Capítulo 19

17.1K 617 314
                                        

Había transcurrido aproximadamente un mes, aunque podría haber sido dos, desde que regresamos a Italia. Finalmente, me encontraba reunido con mi hijo. A pesar de haber dejado atrás Marruecos, los tratos con el coronel continuaban en marcha; de hecho, él había viajado unos días para tratar directamente con Nelson. Mikey seguía en paradero desconocido desde aquella fatídica noche. Había hablado con Nelson e incluso había utilizado su intermediación para comunicarse con nuestro hijo, pero para mí no había ni una llamada, ni una señal. 

En los últimos tiempos, había estado más tiempo con Natt, quien también se trasladó a Italia para estar cerca de Mike y para continuar con las negociaciones pendientes con los Grace y otros asuntos relacionados con Alonso. Natt deseaba mimarme y protegerme en todo momento; juntos pasábamos tiempo recorriendo diversos lugares, como en tiempos pasados. A pesar de este acercamiento, aún resultaba difícil asimilar la tensión que existía entre nosotros.

— ¡Buenos días, gente maravillosa! — de un brinco apareció Camila por la puerta de la cocina.

— Buenos días mi niña — la suave voz de Margarita me hizo esbozar una sonrisa.

— Hola nana — corrió hacia ella para darle un fuerte abrazo — ¿Cómo estáis, qué estáis haciendo que huele tan delicioso? — miraba minuciosamente los boles con comida — ¡¿Tortitas?! — alza la voz.

— En efecto, tortitas — me reí viéndola — Ya que estás — procedo a desatar el pequeño lazo que rodeaba mi cuerpo del delantal quintándomelo — Sigue tu mientras, voy a ver a Mike.

— Ok — procede a ponérselo — Ah si, te ha llegado algo, está en la puerta — su tono sonaba serio, y su sonrisa se había desvanecido.

— ¿El qué? — extrañada por su comportamiento tan repentino.

— Míralo tú misma.

Salí de la cocina dirigiéndome al recibidor. Sobre una mesita, había un arreglo floral grande y hermoso con numerosas flores de distintos colores y especies, podía imaginar de quién era. Me acerco cogiendo un sobre que se sostenía entre las flores.

Muy buenos días, espero que estés pasando una linda mañana, ansío por verte esta noche.
Natt (tu esposo).

No pude evitar reírme un poco por esa aclaración. Esta noche habíamos quedado para cenar, honestamente no tenía muchas ganas, pero Natt siempre sabe cómo convencerme. A pesar de aceptar, seguía sin querer ir, no quería que pensara que le estoy dando entrada a algo de nuevo, tan pronto.

Con cansancio en mis pasos, subí las escaleras hacia la habitación de mi hijo. Al entrar, lo vi dormir profundamente, como un campeón, después de una noche de juegos con Camila y Natt en la sala. Esos dos son como unos segundos padres para él, siempre presentes y cariñosos. Margarita también ha sido de gran ayuda, jugando con él y asegurándose de que coma bien...

Después de observarlo un rato, con la carga de no haber hablado mucho con mis padres últimamente, decidí llamarlos. La verdad es que me sentía mal por no mantener una comunicación más constante. Mi hermano es quien más cerca está, solía hablar con él por llamada. Mamá respondió al instante, y entre charlas pausadas, traté de explicarles mi ausencia, como solía hacerlo.

Colgué tras una extensa llamada, aún era temprano para levantar a Mike, así que lo dejé dormir un poco más. Abandono la habitación yendo al despacho de Nelson. Toqué dos veces la puerta y tras escuchar su permiso entré.

— Holiiiis — caminaba sonriente hacia el asiento, él estaba detrás de la mesa mirando a mi parecer unos papeles.

— Hola guapa — amable me respondió sin levantar la vista del papel.

Adicto Deseo [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora