para que no lo mataran.

— Puedes llegar a ser más poderoso que Ryan si tu así te lo propones. Miller no te hagas menos que nadie —dije posando mi mano sobre su hombro.

— No comprendes Mía, nadie es mas poderoso que Ryan —. Nickolas hizo silencio pero lo rompió.

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora