Cap 33

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Lisa.

Llegué a la estación de subterraneo de cerca de las seis de la tarde. 

Me demoré porque creí que lo mejor sería ir yo misma en bicicleta hasta la casa de Mohan a llevar las cremas para Dylan y de paso ayudar a Nala con el bebé que siempre lloraba en sus baños, cambios de pañal y cambio de ropa. La dermatitis atópica no es grave pero molesta para un bebé, el sarpullido pica, arde y a veces hasta supura.

Cuando salí de la casa del matrimonio hindú me dirigí al subte.

Le envié un audio a Minnie diciéndole que estaba yendo hacia allí.

Podría haber tomado un Uber hasta su casa pero tenía ganas de caminar, de pensar, el día estaba precioso y el olor a primavera invitaba a respirar el aire puro.

Cuando llegué a la zona de arboledas dónde tuve el altercado con Ten, automáticamente recordé el día que conocí a Jungkook, y me encontré pensando si él alguna vez en el silencio de su oficina o en sus pensamientos más recónditos me recordaría.

Me va a costar mucho tiempo pero algún día él solo será un recuerdo, bueno y malo, un recuerdo.

Minnie me estaba esperando sentada en las escalinatas de ingreso a su casa.

La saludé con la mano y de repente empecé a sentir que caía al piso, me tapé la cara sabiendo que iba a besar el concreto cuando volé en el aire y caí en otro cuerpo. 

Cuando abrí los ojos un trasero enfundado en un shorts negro me saludaba.

—¡Qué carajos! —grité.

—Hola, Lalisa, saluda a mis nalgas.

—¡Bam Bam, bájame ya! —cuando me suelte lo mató.

—Suéltala Bam, ¿cuándo crecerás? —.

Bam me bajó arrastrándome por todo su cuerpo, por los ¡Dioses del Olimpo!, ¿que había tomado este chico en un año?, era una masa de músculos. Puede que lo haya apretado un poquito mientras bajaba sobre mis pies.

Primero le pegué un puñetazo en el brazo y luego pegué el salto y lo abracé, hacía tantos años que nos conocíamos, desde que éramos amigas con su prima en mi primer año en el Rugby , ya teníamos confianza de los veranos que venía de visita con su papá que era el hermano del papá de Minnie, tenía un año más que nosotras y vivía en la ciudad de Upsala en Suecia .

—¿Cómo estás tonta?

—Bien ¿y tú, probando con anabólicos? —era otro en comparación con el último verano que lo ví, tenía músculos definidos, los podía ver porque vestía ropa deportiva, remera sin mangas y pantalón corto. El cabello largo lo llevaba atado y tenía las mejillas coloradas por el esfuerzo. Ha estado corriendo. Sus ojos  destellaban burlones. —¿Qué haces aquí en marzo?

—Si, ya, tonta —me tiró de un mechón de pelo y le di otro puñetazo. —Festejando El SongKran, que otro motivo tendría.

—Bueno, basta de pelear. —dijo Minnie— Lis vamos a mi cuarto a vestirnos. Bam date una ducha hueles a jabalí.

—Ah si, nunca olí uno, ¿y tú? —y le acercó la axila a su cara, yo me reía a carcajadas y Minnie revoleó los ojos junto con una mueca de asco. Tiró de mi mano para que vayamos adentro.

Caminamos hasta el cuarto, cuando pasamos por el living estaba la mamá de Minnie mirando una película en televisión.

—Lisa, me contó Minnie lo de tu padre. —comentó—. Recemos porque todo salga bien.

—Gracias. —dije, sinceramente agradecía sus palabras.

Ya en el cuarto, Minnie sacó de su vestidor todo lo  que tenía.

ERES MI DESEO   (LISKOOK//LIZKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora