Cap 2

462 35 7
                                    


El viaje en subte de regreso al centro está vez fue mucho más largo porque Minnie vivía en el barrio exclusivo de Bangkok, este lugar era donde elegían vivir los ricos y famosos, desde Bright hasta chicha Kitty tenía aquí su mansión. 

Hoteles de lujo, townhouse, residencias, parques privados, marcas como Gucci, Prada, Louis Vuitton y hasta algunas embajadas eran parte de esta zona exclusiva de la ciudad.

A este barrio no se podía venir con mi vestimenta habitual de entrecasa, Khlong es la parte opuesta de esta zona VIP de Bangkok 

Decidí que mi único outfit decente, exceptuando el uniforme escolar, lograría que los residentes de allí no me tirarán una moneda como a una indigente, aunque hablando en serio, me había pasado en varias oportunidades. Monedas, billetes, hasta una caja de pizza, siempre he rechazado todo lo que me han querido dar en la calle, pobre pero orgullosa, una mala combinación.

La ropa que tenía era donada por supuesto, no lo voy a negar,  jamás podría pagarme algo como esto, aunque lo haya recibido de la beneficencia del templo de mi barrio, de todos modos, era digna de alguien como Minnie.

No era nada extraordinario, vestía unos simples jeans azul que se ajustaban a mis escasas curvas y una blusa de puntos, mi cabello era tan oscuro que los colores claros me quedaban muy bien, estaban casi nuevos y se notaba a simple vista que eran de algún diseñador que obvio yo desconocía.

Lo único malo era que no me podía dar el lujo de tomar un taxi desde la parada del subte hasta la casa de Minnie así que no tuve más opción que caminar casi 3 km.

Cuando me di cuenta que ya me encontraba en su vecindario tenía el cabello pegado a la sien y me corría sudor por la espalda.

Toqué el timbre en la puerta de su casa, "casa" era un eufemismo, estaba frente a una mansión de estilo arquitectónico medieval, por no decir un castillo moderno, si bien a grandes rasgos parecía antiguo cuando lo veías con detalle te dabas cuenta que era una construcción de este siglo, mejor dicho de esta década.

Fuera de su casa había muchos autos y se oía ruido a música que provenía desde adentro, eran cerca de las cinco de la tarde, ¿tan temprano organizaba una fiesta?, por un momento me ilusioné, pensé que quizás se acordó de mi cumpleaños y había preparado una fiesta sorpresa.

Me atendió una Minnie visiblemente alcoholizada que abrió muy grandes los ojos al verme, era más que obvio que no me esperaba, y mucho menos por mi cumpleaños, ni hablar de estudiar.

—¡Lis, hooooolaaaaa!. —arrastró las vocales—. Ven, pasa, eres bienvenida a mi casa. Toma lo que quieras, fuma, come… me da igual.

—Minnie, ¿creí que íbamos a estudiar? —ella empezó a reírse de mi pregunta cómo si hubiese hecho una broma. —¿Dónde están tus padres?

—Madre, Lis, ese imbécil que se revuelca con mi madre, no es ni nunca será mi padre. —dijo enojada.

Me dió la espalda y volvió a ingresar dejándome la puerta abierta, se notaba visiblemente afectada por algo, podrían ser drogas o mezcla de alcohol.

Cuando entré estaba lleno de chicos y chicas del colegio, bailaban, tomaban directamente de las botellas y fumaban yerba. Nunca había ido a una fiesta y esto se parecía a muchas de las que hablaban por los pasillos del colegio, lo que no imaginé es que se daban en cualquier horario.

Vi a Ten sentado jugando videos juegos con Bambam y Prince, dos compañeros de preparatoria que siempre estaban detrás de él como perros falderos. Los tres jugaban al fútbol para la liga escolar, y si bien todos sabíamos que ninguno continuaría jugando en la universidad, ellos lo hacían para figurar en la vitrina de la fama del colegio, allí se exhiben fotos de todos los atletas que habían pasado por el KC.

ERES MI DESEO   (LISKOOK//LIZKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora