Habíamos llegado a España, cada uno tomó su rumbo. Me sentía extraña, pero todo había vuelto a la rutina, bueno, casi todo.
— ¿Cómo te fue cariño? — sus manos rodearon mi cintura elevándome del suelo.
— Mmm.... Bien amorcito, bien — reí un poco abrazándome a él — ¿Y tú, qué tal, qué tal sin nosotros?
— Madre mía, un calvario, no sabes como te extrañé — sus labios tomaron los míos besándolos con tranquilidad.
— Yo también te extrañé — murmuré cerca de sus labios a lo que sonrió.
— Y tu campeón, ¿qué tal, cómo lo pasaste? — me deja en el suelo para así tomar ahora a Mike.
— Mu bien — aplaude sonriente. Le enseña el coche que tenía en sus manos — Mila.
— Uy, ¿y esto, quién te lo ha dado?
— Tita Camelita — dijo sonriente, solté una carcajada.
— Camila mi amor, tía Camila — acaricio su cabello ondulado.
— Qué lindo carro — Natt ríe también — lo baja de sus brazos — Amor, me tengo que ir. Has venido, pero yo me he ido — se dirige a mí — Tengo que trabajar, quería conseguir el día libre, pero nada, mucho trabajo, ya verás cuando lo retomes.
— Ay no, enserio — refunfuño haciendo pucheros.
— Si cariño, sí — dándome un cálido beso en la frente se despide — Nos vemos por la noche, voy a intentar salir un poco más temprano.
— Tranquilo, tomate tu tiempo y ve con calma, yo tengo que desempacar las maletas, ya veré si me paso por casa de mis padres o que.
— Vale preciosa — tomando mis manos, deposita un sutil beso en ellas como si se tratara de lo más delicado que existiera — Adiós linda, adiós lindo — después de la despedida se fue dejándonos solos con el gran silencio de la casa.
— Bueno bebé, te hago una bañerita mientras yo voy a poner a lavar ropita — subo junto a mi niño al cuarto. Una vez allí, lo desvisto llevándolo al baño, lleno la tina muy poco con agua tibia, busco sus juguetes preferidos y lo meto en ella dejándolo jugar.
Mientras tanto yo, tomé ambas maletas poniéndolas sobre la cama donde las desempaqué y por colores fui haciendo pequeñas montañitas. Empezando por la de color, la llevé a lavadora, puse detergente y olor. Rápidamente, volví a la habitación haciendo lo mismo con la ropa de Mike, me gustaba lavarla aparte con otro tipo de jabón.
Prácticamente, esta fue mi mañana, lavar ropa y tenderla. Después del bañito de Mike y una gran comidita hecha por Natt, queda totalmente rendido en mi cama, aproveché para darme una ducha veloz y ponerme un chándal cómodo marrón. Sin mucho apetito, pero con ganas de comer algo, cogí unas palmeritas con un poco de jugo, mientras me lo comía, hablé con mis padres informándoles que estaba ya en casa y que porque mejor no venían ellos, en verdad estaba bastante cansada, estos me dijeron que un poco más tarde vendrían, querían dejarme descansar un poco.
Me detuve a pensar en Alonso, cayendo en cuenta que no había puesto seguro en casa, como Sonic bajé a ponerle llave a la puerta principal y no conforme con ello también le puse el seguro, así hice con las demás puertas. Era increíble como ni en mi propia casa estaba segura. Cerrando las ventanas pude percatarme de un auto negro estacionado frente a la casa, dos opciones pasaron por mi cabeza, Mikey o Alonso, no quise optar por la mala, así que antes de pensar cualquier cosa llamé a Mikey para poder preguntarle. Tras tres toques me contesta.
— Dime muñeca — su tono tan sereno me hizo sentirme segura.
— Hola Mikey, perdona si te molesto, pero quería saber si ese auto que está frente a mi casa es tuyo o de...

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Adicto Deseo [#2]
RomanceDos años después fueron suficientes para Antonella. Reconstruyó su vida a pesar de un largo sufrimiento, pudo sacar adelante a su querido hijo el cual fue producto de su gran amor que perdió por las injusticias. Ella se volvió a enamorar y se casó...