No puedo moverme.
Sabía que era muy raro que estuvieran demasiado tiempo sin molestar, pero nunca pensé que fueran a hacer algo como eso.
Esa foto no es mía. No soy yo.
Mis manos comienzan a temblar, mis respiraciones se aceleran, el corazón se me quiere salir del pecho y mi visión se comienza a nublar. Los gritos de los demás se oyen lejanos y siento como alguien me quita el celular de las manos, me toma de los hombros y me comienza a sacudir.
- ¡Sofiaa! -me grita la que creo que es la voz de ¿Tylor? ¿Lucia?
<Respira, por favor. Olvídate de eso, tú solo respira, por favor>
Me siguen sacudiendo, está vez con más fuerza.
- ¡Sofia mírame! -me grita. y hago todo lo posible por enfocar a la persona que me habla-. Respira.
Lo único que diviso entre la bruma de mi visión es una mancha rubia frente a mí.
Lucia.
<Tu puedes, por favor concéntrate>
- N-No...No pu-puedo...
Mis manos ya no son las únicas que tiemblan, mi cuerpo entero lo hace.
- Si puedes Sofi. Mírame.
Frente a mi se atraviesa alguien más.
Tylor.
Pestañeo varias veces para quitar las lágrimas y las logro enfocar.
- Trata de hacer lo mismo que yo -dice y comienza a inhalar y exhalar de manera lenta para que yo la siga.
Niego con la cabeza eufóricamente cuando el nudo en mi garganta no deja pasar el oxígeno.
- Sof... Por favor concéntrate -me dice Lucia
<Tu puedes, hija de puta, concéntrate>
Trato de hacer igual que Tylor pero solo consigo desperarme aún más.
Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.
- Eso Sofi, tú puedes, sigue así -me dice Lucia mientras trata de darme una pequeña sonrisa que le sale más como una mueca.
Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.
Después de un momento que se me hace eterno logro normalizar un poco mi respiración, mis latidos van acoplándose a su ritmo habitual y mi visión se vuelve cada vez más clara.
- Bien echo, Sofia, bien echo -me dice Tylor, orgullosa, mientras me limpia más lágrimas que van descendiendo por mis mejillas.
- Ty tiene razón pero, Sofia -me dice Lucia perdiendo la calma que tenía en su voz-, necesitamos que hagas a Izan reaccionar antes de que lo mate.
No me da tiempo a procesar lo que acaba de dejar porque se coloca a mi lado dejándome una libre visión de lo que está pasando.
Leo está en el suelo con el rostro ensangrentado y trata de quitarse a Izan de encimma, quien está fuera de control.
Lucas, Mateo, Marcelo y Alejandro tratan de quitárselo de encima a Leo, pero es inútil.
No siento ningún tipo de remordimiento o pena por el estado en el que está Leo pero no quiero que Izan se meta en un problema más grave del que va a tener por esto.
- ¡Izan! -grito y un alivio increíble me recorre el cuerpo cuando veo como el camino del golpe que iba a darle a Leo queda a medias.
Mira en mi dirección y el corazón se me congela.
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Espejos grises
RomanceElla iba distraída en el pasillo y no se dió cuenta que estaba por chocar con alguien. El iba con mirada perdida y no se dió cuenta que alguien caminaba hacia él. Ella es una lectora que le gusta correr (por muy raro que suene) El es un armador que...