Pasamos a los demás, quienes se le quedaron mirando a Izan con un poco de diversión porque puede que por el camino le haya dejado uno que otro beso en la parte que su camisa deja expuesta de su pecho y cuello, cosa sobre lo que el no puso queja alguna.
Bajamos del auto y me concentro en observar al lugar que nos recibirá hoy.
— ¿Entramos entonces? —pregunta Tylor y todos asentimos.
Comenzamos a caminar pero yo me detengo cuando caigo en cuenta de que Izan no se ha movido de su posición así que me doy la vuelta para verlo.
— ¿Pasa algo? —le pregunto y el niega con la cabeza.
— ¡Tortolos, apresúrense! —nos grita Lucia.
Niego con la cabeza divertida y comienzo a caminar hacia la puerta pero si mano me detiene.
— ¿Pasa algo? —le vuelvo a preguntr y veo como busca algo en su bolsillo.
— Toma —dice y me tiende las llaves de su coche.
— ¿P-Por qué me las das?
— Para que las guardes, tonta —me da un golpe en la punta de la nariz.
— ¿No es mejor que las guardes tu?
— Puede, pero quiero que las guardes tú.
— Pero...
— Que las guardes, pesada —me corta mientras sonríe.
— ¿Y dónde me las guardo genio? —enarco una ceja con sarcasmo—. No tengo bolsillos.
— Respuesta fácil —estira su mano hacia el valle de mis senos y mete las llaves entre mis tetas.
¡Entre mis tetas!
— ¿Estás loco? —digo buscando sacarlas.
— Puede ser pero deja las llaves allí —detiene mis intensiones.
— Es incómodo —trato de sacarlas pero el me vuelve a tomar de la muñeca con suavidad.
— Acomódalas, pero no las saques.
— Pero..
— Nada —dice y chillo con frustración—. No rechistes y vamos que nos deben de estar esperando.
Resignada, hago lo posible por acomodarme las llaves y cuando ya no las siento tanto comenzamos a caminar.
Entramos a la casaa cual está completamente llena de personas y reconozco varias caras con las que me he cruzado en los pasillos de la universidad. La manera en la que está organizada me recuerda a la fiesta que hizo Marcelo, solo que esta casa tiene dos pisos y al fondo entre el tumulto de gente logro divisar una puerta corrediza que supongo que llevará al patio.
— Vamos a tomar algo —Luci anos toma del brazo a Ty y a mí y nos arrastra hasta algún rincón del salón.
Las luces no están apagadas pero igualmente no veo casi nada y cuando me logro adaptar a la nueva iluminación veo que estamos en la cocina de la casa. Luci está de puntillas buscando algo en una de las repisas.
— ¡Bingo! —dice y saca una botella de vino.
— Luci, eso no es nuestro, déjalo allí —habla Tylor
— Es una fiesta, vinimos a divertirnos —dice Lucia mientras que busca tres copas y comienza a servir el vino en ellas.
— Lucia tiene razón —le digo a Tylor, encogiéndome de hombros.
Ty luce un poco insegura aún pero termina aceptando la copa que le da la rubia.
Dejamos las copas en su lugar pero nos llevamos la botella con nosotras y buscamos a los chicos. Están en una mesa en uno de las esquinas, solos.
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Espejos grises
RomanceElla iba distraída en el pasillo y no se dió cuenta que estaba por chocar con alguien. El iba con mirada perdida y no se dió cuenta que alguien caminaba hacia él. Ella es una lectora que le gusta correr (por muy raro que suene) El es un armador que...