capítulo 24

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Mi alarma de las 6:30 a.m no me deja seguir con el sueño.

¿Les ha pasado que cuando están tiendo un sueño que les está gustando mucho pero despiertan y tratar de volver a dormir para continuarlo? Pues, ahora mismo lo haría si no fuera porque hoy es martes.

<Que alguien desinstale la universidad por favor y gracias>

Con toda la pereza del mundo hago el edredón a un lado y suelto un jadeo involuntario cuando mis pies descalzos sienten el piso frío.

Antes de levantarme me estiro lo más que puedo y cuando siento algunos huesos crujir me relajo y disfruto de los segundos de paz que me ofrece la sensación. Finalmente me levanto y todo comienza la rutina de todos los días: Ir al baño, lavarme la cara, bajar a desayunar, conversar unos minutos con mis padres, volver a ir al baño pero está vez para darme un baño descendiente, volver al cuarto y cambiarme.

Me estoy colocando mis converses cuando una notificación llega a mi celular. Termino de atar los cordones y tomo el aparato, lo desbloqueo y mi cara extrañada no tarda en aparecer.

Es un mensaje de Leo.

Amor🦁💗: Me gustaría hablar contigo.

Sonrío al ver los emojis con los que lo tengo registrado. Filosofía es la única clase que comparto con él, pero hoy no me toca esa materia. No tardo mucho para formular mi respuesta.
                                               
Yo: Está bien, nos podemos ver durante el descanso en el salón de arte.

Pasan unos segundos y recibo la respuesta.

Amor🦁💗: Ok.

Antes de volver a bloquear el celular me fijo en la hora, son las siete y veinte de la mañana, así que alisto las cosas que voy a necesitar hoy y me dispongo a salir de casa.

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¿Por qué tiene que existir la clase de historia?

Estoy por quedarme dormida con la voz del señor Brown de fondo explicando algo cuando un codazo hace que pegue un respingo. Busco el responsable y me encuentro con Lucia, la cual me está dedicado una mirada que se fácilmente se puede traducir como: Espabila.

Vuelvo los ojos al frente y trato de volver a presentar atención.

Izan no se presentó a esta clase y Ale tampoco, según dijeron ahora tenían una reunión con el equipo

Siento mi celular vibrar en mi bolsillo, antes de tomarlo me fijo que el señor Brown está escribiendo algo en el pizarrón y rápidamente lo desbloqueo.

El mensaje es de el mismo que me llamó anoche, osea Samantha.

"Te tengo una sorpresa, princesita" es lo que dice el mensaje.

Blanqueo los ojos al leer ese apodo y guardo una vez más el celular sin prestarle mucha atención a sus palabras. Lucia toca ligeramente mi hombro y cuando la veo prácticamente tiene un cartel en la frente que dice "¿Quién coño te escribió?" y le respondo con una mirada de "Ahora te cuento".

Cosas de mejores amigas, al fin y al cabo.

Suena el timbre y sonrío al recordar que ahora me toca entrenamiento con el equipo de atletismo.

Recojo mis cosas y me cuelgo la mochila al hombro, igual que ayer una mano se cierra en mi muñeca y me arrastra.

Es Lucia quien me conduce por todos los pasillos.

<Pero bueno, al parecer esta es la semana de arrastrar a Sofia por los pasillos>

No vamos muy lejos, solo a unos cuantos pasos de la puerta del salón por el que acabamos de salir.

Espejos grises Donde viven las historias. Descúbrelo ahora