Capitulo 17 ( Iba a matarte )

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Ryan acariciba mi cabello mientras me miraba.

— Se acabo por hoy — dijo mientras miraba a Axel y a Nickolas. Catalina estaba asustada y se notaban sus ojos cristalizados desde donde estaba. Jay y Amber estaban arrodillados como a tres pasos de mi, simplemente mirándonos preocupados. Aun así esto para ellos debería ser normal.

— Para nada, debo ser fuerte, porqué te detuviste, piensas que no puedo hacerlo verdad? — pregunté triste y avergonzada. Me zafe de sus brazos y me senté en las hojas secas que habían en el suelo del bosque. Mire a Axel que no tenía expresión en el rostro como era de esperarse y a Nickolas que estaba junto a él. Ellos miraron a Ryan que estaba arrodillado con la cabeza agachada.

— Iba a matarte — dijo Axel. — Ryan te estaba transmitiendo sus emociones y los de alguien más y se mezclaron con lo que tu estabas sintiendo. Era muy fuerte para ti, Nickolas y yo no íbamos a dejar que nada te pasara pero cuando Ryan usa sus poderes no se puede controlar, se vuelve muy poderoso —. Mire a Ryan y se me cristalizaron los ojos, se veía muy decepcionado. Me acerqué a él y mi mano tocó su cara, su hermoso rostro lleno de diminutas pecas.

— Tranquilo estoy bien, nunca me harías daño —. Lo se, lo siento. Si me hubiera querido hacer daño ya lo hubiera hecho. Ryan posó su mano encima de la mía y Nickolas se colocó en cuclillas al lado de Ryan.

— Vamos a caminar es mejor alejarnos un rato —. Ryan asintió con la cabeza y tomó mi mano por completo y la acunó con sus dos manos para luego besarla. La besó tres veces, se levanto y se fue con Axel y Nickolas hacia otra dirección en el bosque.

— Bueno estas preparada?— Ahora prestaras atención a todo sonido del bosque, uno de las habilidades que tengo es que puedo escuchar a larga distancia y puedo distinguir un sonido de otro. A ver siéntate como si estuvieras haciendo yoga, relájate y respira, cierra los ojos y escucha a tu alrededor. Siente el viento. Sientes como acaricia tus orejas? — dijo. Reí bastante alto, incluso abrí los ojos para verlo. Steven se encontraba sentado como indio frente a mi a unos siete pasos más o menos y abrió su ojo izquierdo.

— Que haces?, tienes que cerrar los ojos y hacer silencio —. A Catalina le picó la curiosidad y también abrió los ojos y yo cerré los míos rápidamente. — Y tu que?, cierra los ojos —. No sé si Catalina cerró los ojos pero yo no los volví a abrir. — Que escuchas Mía? — preguntó. Yo solo escuchaba el viento. Pensaba en lo aterrador que sería que no pudiera encajar en todo esto.

Pasó una hora y seguíamos aprendiendo lo que Steven nos enseñaba. Audición y visión. Todo era saber distinguir un sonido de otro. Me percate de que Steven me estaba mirando, movió sus orejas y sonrió. Mire por encima de su hombro y por el camino apareció Ryan junto a Axel y Nickolas. Se veían mucho mas tranquilos.

— Se están divirtiendo? — Axel preguntó recostándose de brazos cruzados a un árbol. Ryan me miro y sonrió rascándose la nuca. Estaba nervioso. La luz del sol hacía estallar esos hermosos ojos verdes aunque el sol no lo tocaba. Ryan señaló el camino con la cabeza indicando que fuera con el a caminar, mire a Nickolas y el asintió con la cabeza. No tenía miedo y tampoco estaba nerviosa. Este chico me gustaba y siempre había deseado esto. Mantener viva una conversación con el, tomarnos de las manos, caminar juntos o simplemente estar ahí en silencio pero juntos.

— Perdona por lo de hace un rato, de verdad no fue mi intensión yo nunca te haría daño —. Ryan caminaba pateando todo lo que encontraba en el camino, piedras, hojas y ramas. Estaba intranquilo, arrepentido, avergonzado.

— No te preocupes estoy feliz de estar a tu lado Ryan —. El se detuvo por un momento, tomó mi cara entre sus manos y beso mi frente.

— Te protegeré hasta de mí mismo, lo prometo —. Caminamos por un rato, no muy lejos de donde estaban los chicos, nos sentamos a mirar las ramas de los árboles secos, y los rayitos de sol que alumbraban entre medio de cada rama. Ryan tomó mi mano y la entrelazo con la suya.

No sé cómo ni a que hora, pero nos quedamos dormidos y al parecer por bastante tiempo. Cuando abrí los ojos ya estaba oscureciendo y al rededor estaban mis amigos durmiendo. Sonreí, aquella escena me ponía feliz, mis amigos aunque eran distintos a mi eran lo mejor que me había pasado al igual que mis padres y mis hermanos. Pero el bosque no se veía bien, es decir los árboles y las hojas se estaban tornando grises. El bosque se estaba secando.

— Ryan, Ryan levántate — .Sacudí a Ryan para que se levantara y viera que pasaba algo raro en el bosque, que ya se estaba haciendo de noche y nos teníamos que ir. — Ryan despierta — susurré . Cuando mire bien el rostro de Ryan vi que por su boca estaba sangrando, mis manos estaban llenas de sangre. — Ryan por favor levántate —. Mis lagrimas comenzaron a salir y a recorrer mis mejillas como cascadas de un río. Trate de salir del entrelace de manos que Ryan había hecho antes de quedarnos dormidos, pero era imposible su mano estaba dura como una roca.

— Nickolas, Nickolas me escuchas? — grité tratando de soltar aún el entrelace. — Por favor —. Mis lagrimas seguían bajando por mis mejillas y era algo que no podía evitar, era incontrolable. Cuando al fin pude salir del entrelace corrí hacia Nickolas y estaba completamente pálido como jamás había visto a una persona. Catalina estaba con los ojos abiertos y botaba sangre por la boca y por la nariz mientras lloraba. Entre los árboles habían muchos ojos color rojo que me miraban con furia. Se acercaban a mi lentamente y solo pude gritar un nombre.

— Mathew —.

— Mía despierta —. Quedé sentada en un segundo y respiraba muy agitada, estaba oscureciendo y ya se veían unas cuantas estrellas. — Preciosa —. Mire a Ryan que se veía muy relajado y lo abrace fuerte.

— Ryan estabas —. El me interrumpió antes de decir algo mas.

— Sshh no digas nada solo fue una pesadilla mira por ti misma todos están bien —. Mire alrededor y todos estaban durmiendo. Catalina estaba recostada del pecho de Nickolas, y Amber entre medio de Steven y Axel. Jay estaba sentado en la orilla de un gran árbol, el más grande que había visto, sus raíces eran gigantescas y gruesas.

— Ve —. Ryan señalo a Jay que estaba despalda a nosotros. Sonreí tímidamente y asentí. Camine hacia el árbol y me senté junto a Jay. El inmediatamente giro su cabeza para mirarme y sus ojos se encontraban cristalizados, posé suavemente mi mano derecha en su cara y el sonrió.

— Tuve la misma pesadilla que tú —. Jay volvió a sonreír. — Serás muy poderosa Mía —. Besó mi frente cuidadosamente y volvió a mirar hacia el frente. Me gire para mirar a Ryan y vi que ya todos los chicos estaban despiertos. Catalina levanto su mano para saludarme pero Nickolas se la bajo riendo y saco de su hermoso cabello rojizo unas cuantas hojas que modelaban para todos nosotros. Reí y abrace a Jay.

— Jay, el bosque estaba gris —.

— Lo vi — contesto.

— Que significa? — pregunté.

— Espíritus — Jay me miro. — Se alimentan del bosque, son controlados por un humano sin ningún tipo de poder —.

— Que podemos hacer? —.

— Un trato, el querrá hacer un trato — dijo cambiando la mirada.

— Jay sabías que eres el mejor amigo que la vida pudo darme? —. Jay me miro nuevamente y estiro sus brazos para darme un abrazo. Nickolas se paró del suelo ayudando a Catalina.

— Vayámonos a casa — dijo estirando su mano para que la tomara.

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora