Mikey
Venía de la recepción hacia la habitación. Había ido a correr un poco, cuando llegué, aproveché para mirar las grabaciones del hotel. En estas se veían lo que yo esperaba.
Entré a mi cuarto viendo a Antonella dormir. Ayer habíamos llegado muy tarde, por lo que entiendo que siguiera durmiendo.
Fui al baño a tomar una ducha, hoy venían al hotel a tatuarme, pensaba ponerme el nombre de mi hijo en el brazo. Termino y salgo del baño rodeando una toalla en mi cintura, abrí el armario sacando la ropa que tenía pensado ponerme.
"Toc toc"
Escuché pequeños golpes provenientes de la puerta, supuse que era el desayuno que había pedido hace rato.
Dejé entrar a la señorita con un carrito donde se hallaba la comida.
— Aquí tiene, señor — responde tras dejar todo en el desayunador en la terraza. Su mirada la delataba, miraba candentemente mi figura.
— Gracias — simplemente la miré esperando que se retirara.
— De nada — miraba como dormía Antonella sobre la cama, vuelve a mirarme antes de salir — Espero que le guste el desayuno a usted y a su pareja — formula una sonrisa.
— Yo también espero que le guste a mi mujer — respondí. Su rostro se tornó serio tras mi respuesta, no contaba con que dijera que era mi mujer. No esperé que respondiera algo, cerré la puerta de inmediato.
Olía bastante bien, había pedido unos cofres con chocolate blanco y fresa, y café helado para la niñita. Yo simplemente pedí un café para mí.
Llevaba una franela blanca, pantalón de chándal gris y unas deportivas blancas. Me había hecho una media cola, pensaba cortarme el pelo también, ya lo llevaba bastante largo.
— Mikey...
— Hola muñeca — giré hacia ella al escuchar su vocecita — Buenos días.
— Buenos días... — frotó sus ojos con ambas manos como una niña. Se detuvo a observarme un momento — ¿Qué hora es?
— Las 11:27.
— Oh, ya — sus ojitos rasgados de recién levantada eran hermosos. Su tono al hablar tan suave era relajante.
— Aquí tienes el desayuno — cojo la bandeja llevándoselo a la cama.
— Ay, Mikey, no hacía falta — sonríe agradecida — Me gustaría cepillarme y lavar mi rostro primero.
— Está bien — vuelvo la bandeja donde iba, le pasé la tarjeta para que entrara directamente sin tener que tocar.
Se levanta saliendo del cuarto camino al suyo, en el transcurso vino Nelson hacia el mío.
— Buenos días, Mikey — sonríe.
— Buenos días — sentándome mientras reviso unos documentos sobre un negocio que quería abrir.
—¿A qué hora quieres que salgamos hoy?
— Sobre las 16:00 está bien, quiero llegar con tiempo.
— Oye, respecto a llevar a Antonella, ¿crees que le sentará bien?
— Es mejor que lo sepa de una vez por todas, así deja de sentirse mal por lo que no debería — lo miré dando un sorbo al café — De hecho no hace falta que vengas, porque hoy no va a ver mucho de qué hablar, lo sé.
— ¿Seguro?
— Sí, quiero que lleves a Camila a dar una vuelta, a comprar cosas o a la playa, que se entretenga un poco.
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Adicto Deseo [#2]
RomanceDos años después fueron suficientes para Antonella. Reconstruyó su vida a pesar de un largo sufrimiento, pudo sacar adelante a su querido hijo el cual fue producto de su gran amor que perdió por las injusticias. Ella se volvió a enamorar y se casó...