"¿Quién habría imaginado que todo podía cambiar? Si hace tres años alguien me hubiera asegurado que ya no estarías aquí, habría negado la posibilidad con todas mis fuerzas... porque tú dijiste que lo nuestro es para siempre."
Bienvenida a la cautiva...
Una parte de mi me decía que no debía ir con Yoongi. Jk debía estar terminando su relación con Ali y yo, a lo mejor, debía esperarlo en mi departamento.
No obstante, mi curiosidad era superior. Necesitaba saber qué hacía Yoongi en este evento y cómo había llegado a mi camerino ¿me estas a espiando? ¿me estaba siguiendo?
Las personas charlaban unas con otras muy a gusto. NamJoon se esmeraba en complacer a todos sus invitados, brindando especial atención a los socios, quienes le planteaban diversas preguntas y él respondía con notoria soltura y gracia.
Yo me quedé en una mesa hablando un poco con un par de los socios y con el creador de vestuario. Ambos estaban encantados con la pieza musical de "Adagi" y afirmaban que podía volverse el nuevo clásico del ballet. Yo solo les decía que opinaba lo mismo, aunque en el fondo estaba muy emocionada y orgullosa de mi trabajo.
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De repente, siento que alguien irrumpe en nuestro pequeño grupo y dice:
— ¿Puedo robarme a JiHo un momento? — era Yoongi, que con elegancia me tomaba del brazo alejándome de las personas con las que hablaba.
Me llevó a través del salón, yo le reclamaba que me dejara, pero él no decía nada y seguía arrastrándome (me dio un deja vú). Finalmente, abrió una mampara que daba paso a un gran balcón, donde se podía ver toda la ciudad. El viento helado golpeó mi rostro, despertando mis neuronas.
— El evento todavía no termina, ¿por qué me traes hasta acá? — le reproché.
— El evento para mí ya terminó — me dijo Yoongi.
— Bien — resoplé. Era mi momento de sacarme la curiosidad — ¿qué haces en este evento en primer lugar?
— Pensé que era obvio ¿no?, soy uno de los socios de la productora. Estuve así — hizo un gesto con los dedos indicando "poco" — de dar mi voto negativo, pero hoy... cambié de opinión.
¿Qué? No podía creer lo que me estaba diciendo. Él era demasiado joven para formar parte de tan prestigiosa organización. Tenía entendido que, para entrar, los miembros debían tener una carrera impecable y exitosa. Era muy extraño que hayan aceptado a Yoongi, quien recién se estaba haciendo conocido y no llegaba a los 30 años.
Me miró de frente a los ojos. Yo tragué saliva porque su mirada penetrante me ponía nerviosa. Mientras le miraba, me di cuenta de algo: era obvio.
— Eras tú el productor que pedía cambios en las piezas musicales — no fue una pregunta, sino una afirmación que se deslizó de mis labios. A medida que pronunciaba esas palabras, conectaba los eventos y me daba cuenta de que él era el productor exigente.
— Era muy flojo lo que me presentaban... — se quedó pensando un poco — eres Adagi ¿cierto?
