Cap 20

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Durante la clase de biología estábamos a oscuras viendo material relacionado con los efectos en el cuerpo humano de la explosión en Chernobyl. Las diapositivas mostraban el estado de los sobrevivientes y los nacimientos posteriores al derrame nuclear, la tierra tendría por años carga tóxica y nadie se podía acercar a kilómetros a la redonda.

El tema era súper interesante, aunque un poco impresionada por las malformaciones y el estado en el que se encontraba la zona, abandonada a su suerte.

—Ay no puedo ver. —Minnie se quejaba y yo la miraba de reojo. Si, así de exagerada.

—Shhh. —la profesora la mandaba a callar.

—Entonces, si ya estás recuperada de la Influenza está noche puedes ir a casa. —susurró para que solo yo la escuche.

Minnie estaba insistente con el tema de ir a su casa a una fiesta improvisada para toda la preparatoria de Rugby. 

Según ella quedaban solo dos semanas para el receso de invierno que coincidía con las fiestas navideñas y todos se iban a ir de vacaciones y ella se quedaría con las ganas de hacer la fiesta.

La realidad es que con mi padre y Jungkook en Corea, no tenía horarios, ni obligaciones, ni absolutamente nada.

Era la preparatoria, mi último año en el colegio, tenía que aprovechar este tipo de oportunidades mientras duren.

Entonces si, le diría que si, antes me haría de rogar un poco.

—¿Lo que no entiendo es porque yo terminé internada y tú solo tuviste mocos?

—Porque me vacune, ¿Y tú?

—Nop.

—Tarán, ahí tienes la respuesta. —nos reímos las dos, aunque no era motivo de risa—. ¿Y?

—Shhhh —la profesora se paró al lado nuestro.

—Ok, iré. ¿En qué te ayudó?. —susurré de vuelta.

—A prepararlo todo, por supuesto.

—Tendré que ir a casa a bañarme y buscar ropa.

—No, vamos a mi casa, te bañas allí y yo te presto mi ropa. ¿Quieres?

—Señoritas, la próxima que hable no aprobará biología hasta que no se limpie Chernobyl de radiación.

 Ambas agachamos la cabeza.

—Ok, nunca me puedo negar a tus demandas. —escribí en mi cuaderno de notas.

—}⁠:⁠‑⁠) —su respuesta. 

La profesora nos miró mal pero no podía decirnos nada.

***

—¿En serio nunca te pintaste las uñas? 

—Te contesté que nunca las dos primeras veces que me preguntaste.

—Es que es lo primero que hacemos a los quince años, tú no has tenido juventud. Eres una anciana empedernida. Si sigues así nunca conseguirás novio.

—Deja de hablar bobadas y píntame.

—A ver, con tu piel blanca y tu cabello Negro, dudo si entre el rojo o el negro. ¿Qué color te gusta más?

El negro me recuerda a Jungkook, nunca había usado ninguno de los dos colores.

—Negro. —elegí.

—Negro será entonces. —estaba sentada contra el respaldar de la cama y ella sostenía mis dos pies sobre su regazo, pintando con toda la prolijidad mis uñas. —Lis que opinas que haga por mi cumpleaños, una fiesta en una disco donde puedan ir todos aquellos invitados que quieran y sino van da igual porque el lugar estará lleno de gente o que hagamos un viaje a St. Moritz en Suiza solo aquellos de mi círculo íntimo, se limitaría a mi madre, mi tía, nosotras, algunas de las chicas del colegio. Solo mujeres. 

—No lo sé, Minnie, ambas opciones están buenas. Pensé que ya lo tenías claro. 

—Si, lo tenía. Es que primero está el hecho de que mi cumpleaños es el dieciocho de diciembre, el mismo día que arranca el receso invernal y también está el hecho de que mi tía vuelve a Noruega con mi tío y quizás no la vea por otros seis meses.

—¿Noruega? 

—Si, mi tío es coronel de la base británica en ese país, así que no la veo mucho. Vienen a Bangkok algunos meses al año siempre para cuando es mi cumpleaños.

—Wow, ¿has ido a visitarla?

—Si, con papá, él siempre tiene eventos con el cambio climático allí. Así que vamos seguido, sino no podría estar tanto sin verla. Mi sueño es ir a la universidad en Oslo para estar juntas antes que empiece a tener bebés y me dejé a un lado. —envidiaba la relación que tenía con su tía, me hubiese encantado tener a alguien, cualquiera, para acompañarme en estos difíciles momentos. — ¿Entonces qué dices, disco o viaje?

—Porque no haces ambas cosas, disco con amigos, viaje con tú tía y tú mamá.

—Y contigo.

—No lo sé, Minnie, tengo que estar pendiente de la evolución de mi padre.

—Lis, no quiero sonar cruel pero el no despertara y saldrá de internación de un día para el otro, tienes que hacerte a la idea de que un proceso de estos puede durar meses incluso más. —me tomo de la mano y me dió un apretón.—Las uñas de los pies están listas, ¿sabes qué? Haré algo por ti para que estés de buen humor para la fiesta. Un baño de burbujas.

—¿Qué? No, estás loca.

Me ignoró, fue al baño que estaba en el ala superior, salí caminando tras ella, estaba poniendo cosas al agua.

—Te dejo una bata limpia, pon la temperatura del agua a tu gusto, disfruta del baño mientras yo preparo los vasos y las jarras con hielo.

Se fue cerrando la puerta.

Me desvestí y me metí dentro de la bañera.

¡Qué placer! 

Las burbujas me llegaban al mentón.

Sacaba y metía los pies de a uno, que elegantes ahora que estaban pintados de negro.

Se me ocurrió una idea, una muy mala idea.

Agarré mi teléfono y tomé una foto de mi pierna desnuda desde medio muslo apoyado por fuera de las burbujas contra la canilla de acero, mostrando las uñas pintadas de negro.

Me gustó el resultado y la publiqué en mi estado. 

Ahora a esperar que el médico de mis pesadillas muerda el anzuelo.


Ahora a esperar que el médico de mis pesadillas muerda el anzuelo

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ERES MI DESEO   (LISKOOK//LIZKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora