"¿Quién habría imaginado que todo podía cambiar? Si hace tres años alguien me hubiera asegurado que ya no estarías aquí, habría negado la posibilidad con todas mis fuerzas... porque tú dijiste que lo nuestro es para siempre."
Bienvenida a la cautiva...
Era mi oportunidad para contarle a Jk lo ocurrido con Yoongi. Dudé un poco porque hace solo unos minutos atrás lo habían nombrado y no en las mejores condiciones.
Así como Jk puede leer entrar a mi mente, yo también puedo hacerlo y sabía perfectamente que Jk estaba bastante molesto porque la sombra de Yoongi lo perseguía y despertaba sus inseguridades.
Tenía que hacer algo para calmarlo y, además, para contarle lo de la portada antes que la vea.
— Baby — dije cariñosa — te necesito.
Empecé a darle besos a su pecho y el acarició mi pelo en respuesta a mis cariños. Sentía que había tensión en Jk porque no respondía de la forma que hubiera querido.
—JiHo — susurró.
No les voy a mentir, el miedo me recorría y para ese momento tenía la concha bien cerrada, pero debía esforzarme para seducir a mi chico si es que quería contarle la verdad... o parte de ella (no le iba a contar ese primer encuentro en el camerino).
Me erguí y puse una pierna en cada lado de su cuerpo y empecé a besarlo. Jk se dejaba, pero estaba realmente tieso, no iba a funcionar. Nuestros besos eran tibios, sin intensidad. Yo no quería eso.
Tenía que haber un cambio de planes. Empecé a moverme sobre él, con un movimiento brusco hice que se cayeran las revistas que estaban sobre la mesa "casualmente". Si esta noche no le contaba lo de Yoongi, por lo menos no debía ver la portada.
Justo en ese momento, tocaron la puerta
— Jk, JiHo... ya salgan — era la voz de Jimin.
Nos vestimos de inmediato. Mi plan había fallado y todo por culpa de esa mujer chillona a la que Yoongi estaba cogiendo sin piedad. Te odio.
Salimos de la habitación. No había nadie en el pasillo por lo que Jk tomó mi cintura y me arrinconó contra la puerta cerrada.
— No te hice venir — dijo muy cerca de mis labios.
Mierda, Jk no era el momento de ponerse cachondos, el momento ya había pasado y lo dejaste pasar por celoso e inseguro.
— Quería estar más tiempo contigo — le dije.
— ¿Lo intentamos más tarde?
Iba a responder que "sí", pero justo en ese preciso momento salía Yoongi de la habitación del costado, se estaba acomodando la camisa, del interior de la habitación se escuchó la voz de la mujer decir...
— ¿Te vas sin más?...
— No esperes que me quede a darte un beso de buenas noches...
— Eres un desgraciado
— Lo sé... — se giró y cayó en cuenta que lo estábamos viendo, su mirada primero se posó en mí y luego miró a Jk.
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