Capítulo 41 ( Ryan ya no existe )

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No sabía que decir, lo unico que sabía era que debía esperar los laboratorios necesarios, no podía apresurarme a nada. Y si era como decía Jay la verdad no me sentía preparada para ser vampiresa no era así como había imaginado y deseado todo.

— Mía despertaste más rápido de lo que pensé. Como te sientes, estás mareada? —. Una luz muy brillante y blanca señaló a mis ojos directo a la pupila. De inmediato cerré los ojos.

— Estas jodidamente loco Steven, me dejaras ciega. Eso no te lo enseñaron en los adiestramientos que tomaste? —.

— Son cursos de primeros auxilios. Esta luz es para los ojos Mía, como podría dejarte ciega? —. Jay comenzó a reír. Nickolas entró y se posó en una de las paredes del laboratorio con los brazos cruzados. Me miraba fijamente y sabía que intentaba leerme. Intentaba que mis expresiones, mi lenguaje corporal o tan siquiera mis ojos le dieran una señal. Los chicos salieron y me dejaron a solas con Nicko.

— Así que el veneno en mi sangre sigue corriendo?. Podría volverme inmortal o muy poderosa. Tal vez me haga psíquica y gane mucho dinero o me de una hermosa voz para cantarte en las noches — . Nickolas estaba muy serio, notaba su frustración por que aún no podía leerme, mi trabajo estaba saliendo muy bien como mi mente lo quería.

— No juegues con esto Mía, esto no es uno de tus tontos juegos, esto puede llegar a ser muy grave — . No quería enfadar a mi hermano pero tampoco quería preocuparlo viendo que yo sentía miedo o algo parecido. No era como si quisiese ser vampiresa pero no sentía que fuese tan malo, digo, puedo hacer cosas que las personas ni se imaginan.

— No juego Nickolas, solo quiero que estés relajado. No te preocupes el veneno saldra solo, no podra soportarme toda la vida —. Nickolas sonrió y se acercó. Me abrazó y besó mi frente.

— Miller estuvo aquí —. El cuerpo de Nicko estaba tenso y muy frío. Pero al mencionar el nombre de Miller el frío se fue, se esfumo y su cuerpo comenzó a emanar calor. Yo me sentía en mi hogar, el lo era, Nickolas era mi hogar.

— Estuvo aquí, porque no me levantaron?. Para que vino, donde está? —. Deje de abrazarme a el cuerpo de Nickolas, el se giró y comenzó a caminar alejándose unos cuatro pasos de mi.

— Vino a verte, se entero de lo que ocurría. Dice que Ryan está mal, que eres la unica que puede ayudarlo —.

— Como se entero, quien se lo dijo?. Y que tengo que ver yo con Ryan? — . Nickolas se giró hacia mi con una mano en el bolsillo y la otra rascándose la nuca.

— Pues no se, no hagas tantas preguntas Mía el solo me dijo lo que te acabo de decir y que Ryan esta descontrolado, al parecer esta dejando que Mathew lo controle o no se algo así no me dijo exactamente lo que ocurria con el —dijo Nicko.

— No te dijo dónde podías encontrarlo? —pregunté.

— Me dio esta dirección quiere que vallamos todos hoy y que estemos preparados. Yo no estoy muy de acuerdo creo que nos llevara hacia Ryan—. Me quedé pensando varios segundos analizando el porqué tendríamos que ir preparados.

— Preparados? — . Subí una ceja, tenía la cara adormecida así que no sentía mucho los movimientos. — Si nos lleva hacia Ryan nos entrega a los cazadores —. Nickolas se escogió de hombros y se acercó solo un poco.

— Descansa un poco saldremos en par de horas, llamaré a los chicos y prepararé armas o yo que se. Asentí con la cabeza y Nickolas se fue.

Todo se puso oscuro y soñé que caminaba hacia un viejo castillo que se adornaba de telarañas y suciedad. Muy abandonado y las paredes estaban rasgadas parecian arañazos de lobo. Habían cosas escritas en las paredes y en las columnas, estaban en un idioma que no conocía. Seguí caminando y me encontré con un enorme espejo, escuché un ruido a mis espaldas y me giré. Cuando di la vuelta había una fiesta, la gente bailaba y bebía. Supongo que era una fiesta de vampirismo porque estaban bebiendo sangre. En el centro había una mesa y encima un gran lobo, si Steven era enorme este era el doble de grande. Escuche decir "murió el rey" y los vampiros reían. El lobo estaba muerto pero aún así encadenado. Los cristales se rompieron y decendieron lobos. Salian de todos lados, comencé a dar pasos para atrás y uno de los lobos al parecer me vio por que comenzó a correr hacia mi quizás pensando que yo era una vampiresa. Corrí pero detrás de mi solo estaba el espejo, no se como entre en el espejo pero el lobo se quedo al otro lado. Cuando giré todo estaba cubierto de nieve, hacía mucho frío, sentía que me congelaba.

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora