— No me creo que vaya a ir a Marruecos tía — Camila brincaba de emoción mientras observaba una prenda. Juntas habíamos venido al centro comercial para ver unas cosas que necesitaba Camila para el viaje, se encontraba muy emocionada como si lo que iba a hacer no fuera peligroso.
— Cami, ¿tú crees que nos vamos de vacaciones o qué? — solté una pequeña risa — Vamos para hacer de acompañantes, nada más, con ese simple acto ya nos estamos jugándonos la vida.
— No lo creo Anto — deja la prenda donde pertenecía — Si no Mikey no me hubiera dejado ir — camina rumbo a no sé donde.
— Eso es verdad, no entiendo por qué quieren que vayamos, es tan raro que Mikey sea el de la idea, para mí que esconde algo.
— Pues mira que lo he pensado también.
Para ser sincera el comportamiento de Mikey me extrañaba, el hecho que insistiera para que vaya con él se me hizo un tanto misterioso, nunca le ha gustado la idea de que esté involucrada en sus negocios, y mucho menos con la gente que conoce.
— Oye, sobre Mikey y Nelson, qué onda, ¿ya se llevan?
— Por lo que he visto sí, es decir, hablan por teléfono porque Nelson no ha vuelto a la casa, no lo ha dejado volver.
— Mm... ya — observo a mi principito quién iba conmigo de la mano.
Seguimos dando pequeñas vueltas por el centro comercial, no había comprado nada, ya que no lo necesitaba. En cambio, Camila, sí compró varias cosas.
— Oye, ¿Natt y tú? — nos sentamos un rato a tomar un café.
— No me ha llamado, ni tampoco escrito, he querido hablar con él, pero es mejor que le dé su espacio, es entendible que no quiera saber de mí.
— Pues yo creo que ha actuado de una manera inmadura — cruza sus piernas debajo de la mesa — No tenía que irse así como si nada, un verdadero hombre se quedaría a escuchar, aunque luego lo que digas no le convenza.
— Ya Cami, pero también hay que ponerse en su lugar, lo he engañado, dos veces, a mí me hacen eso y la persona que se va es él, no yo.
— Mm... Ya — da un pequeño sorbo pensativa — Oye, ¿no te has preguntado cómo se enteró? Porque me has dicho que Mikey no fue, dudo mucho que haya sido Alonso.
— Pero si no fue Alonso, quien más, que yo sepa, no tengo más enemigos aparte de él.
— Y si fue él mismo, es decir, contrató un detective o algo y te descubrió, todo puede ser.
— Podría ser, no lo he pensado — caigo en esa posibilidad — En fin, no quiero pensar más en eso — esta vez doy un sorbo a mi bebida. Me percaté de una presencia cerca de nosotras que nos observaba — Cami, vámonos ya — me levanto sin alarmarla.
— Okay — se levanta después de mí. Nos apresuramos a salir del centro, pero nada más cruzar la puerta, una camioneta negra paró frente a nosotras.
— Entra, rápido — tiré de ella entrando nuevamente, en este momento había cogido a Mike en brazos para poder moverme más rápido.
Los nervios de Camila empezaron a contagiarme, dimos un par de vueltas para perder de vista a quien estuviera siguiéndonos. Encontramos lo que pensamos que sería nuestra salvación: la puerta de emergencia. Con pasos rápidos salimos por dicha puerta. Dos siluetas se plantaron justo en nuestra cara haciendo que ambas soltamos un grito.
— Tranquilas, somos nosotros — la voz de Nelson logra tranquilizarnos. Estaban Mikey y el frente nosotras.
— ¿Pero cómo?... — miré ambos intentando saber cómo llegaban en los momentos más necesarios.
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Adicto Deseo [#2]
RomanceDos años después fueron suficientes para Antonella. Reconstruyó su vida a pesar de un largo sufrimiento, pudo sacar adelante a su querido hijo el cual fue producto de su gran amor que perdió por las injusticias. Ella se volvió a enamorar y se casó...