"¿Quién habría imaginado que todo podía cambiar? Si hace tres años alguien me hubiera asegurado que ya no estarías aquí, habría negado la posibilidad con todas mis fuerzas... porque tú dijiste que lo nuestro es para siempre."
Bienvenida a la cautiva...
El contenido que están a punto de leer aborda temas delicados, incluyendo autolesiones y trastornos alimenticios. Por favor, si son muy sensibles a esto, pueden omitirlo. Gracias y lxs quiero. Att. Ann
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Reí mucho con esos mensajes. No pensé que mi aburrimiento me llevara a volver a hablar con Yoongi como si nada. Sin pensarlo mucho ya había aceptado verlo en su departamento y sabemos que no necesariamente iría a visitar a sus plantas muertas. A veces mi satisfacción me impulsa a hacer cosas sin pensar.
Pronto caí en cuenta que la foto que le mandé no era de ese preciso momento, porque en realidad estaba en pijamas y no semidesnuda y sexy. En los últimos meses había vuelto a caer en una no-sana dieta que se basaba en comer aire y tomar agua. Lo que había hecho que baje mucho de peso.
Me dio una ansiedad terrible.
Me volvía a entrar la ansiedad de no gustarle a Yoongi. Él siempre alababa mi cuerpo y lo "perfecto" que cabía en sus manos. Era consciente que había bajado de peso, pero por alguna extraña razón en vez de verme delgada, me veía "asquerosamente obesa". Tenía sentimientos contradictorios. Por un lado, sufría por no tener el cuerpo de antes, pero; por otro lado, sufría por no ser lo suficientemente delgada. Me odiaba por ser estúpida.
Lloré mucho. Iba a cancelarle a Yoongi, pero me llegó un mensaje de él en el que decía "No tardes mucho que ya cancelé todo lo que estaba haciendo por ti" Me hizo reír un poco ... arrhhh esta montaña rusa de emociones que tengo y que no puedo controlar es un caos. Estoy llorando un rato y al otro estoy jodidamente caliente.
Lo extrañaba, eso era cierto. Iba a mantener ese único sentimiento a flote, no quería que otros (sentimientos por él) pudieran salir a explorar mi ser. ¿Quererlo? ¿Amarlo? Nahh, estaba caliente y extrañaba sus sesiones. Punto. Además, él siempre me lo dejó claro: solo sexo. El único dueño de mi corazón era otro.
Sin motivo alguno, me provoqué el vómito, me lavé los dientes 8 veces, me bañé, exfolié, depilé, me puse muchas cremas porque mi piel estaba reseca. Nuevamente me miré al espejo y no me gustaba como me veía.
Volví a bañarme, no soportaba estar en mi piel así que empecé a tallar mis brazos con fuerza como si quisiera arrancarme la carne. Fue tanta mi intensidad que logré hacerme una llaga en el antebrazo y seguí frotando hasta que se formó una herida sangrante. Miré cómo mi sangre se diluía con el agua y un sentimiento de arrepentimiento me invadió. ¿qué estaba haciendo?
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Irónicamente me sentí mejor. Es paradójico, las personas que hemos pasado por este tipo de episodios, luego de hacernos daño (ya sea vomitando o autolesionándonos) nos sentimos mejor, como aliviadas... pero es evidente que está mal porque el alivio es momentáneo y no es real.
