Capítulo 17

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Natt...

— Mira a quién tenemos aquí — la sonrisa arrogante de Mikey se intensifica agarrándome del culo para provocar la ira de Natt, lo que parece surtir efecto.

— Suéltala, ahora mismo — su mirada siniestra penetraba la de Mikey burlona.

— Tu a mi, no me mandas — elevó la voz con superioridad.

— Ya — intervine — Basta los dos —  doy palmaditas en el brazo del italiano para que me soltara, me obedece al momento.

— Antonella...

— Shh — alcé la mano para callar a Natt, quien iba hablar — No tienes ningún derecho de reprocharme nada — alisando mi vestido con las manos.

— Eres mi esposa Antonella — no hablaba desde el corazón, si no de la rabia.

— Ahora te acuerdas — reí posando mis manos en la cintura — Estabas coqueteando con una mujer en mi propia cara, ¿y ahora tienes el cinismo de decir que soy tu esposa? No me hagas reír Natt.

— No lo entenderías Antonella, ella es...

Lo interrumpí nuevamente.

— No me importa quien sea, una cosa no quita la otra. Además, no tengo tampoco porque reprocharte nada, yo me acosté con Mikey, dos veces de hecho — recalqué mirándolo a los ojos rabiosa — Y tú si gustas, puedes hacer lo mismo con la señorita o con quien sea.

— ¿Te estás escuchando? — Natt se acerca a mí reteniendo la mirada.

— Si, me estoy escuchando, y por eso te digo que no tengas remordimiento, tú haces lo que quieras con tu vida, y yo hago lo que quiera con la mía.

— Te recuerdo que estamos casados, por lo tanto, no puedes estar con... — reprimió lo que fuera a decir contra Mikey, quien observa con gozo detrás nuestro — este.

— Casados bajo un engaño — recalcando la última palabra — Te recuerdo yo, que fui un simple plan para tu venganza.

— Ya te dije que eso cambió, yo te am..

— Basta, basta ya Natt — retrocedí llevando mis manos al rostro para aguantar las lágrimas que iban a brotar de los ojos — Ya te lo dije esta tarde, mi prioridad es mi hijo — apuntándome con el dedo.

— Y yo te dije cuál era la mía — sin dejar de mirarme.

— Buena suerte — pasé a su lado saliendo hacia la multitud, al girarme para ver a Mikey vi como se echaban una mirada desafiante él y Natt.

— Antonella — a lo lejos venía Camila junto a Nelson — ¿Dónde estabas?

— Estaba hablando unas cosas — agite la mano — Olvídalo.

— ¿Pasó algo? — pregunta Mikey mirando a su hermana quien tenía un gesto un tanto integrándote.

— Mejor vamos yéndonos, en el auto os digo — poniéndose en un lado para dejar pasar a Camila.

Todos nos despedimos de los invitados conocidos y fuimos a nuestro auto, una vez dentro Nelson se relaja abriendo la chaqueta de su traje.

— Cuando salisteis, el coronel me informó que mañana realizaría una fiesta.

— ¿Otra? — suspiré exhausta, ese hombre vive de fiesta en fiesta. 

— Pero no cualquiera — negó con el dedo.

— A esta fiesta asistirá Alonso — recalca Camila llamando mi atención.

— ¿Alonso? — expresé con sorpresa, todo parecía tan fácil. Miré a Mikey, quien no articulaba sorpresa alguna.

Adicto Deseo [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora