capítulo 60

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Los recuerdos de las veces que el entrenador se colocaba junto a la pista de la universidad llegan a mi mente a medida que los segundos pasan. Mis músculos se comienzan a mover solos al igual que con el silbato de él, pero está vez es cuando el disparo que anuncia que debemos comenzar a correr resuena por los altavoces.

Los gritos no tardan en escucharse cuando todos nosotros comenzamos al mismo paso, un trote lento. El corazón me late acelerado, por ahora no es por el esfuerzo, es por los nervios y la adrenalina.

Siento como algunas personas gritan mi nombre y no tengo que girar el rostro para saber quiénes son.

Conforme va transcurriendo la primera vuelta logro ver de reojo como una chica va aflojando el paso, pero no es porque ya esté cansada. Hago lo mismo porque ahora que lo pienso es una muy buena estrategia, ir más lento y acelerar de último minuto mientras que los demás van al mismo paso, unos de manera más rápida que otros.

Cuando sacudo un poco la cabeza veo que ya estamos cruzando la línea donde habíamos comenzado.

Primera vuelta terminada, faltan nueve.

Me tomo el tiempo de detallar todo y a todos desde mi posición actual. A la chica del cabello oscuro no le he visto bien la cara, pero seguro es muy bonita. Miro a mis lados y veo que más de los que estaban corriendo están aflojando un poco, quedando algunos a mi lado y al de la chica que aflojó primero, otros incluso un poco más atrás. La curiosidad me gana y volteo a ver a la chica justo en el momento que terminamos de dar la segunda.

Otra menos, faltan ocho.

Ella debe de sentir mi mirada porque voltea a verme dándome una mejor vista de sus ojos. Es un color café con pequeñas motas verdes, nunca había visto unos ojos así, pero son muy bonitos y a ella le sientan bien. Sonrío un poco porque ella me recuerda un poco a Tylor y, aprovecho que ella aún está mirándome para articular sin usar mi voz un "Suerte".

Ya se que es una competencia, pero no vine aquí a hacer enemigos. Además, es como si estuviera corriendo con Ty, no me sale ser de otra manera.

Ella después de un rato alza una de sus comisuras y articula un "Suerte" de regreso. Sin borrar mi sonrisa me fijo en los demás corredores que más llaman mi atención. Hay un chico pelirrojo que desata en mi cabeza todos los recuerdos de Samantha haciéndome vida imposible.

Hay dos rubios lo que cada uno está en un extremo de la pista, a uno ya le sube y le baja el pecho por el esfuerzo y el otro permanece sereno. Me recuerdan a los dos rubios cosa que hace que sonría nuevamente.

También hay un chico que me recuerda muchísimo a Leo, lo cual deja una sensación un tanto amarga en mi boca pero lo ignoro cuando me doy cuenta que hemos terminado la tercera vuelta.

Otra menos, faltan siete.

<Tu puedes Sofia>

Yo puedo.

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A medida que las vueltas van pasando mi respiración se acelera, mis músculos comienzan a doler cada vez más y mis pies arden sobre la pista. Entre pensamientos y pensamientos, repasada y repasada que le he dado a cada uno de los que están aquí conmigo y entre las tres búsquedas que he dado con la vista por las gradas buscando al entrenador, mis padres, mis amigos o mi novio a resultado fallida.

No los he encontrado.

Cuando terminó la quinta vuelta nos mandaron a parar a todos para un receso de un minuto, cosa que agradecí, sin embargo no tomé agua porque no quería que me diera dolor en el costado después y se me dificultara lo que quedaba de carrera.

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