Estoy a unos cinco minutos de la universidad y tengo los nervios a flor de piel. Ya varios estudiantes que han pasado por mi lado se me quedan viendo y digamos que eso no me ayuda a la hora de sacar el valor para enfrentar a cientos de alumnos hoy.
Le hice caso a Luci y me puse un conjunto que me hace sentir cómoda pero, sobre todo, linda. Un suéter blanco metido por debajo del dobladillo de mi falda, la cual me llega un poco más encima de la mitad de los muslos pero sin enseñar mucho y unas botas negras me combinan junto con la pulsera del mismo color que decidí ponerme. En cuanto al maquillaje solo me tapé las ojeras que adquirí está semana de insomnio y un poco de brillo labial, nada más.
Llego a la entrada de la universidad y el mundo se me congela cuando todas las miradas se posan en mí.
Las palabras de los chicos pasan por mi memoria dándome un poco más de confianza para hacer esto. Ver a toda esta gente mirándome y cuchicheando solo me reiteró las cosas.
No lo voy a tener fácil, pero no me puedo dejar pisotear ni humillar por nadie, eso no puede volverse a repetir.
Respiro hondo, me enderezo en mi lugar, elevo el mentón, miro a todos para ver qué los cuatro pares de ojos que menos quiero ver en este momento no están entre estos estudiantes. Antes de comenzar a caminar vuelvo a tomar una honda respiración, por si acaso.
Miro al frente y comienzo a caminar con pasos firmes y decididos, muchos se van haciendo a un lado dejándome el camino libre mientras que tengo que pasar por el lado de otros.
Los murmullos no se tardan en elevar.
“Es Sofia”
“Pensé que ya no iba a volver”
“No entiendo cómo tiene el valor de venir aquí después de publicar semejante foto”
“Joder, está más buena en vivo que en la foto”
No aligero el paso en ningún momento, ignorando todos los comentarios.
Estoy por llegar al salón de Historia y veo a Lucia, Alejandro e Izan en la puerta de este. Cuando me ven, me sonríen pero para no salirme del papel me dedico a mantenerme seria.
Debo de estar a unos pocos metros de ellos cuando una voz que no conozco me frena.
—¿Sofia Johnson, verdad?
Miro sobre mi hombro y me encuentro con un chico pelirrojo y un movimiento delante de mi hace que regrese la vista al frente, Izan trata de acercarse junto con los demás pero al ver que niego con la cabeza se detienen.
Tengo que hacer esto sola.
Me volteo completamente hacia el chico con mi mejor expresión indiferente y cruzo mis brazos.
— Si —respondo y el pasa la vista sin disimulo alguno por todo mi cuerpo para después sonreír.
— Seré directo ¿Vale? —alzo una ceja para que continúe hablando—. Ví tu foto y me preguntaba... —da un paso hacia mí— ¿Cuánto cobras por hora?
<Menudo asqueroso>
— Todo depende del del tamaño —bajo la vista a su polla sin vergüenza por mis acciones— ¿Tienes una lupa? Aunque por lo que veo desde aquí probablemente te toque gratis.
La sonrisa que traía el chico se va abruptamente y los que estaban cerca de nosotros ríen mientras que detrás de mi escucho la carcajada de Lucia.
Me doy la vuelta dejando al chico con la palabra en la boca y retomo mi andar hacia el salón de Historia.
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Espejos grises
RomanceElla iba distraída en el pasillo y no se dió cuenta que estaba por chocar con alguien. El iba con mirada perdida y no se dió cuenta que alguien caminaba hacia él. Ella es una lectora que le gusta correr (por muy raro que suene) El es un armador que...