Me lancé a sus brazos a llorar. Él me acarició y consoló todo el rato que estuve así. Yo lo amaba demasiado, pero se me hacía imposible explicarle todo lo que sentía. Suena fácil, pero para mí, en ese momento, no lo era.
Una de las principales razones de mi silencio era Ali. Quiera o no ellos mantenían una relación formal y hasta donde supe él llegó a quererla mucho. Si bien es cierto, los últimos meses no fueron los mejores para ellos, todavía tenía en la cabeza las palabras de Jk contándome que le tenía fe a su relación y que quería llenarle de felicidad sus últimos días en vida. Lo de la otra noche fue reflejo de mi vehemencia; es decir, hago cosas donde me desconozco por completo. Ya lo habrán comprobado. Pero al margen de eso, la relación de Jk y Ali todavía existía.
Otra importante razón de mi silencio y mi miedo a decir un "te amo" era porque que yo jamás creí en el concepto clásico de amor. Sabía que existía, pero era un sentimiento tan fuerte que sentía que no era del todo para mí. Podía percibirlo, podía enamorarme, pero se me complicaba demasiado expresarlo verbalmente.
Cuando era pequeña mis papás se divorciaron. Fue un escándalo para la familia y para la "alta sociedad" a la que yo inevitablemente pertenecí. Mis padres posiblemente nunca se amaron, fueron forzados a casarse para el beneficio de sus familias. Me tuvieron a mí casi por exigencia.
Jamás vi a mis padres dándose muestras de amor, siempre se trataban con indiferencia. Incluso divorciados, peleaban mucho por los negocios. Yo tenía 7 años, el piano y mi abuela fueron mi refugio.
Ellos probablemente nunca pensaron que iban a terminar juntos. Sin embargo, paradójicamente, murieron el mismo día. Cuando pasó, yo me encontraba en la casa de mi abuela porque mis padres habían ido al juzgado a firmar los últimos documentos para esclarecer mi tenencia.
Un hombre armado entró a la oficina del juez donde estaban mis padres con sus abogados y les disparó a todos. Su objetivo era juez, quien había dejado libre al asesino de su hijo, pero decidió matar a todos en un ataque de furia y adrenalina.
Si bien crecí sin muestras de amor, cuando me enamoré por primera vez quise expresar todo lo que mis padres nunca me enseñaron, pero nuevamente la sociedad y mi entorno hicieron que creyera que era mejor guardar mis sentimientos. Hicieron que oculte terribles secretos y que siga con mi vida como si nada. (Podría contar esto a detalle en otra historia).
Años más tarde me enamoré por segunda vez, pensé que esta vez podía funcionar, pero ya estaba rota. Fue ahí donde decidí que solo mantendría relaciones libres y sin contraer compromiso.
Cuando conocí a Jk, me enamoré de él. Pero jamás, jamás quise "conquistarlo" o esforzarme en ganarme su corazón. Eso no era para mí. Prefería ser su amiga y aunque mi corazón latía fuerte por él, en todo momento luchaba para que no lo notara.
Ahora qué yo sabía lo que él sentía por mí, ahora que sabía que literalmente me amaba... era ridículo que me niegue a decirle un "te amo" o "sí, ¡¡carajo!! Me gustaste desde el primer segundo que te vi". Pero era así de ridícula.
No sé cuánto tiempo estuve llorando en sus brazos. Sólo pare para decirle:
— Tal vez no puedo decir lo que quieres escuchar, pero quiero que sepas que mis acciones valen más que cualquier cosa que salga de mi boca.
— Confío en ti.
Nos besamos de nuevo. A estas alturas nuestros besos eran una necesidad constante. Una vez que empezábamos no podíamos parar. Nuestras caricias empezaron a ser más ansiosas e intensas, queríamos estar unidos otra noche más.
Nos dirigimos a mi habitación casi sin parar. La pasión desbordaba nuestro ser. Las manos de Jk estaban desesperadas por sacarme toda la ropa. En un abrir y cerrar de ojos me encontraba completamente desnuda, lista, dispuesta y entregada a él.
Tomó mis piernas y las abrió con delicadeza, hundió su cabeza y empezó a lamer mi vagina con sumo cuidado. Recibí millones de pequeñas descargas eléctricas que hicieron que arquee mi espalda y agarre fuerte las sábanas.
Jk me hizo el oral más delicioso de la faz de la tierra, lento y profundo. Esta vez no había impedimentos, pude gemir y gritar todo lo que pude. Estaba por venirme cuando Jk paró de repente.
— Joder, no tengo preservativos — dijo mientras buscaba en sus pantalones.
— ¿Qué hacemos? — pregunté tratando de recuperar el aliento.
— Puedo venirme afuera — sugirió.
— Vale.
Me había vuelto loca, pero estaba loca por este chico.
— Date la vuelta.
Puse mi cuerpo en 4, poniendo en alto mi trasero como si fuera una gata en celo. Jk primero metió dos de sus dedos en mi interior y los movió haciendo que me estremeciera aún más.
— Voy a entrar
— No hables mucho y hazlo — exigí un poco desesperada.
Y así lo hizo, sacó sus dedos y dio paso a su enorme pene. El placer era indescriptible.
Jk me tomó de las caderas y empezó a moverlas a su gusto y ritmo. Iba lento al principio, pero poco a poco fue aumentando la velocidad.
— Joder JiHo... así se siente muy...
— ... rico — completé
Mi peso recaía en mis codos y rodillas, pero todas las embestidas hacían me debilitara. En cualquier momento iba a caer por la fuerza y desfallecer de placer. Su pene sin preservativo era otra cosa. Se sentía totalmente diferente.
Cambiamos de postura, ahora él estaba encima mío, mientras que mis dos piernas reposaban en sus hombros. La velocidad con la que me penetraba era ideal, yo gemía con gusto y sin vergüenza.
— Sigue así — demandé — ahh no... pares ...
Grité todo lo que puede cuando llegué al clímax. Clavé mis uñas en su espalda sin importarme si le hacía daño.
Jk alargó mi orgasmo con unas cuentas envestidas más en lo que él se preparaba.
— JiHo, ... mmm me voy a correr...
Jk salió de mi interior apresurado y tiró todo su semen en mi vientre mientras jadeaba y mantenía los ojos cerrados. Al parecer había salido justo a tiempo.
Caímos rendidos el uno al lado del otro.
— ¿Alguna vez vamos a parar? — pregunté riendo.
— No lo creo.
Reímos juntos. Nos quedamos así por unos minutos, dándonos mimos. Eventualmente nos paramos y fuimos a ducharnos juntos. Terminamos en la cocina comiendo un poco de ramen.
— Tienes un montón de correspondencia — observó Jk mientras revisaba las cartas una a una.
— Seguramente son tarjetas de navidad que me envió mi abuela o mis amigas... — dije despreocupada mientras comía.
— ... o Yoongi.
Jk sostenía un sobre cerrado donde claramente se leía MIN YOONGI.
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•Who Knew• Jk ♡ +18
Romance"¿Quién habría imaginado que todo podía cambiar? Si hace tres años alguien me hubiera asegurado que ya no estarías aquí, habría negado la posibilidad con todas mis fuerzas... porque tú dijiste que lo nuestro es para siempre." Bienvenida a la cautiva...