Capítulo 29 ( Rex )

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— Mathew? —. Era increíble y yo obligaba a mi cerebro a decir que lo que había escuchado no era verdad. Que nunca pasó lo que vi. Oriana estaba en ropa interior y Mathew encima de ella.

— Que haces ahí parada, disfrutas? —. Oriana se escuchaba más falsa que nunca. Mathew levanto su mano y la colocó en la frente de Oriana y ella cayó en un sueño profundo. Salí corriendo de allí con mi arco en mano. Dejando un espectáculo atrás. Corrí lo más rápido posible para mi y tomé una curva para entrar a otro pasillo cuando vi algo que me terminó de destrozar. Me sentí mareada y todo parecía en cámara lenta. Caí al suelo arrodillada, todo se escuchaba lejos y como si el pasillo tuviera eco.

— Te amo no lo olvides — el sonrió. Levanté mi arco al nivel de mis hombros, tire del hilo y la flecha fue a gran velocidad y dio en el corazón a uno de los guardias pero ya había sido muy tarde.

— REX !— grité. El vampiro cayó hacia atrás y él pecho de Rex azoto en el suelo al igual que su cara. Sin casi fuerza comencé a correr hacia él. Todo me parecía en cámara lenta aún, como si fuese una pesadilla.

— Rex por favor levantate, te lo suplico no me hagas esto. Dijiste que todo volvería hacer como antes tu lo prometiste REX! —. Mi llanto no me dejaba pensar. Escuché unos pasos a mis espaldas, me giré y se acercaban dos vampiros con los colmillos por fuera. Me levanté coloqué el arco en el clip de mi espalda y tomé las dos estacas. Corrí hacia ellos con coraje. No importando que ellos vinieran a gran velocidad. Me agaché pero no me giré. Rápidamente levante mis brazos y empuje las dos estacas hacia atrás, cuando los dos vampiros se giraron ya las estacas estaban en sus pechos y así mismo cayeron hacia atrás. Mire a lo lejos a Rex tirado en el suelo por mi culpa por no reaccionar a tiempo.

— Mía lo encontré esta en la 182 —. Steven me indicó dónde estaba Nickolas. Y al parecer abajo en la fiesta no escucharon nada ni tan siquiera cuando grite el nombre de Rex por que no se formo ningún escándalo. Corrí lo mas rápido posible buscando la habitación 182 y ya me estaba cansando. Me dolía el corazón. Tuve que dejar a Rex allí y de seguro Mathew estaba buscándome para tratar de explicarme lo que yo no quería. Un vampiro me tomó de un pie mientras corría. Caí y mi boca azoto el suelo de tal manera que comencé a sangrar.

— Rayos eso dolió —dije cerrando los ojos.

Estaba tendida en el suelo y el vampiro me giro, al ver que sangraba intento morderme y luche para que no lo hiciera. Yo solo esperaba que en la posición en la que estaba y con el peso del vampiro no se rompiera mi arco. Y forcejeando con el l vampiro se escucho un disparo.

— Ah! — escuché gritar. Por la frente del vampiro comenzó a chorrear sangre, lo empuje evitando que la sangre me cayera a mi. Me lo quité de encima y me levanté. Mis ojos hinchados de tanto llorar y mi voz entrecortada.

— Catalina que haces aquí?, se supone que estés abajo —. Apostaba lo que fuera a que Catalina había tirado del gatillo sin querer.

— Lo se pero estaba muy nerviosa y Axel se me perdió, Amber estaba allí con Marta pero estaban hablando con unos vampiros y decidí subir —.

— Bien pues vamos por Nickolas, se encuentra en la habitación 182 — . Ibamos a comenzar a correr cuando Mathew nos bloqueó. Catalina disparo sin pensarlo pero la bala se detuvo inmediatamente salió de la pistola.

— Tienes que escucharme Mía por favor — . Realmente no quería escucharlo y no podía perder el tiempo escuchándolo. Así que tomé mi arco y una flecha, coloque la flecha en el arco y tire. Mathew la detuvo y Catalina una vez más disparó pero el volvió a detener la bala, esta vez con la otra mano. Cogí mi pistola de la correa y disparé, esta no la pudo detener pero solo le rozo el hombro. En ese momento Mathew cayó al suelo y detrás Amber con su mano hacia él.

— Vamos, Mathew está dormido. Cayó en un sueño no tan profundo ya mismo se levanta —.

— Mathew está dormido? — pregunté confundida. Lo hiciste dormir Amber?, pensé que solo el podía hacer eso —. La verdad pensaba que solo Mathew podía, el era quién me hacia dormir.

— Lo lamento Mía, yo era quién te hacía dormir, esa vez en el instituto, con Rex en tu cita, en mi casa, lo lamento pero es una larga la historia y no tenemos tiempo —. Cuantas sorpresas mas en el día de hoy?.

— Corrimos y cada paso era un vampiro nuevo, Amber era de mucha ayuda ya que los hacía dormir o los torturaba y los mataba. Llegamos a la habitación y allí estaban esperándome Jay, Steven y Mike para que desatara a Nickolas ya que ellos no podían. Lo desaté rápido y quité su venda.

— Nickolas! — lo abracé con todas las fuerzas que me quedaban, llorando desconsolada mientras el decía lo mucho que me amaba. Catalina estaba llorando en la puerta y Nickolas le pidió que se acercara. Ella se arrodillo junto a nosotros al igual que los demás. Steven lloraba con fuerza y esperaba ansioso que le indicaran la señal para todos atacar.

— Toque el collar que me había regalado Ryan y eso me dio una visión. Oriana había despertado y nos buscaba a todos como loca.

— Ahora Steven, hazlo ahora — dije mirándolo.

— AAUUUUU!!!!!!!! —. Steven aulló y abajo en la fiesta se escuchó un grito de guerra. Había mucho ruido, la Revelion de Rebelados estaban peleando con los Sivit. Tome mi arco y una flecha.

— Listos? —. Ahora oficialmente empezaría mi guerra contra los Sivit. Salimos de la habitación sin separarnos. Catalina se veía asustada pero andaba de la mano de Nickolas y ella sabía que no le pasaría nada. Comenzaron a subir vampiros o brincaban del techo y de los candelabros que colgaban haciendo lucir lindo el castillo. Al pasar por las escaleras reales vi un cuadro de la familia real de los Sivit, habían muchas personas en la foto como en la foto familiar de Amber. Pero la vi, ahí estaba Oriana. Tire del hilo del arco y la flecha se disparo al cuadro justamente en la frente de Oriana. Bajamos por las escaleras y nos separamos en el centro. Era increíble ver a la Revelion pelear por primera vez de frente y cada vez que uno me miraba me sonreía como si me conocieran.

Se habían acabado mis flechas grandes así que opte por usar las cuchillas pequeñas. En un momento quede chocando espaldas con Nickolas y venían cinco Sivit para cada uno. No miento sentí miedo, pero mi mayor miedo era perder a mi hermano y el ya estaba conmigo. Apreté la cuchilla en mi mano derecha y cuando iba a atacar los vampiros cayeron muertos al suelo como por arte de magia, mire a Nickolas y el se encogió de hombros.

— A mis bebés no —. Era un día lleno de sorpresas pero esta si no me la esperaba. Volví a mirar a Nickolas y el se volvió a encoger de hombros.

— Historia larga — dijo mirandolos.

— Mamá ?, рарá ? —.

El chico vestido de negro { 1 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora