Cap 23

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Jungkook.

Se sentó en el taburete a mi lado en la barra, no hacía falta que me girara para ver quién era para saberlo, su idiotez emanaba una fragancia especial, repugnante.

—¿Qué haces aquí? —El trago de vodka me quemó la laringe.

—Mi mujer está de guardia y me envió a mí.

—Voy a tener que explicarle que clavar el visto en un mensaje es de muy mala educación. —dije con sorna.

—Está cansada, Jungkooj. Está vez has sobrepasado todos los límites. ¿Hasta cuándo Jisoo tiene que ser quién cubra tus infidelidades?. ¿No te parece injusto en la posición que pones a tu hermana? —dijo el idiota. Me llevé el vaso a los labios y le di otro trago. —Barman, una cerveza Guiness, por favor.  —me miró—. Mejor que sean dos.

El barman asintió, en menos de un minuto nos había dejado dos botellas frente a nosotros.

Tomó la botella y señaló la mía. —¿Tregua de "Brothers in Law"? —entrecerré los ojos.

—Nunca. —miré hacia la puerta del bar, con la esperanza de que venga ella, su marido se rió a mi lado.

—Te dije, está de guardia, no vendrá. —se volvió a  reír—. No puedes disimular tu odio hacia mí.

—No te odio, solo pienso que mi hermana pudo hacerlo mejor. —No lo odiaba en absoluto, solo me era más fácil ignorarlo.

—¡Auch, eso dolió!. —tomó un trago de su botella. —¿Quieres hablar o vas a estar insultándome toda la noche?

—Quiero hablar con mi hermana.

Tomé el teléfono y le envié un mensaje a su director para corroborar lo de la guardia, algo me sonaba raro. Ella nunca enviaba al idiota del marido.

—Pues, eso no será posible amigo, y después de todo ella me cuenta todo a mí. —Traidora—. No sé en qué cambia que sea yo el que te preste la oreja por esta noche, total no es como si hubiese tenido un día agradable en el hospital, terminar mi noche hablando contigo sería el broche de oro para un día de mierda.

Eso me causó gracia y me reí por lo eones que hacía que no me reía con ganas.

—¡Lo veo y no lo creo! Sabes reírte, ¿te duele la mandíbula?

—¿Me estás tomando el pelo? —Asintió mientras bebía. Me puse serio—. Lo terminé, Namjoon.

—Ya era hora. —Lo miré de reojo—. ¿Qué?. Ya era insostenible está situación para todos. Esto de andar cubriéndote y mintiendo por ti no era nada agradable. Además, Jisoo sufría por esa niña.

—No es una niña.

—Si que lo es, no seas negador, ni siquiera terminó la preparatoria. ¿Tan siquiera es legal?

—Si, ¿por quién me tomas?

—¿Perdón?, ¡tú te pones el gorro solito! Solo reproduzco tu charla de borracho.

Terminé el vodka y agarré la botella de cerveza. Golpeé con el pico la suya.

—Touché.

—Jungkook, ¿quieres que te hable con sinceridad? ¿Quieres mi opinión?

—No.

—Entonces te la daré igual. ¿Cuánto hace que te casaste? ¿cuatro, cinco años?

—seis.

—seis, entonces te casaste a los veintidos años. ¿En serio? —asentí—. Según lo que Jisoo cuenta nadie te obligó a hacerlo, fuiste tú quién un día anunció casamiento, como querías donde querías y en plena carrera, ni siquiera estabas recibido de médico. ¿Por qué mierda lo hiciste?

ERES MI DESEO   (LISKOOK//LIZKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora