"¿Quién habría imaginado que todo podía cambiar? Si hace tres años alguien me hubiera asegurado que ya no estarías aquí, habría negado la posibilidad con todas mis fuerzas... porque tú dijiste que lo nuestro es para siempre."
Bienvenida a la cautiva...
Durante la semana no hice otra cosa que buscar vestidos para el cocktail del viernes. Yo sabía que Ali era bastante fea y no era competencia para mí, pero quería dejar shockeado a Jk de puro gusto.
Tengo que contarles que para ese momento yo ya tenía un pseudónimo de artista y era "Adagi". Con eso, la empresa donde trabajaba no sabría que yo estaba colaborando con lo que podría ser una mega producción teatral.
De alguna forma le dije a mi jefe que había sido invitada a este evento para tocar el piano en nombre de "Adagi", obvio era falso, pero como era una invitación "sin pago" no tendría problema en asistir. A mi jefe le vale tres hectáreas de verga el mundo cultural, la música o cualquier otra cosa que no tenga relación con el marketing y la publicidad.
Como iba a tocar una pieza de ballet, pensé en llevar un vestido adicional para cuando estuviera frente al piano. Había arreglado con la coordinadora del evento para que me den un espacio para cambiarme de vestido, estaba todo perfecto.
Aquellos días, Jk y yo sólo intercambiamos mensajes breves como saludos, buenos deseos y nos preguntábamos si habíamos comido. No nos vimos ni nos llamamos. Yo me sentía bien así porque estaba teniendo tiempo para sanar y perdonar como corresponde.
Llego el día viernes, dejé de trabajar temprano para alistarme. Estaba un poco nerviosa por mi breve participación y porque conocería a los socios accionistas de la productora, debía causar una buena impresión. Para la cena compré un vestido negro, y compré otro blanco para cuando sea mi presentación.
Ya estaba lista para salir.
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Apenas llegué me esperaba NamJoon, iba vestido para la ocasión. Nos saludamos de manera gentil y me brindó su brazo para llevarme al salón, donde había muchas mesas, todas muy bien decoradas.
Apenas me indicó cuál sería mi sitio, caí en cuenta que compartiría la mesa con Jk y Ali. Me dio un retortijón en el estómago. Lo bueno es que todavía no habían llegado, además, que compartiriamos la mesa con otras personas.
Decidí buscar a la coordinadora para que me muestre el camerino que me había asignado y verificar si el vestido blanco había llegado. En breve ella me llevó al lugar: era una habitación pequeña con una repisa que sostenía un lavado, había un espejo y al costado estaba mi vestido sostenido por un perchero. Era perfecto; no obstante, habían repisas y cajas apiladas a un costado.
— Disculpa el alboroto, pero no teníamos más lugar. Los mozos suelen venir acá a fumar por el ventilador que está detrás de las cajas, pero ya les prohibí que vinieran. Siéntete cómoda por favor y disculpa nuevamente.
— No te preocupes, es perfecto. Solo necesito 10 minutos para cambiarme cuando me toque y listo.
El evento aún no empezaba, pero ya me habían presentado a los socios accionistas de la productora. En su mayoría eran músicos de gran trayectoria de entre 40 a 60 años. Tenía que mostrarles respeto, así que me quedé hablando con ellos por unos minutos.
