Capítulo 26 ( No estaba de humor)

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Al llegar a la casa de Amber, su madre muy amablemente nos dejo libre una mesa para poner en ella las cosas que habíamos comprado. Incluso su padre nos dio un plano del lugar y cada rincón del calabozo.

— Que haces aquí? te dije que no volvieras a aparecer porque te mataría —. Axel estaba frente a Rex reclamándole su presencia. Me acerqué a Axel y le expliqué. Él no quería reaccionar de muy buena manera y aun no veía mi herida si no sería peor. Ryan se acercó y vio la marca de la mordida que Rex había provocado. Sus ojos se tornaban rojos y rápidamente tomó el cuello de Rex y lo apretaba como si fuese un juguete.

— Ryan por favor no hagas esto mas difícil —.
Comencé a llorar porque Axel y Ryan se estaban volviendo locos, no era un buen momento para enojar a ninguno de los chicos, lo de Nickolas los tenía como leña esperando fuego. Los padres de Axel tuvieron que intervenir para calmarlos. Y pusieron mis nervios de punta. Así nunca podríamos rescatar a Nickolas.

— Este no es el momento ni el lugar para estar peleando ni discutiendo, tenemos cosas que hacer, piensen bien las cosas o están fuera del rescate — . El papá de Amber los separo y les dio te de yerbas para calmarlos y prosiguió diciendo. — El calabozo era de la Revelion de Rebelados cuando apenas se estaba rebelando la mitad, ahí practicábamos y mejorábamos cuando los Sivit se metieron en el calabozo y declararon la guerra. Esa noche murió mucha gente, gente inocente que apenas se unía.
Desde ese día nada fue igual, y decidimos luchar por los inocentes cada noche.

— Yo se dónde está Nickolas. Lo vi anoche —. Cuando dije eso sentí que mi corazón se apretaba y sentía un hormigueo en la cabeza como si las ideas estuvieran corriendo por mi cerebro, tratando de unir cabos y enderezar oraciones para decir lo que fuera a decir correctamente.

— Hablaste con él, como? —. La madre de Axel y Amber se sorprendió un poco y quería saber cada detalle.

— Fue en un sueño —. Todos se miraron y vi como Jay tragaba saliva. Se notaba que Catalina había llorado toda la noche, no estaba maquillada como siempre y tampoco se había peinado. Hoy se veía mas distraída que nunca de seguro porque estaba pensando en Nicko como todos los demás.

— Un sueño? —preguntó la mamá de Amber. Tan raro era? a mi me parecía normal después de todo lo que sabia.

— Si un sueño, Mathew — pensé unos segundos. — Mathew estaba allí supongo que el me dio el sueño. Yo lo vi antes de despertar, estaba en la puerta yo lo vi pero porqué estaba allí, o porque me dio el sueño? —. En ese momento fue que vine a pensar o a preguntarme todo eso. Estaba algo confusa, tendrá algo que ver con el secuestro de mi hermano?.

— Son cosas de vampiros Mía ellos hacen eso, si no crees pregúntales, estas rodeada de ellos — dijo Amber señalando a todos los vampiros que habían allí, empezando por Rex.

— Lo importante ahora es ver con lo que contamos — dijo Steven escribiendo en una libreta todo lo que había en la mesa. Eran cajas y cajas de cosas y municiones. — A ver, tenemos flechas de plata, flechas de madera y flechas de metal, también tenemos las flechas de fuego —. Catalina iba escribiendo en un tape cada nombre de lo que había en la mesa para rotular todo, estar seguros de lo que teníamos y lo que escogeríamos cada cual. Los vampiros no pueden tocar muchas de estas cosas pero los hechiceros y humanos como Cata y yo.
Siguió diciendo Steven mientras Marta la mamá de Amber la miraba con una sonrisa y su hermano fulminaba a Steven con la mirada.

— Aquí tenemos las balas, fire bala que son las balas que una vez traspasan se hacen llamas, están las luz balas, hacen casi la misma función de las fire balas ya que una vez traspasan se hace luz y convierte en ceniza —. Una de las luz bala se elevo apuntando a Rex.

— Axel — gritó Jay. Rex se notaba muy nervioso.
Quién no lo estaría con todos queriendo matarlo allí.

— Yo compré estos dical, me parecieron muy útiles para mi y Catalina, podemos comunicarnos entre nosotras sin que nadie pueda escuchar y también compre las estacas de plata —.

— Harán la fiesta para celebrar la captura de Nickolas, no hablaron de matarlo pero es seguro que lo harán en frente de todos. Será a las doce de la media noche, se irá vestido elegante y con antifaz, ya no serán las fiestas de antifaz amigos esto es diferente — dijo Steven muy triste. Su voz era diferente, su piel estaba mas clara al igual que su cabello.

— Bien entraremos y nos mezclaremos entre los vampiros — . Axel miraba atentamente los planos del calabozo.

— Mi olor que haremos con eso?, automáticamente sabrán que soy humana —. Todos miraron a Amber y ella sonrió coqueta.

— Yo tengo la poción perfecta para eso así que no te preocupes — Amber rió. Quedé mas calmada por que ya habíamos resuelto un problema. Ya teníamos los materiales, sabíamos ya que iba a pasar, también sabíamos donde se encontraba Nickolas que era lo mas importante. Solo faltaba ideal el plan.

— Ryan, Mía, y Steven irán por Nickolas. Catalina, Rex y Axel se quedaran en la fiesta por cualquier cosa que pase, recuerden usar su sentido de audición todo lo que escuchen será de ayuda para muchas cosas. Jay, Marta, Amber y yo cubriremos a Ryan a Mía y a Steven — dijo el padre de Axel. Nos había tomado más o menos tres o cuatro horas organizando y rotulando las municiones. Pero ya estaba. Tome el arco que me habían prestado y comencé a practicar en la parte de atrás de la casa de Amber, una y otra vez a la marca roja hasta que lo logre. Hacía mis tiros con furia con mucha fuerza y seguridad. Cada tiro que daba en la marca roja era por mi hermano. Mi mente estaba en blanco solo quería saber como estaba mi hermano, me relajaba que no estaba muerto porque lo querían vivo para la fiesta, pero podría estar herido. Yo estoy consciente de que Nicko es fuerte pero aun así estaba muy preocupada.

— Mía, quería hablar contigo —. Escuché la voz de Rex a mis espaldas. Alce mi arco y tire, cogí la pistola que tenía en la cintura me gire y disparé. Sin pensarlo y sin medir a donde disparaba o si le disparaba a Rex. Detrás de el había una botella de cristal guindando de un árbol y la bala la traspaso haciéndola explotar.

— Que quieres hablar conmigo? —. No estaba de muy buen humor para hablar con nadie solo quería practicar hasta que no pudiera mas.

— Ese tiro fue muy bueno Mía, vas muy bien —. Rex se veía muy impresionado así que mi mente envió orgullo a mi corazón. Aún así no tuve ningún tipo de expresión.

— Gracias para eso practico para que sea impresionante y perfecto, no puedo fallar — dije seca.

— Quería disculparme por todo lo que a pasado entre nosotros. Esto no estaba planificado lo lamento —. Rex se acercó a mi y miro a mis ojos fijamente. — No te quería ni te quiero hacer daño, jamas lo haría. Eres una gran amiga para mi. Si, al principio me gustabas mucho pero entendí que lo nuestro no podía ser así que me rendí y me obligue a verte como una amiga. Te respeto, te aprecio y te admiro. Te fallé , lo lamento de verdad —. Dos o tres lagrimas se escaparon de mis ojos y recorrieron por mis mejillas. No dije nada solo lloré. Él era especial para mi, se convirtió en el amigo que necesita aunque no fuera como Jay. Jay es único y siempre sera mi mejor amigo.

— No llores Mía por favor, prometo que cuando esto acabe todo sera como antes, lo prometo de verdad —. Rex me abrazó y pude ver que en los árboles que quedaban a espaldas de Rex estaba Mathew, cuando notó que lo miraba se fue.

— Mathew —. Al parecer Mathew no me escuchó o simplemente me ignoró. Cuando me acerqué a los árboles por dónde se había ido Mathew salio un gran lobo.

Steven.

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora