Cap 45

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Cuando salí del ascensor saludé al guardia, después de la cena de hoy estaba segura que no volvería a pisar el edificio. Por supuesto no le di ningún tipo de explicación, lo saludé y le deseé buenas noches.

Abro la puerta principal, afuera ya estaba de noche, las farolas de la calle encendidas. Veo al médico de mis pesadillas apoyado contra un poste de luz, como siempre su ropa negra haciendo contraste con el color de su cabello, una pierna estirada y la otra doblada, su mandíbula dura en un rictus y su mirada dirigida a la nada misma.

Estaba muy cabreado.

Mi presencia lo debe haber alertado porque se giró a verme y me dió esa bella sonrisa de medio lado, olvidado completamente su enojo, y oculto frente a mis ojos.

Me acerqué y le di un casto beso en los labios. Esperaba que Jessica me estuviese viendo desde el balcón, "amo a este hombre y me importa poco lo que pienses", ahora me hacía valiente, antes en su casa me quedé muda.

—¿Quieres tomar un helado? —Asentí con una mega sonrisa. Ya mencioné que amo a este hombre.

Él me tomó de la mano y salió caminando conmigo a su lado.

—Uno con trocitos de chocolate y chispas.

—Sobre mi cadáver. —me miró de soslayo—. Estuviste internada por intoxicación, ¿recuerdas? Tendrá que ser de crema americana o de agua, preferiblemente de sabor ananá.

—No me maltrates de esa manera. Necesito cosas dulces, golosinas, gaseosas, carbohidratos, harina, todo, mucho, gran cantidad, ñam, ñam. —exageré un poco, bastante.

—La diabetes gestacional es un peligro para ti y el bebé.

—¡Ay Jesucristo!, me tendría que haber embarazado de un operador de cable, al menos me hablaría del pronóstico, cine o series.

No me contestó.

—Mañana a las nueve tenemos turno con el Dr. Kwon, él es ginecólogo y obstetra.

—Ok, ¿en qué momento llamaste?—estuvo todo el día conmigo.

Llegamos a la heladería. Abrió la puerta y me dejó pasar primero.

—Le envié un mensaje antes, es el médico de Jisoo y amigo de Nam, nos consiguió un turno especial y antes de que salieras del edificio me había contestado. No lo conozco pero si atiende a Jisoo estoy seguro que es una eminencia en su especialidad.

—Genial, gracias.

—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlos?

—Buenas noches. Dos barquillos con crema americana —hice un puchero—, y por favor, solo una cantidad ínfima de chispas.

El empleado de la heladería se rió entre dientes mientras Jungkook le pagaba. Esperamos que nos sirviera mientras nos mirábamos entre nosotros, y al heladero.

—¿Estás sufriendo viendo los otros sabores, ¿no? —me estaba provocando.

Elegí no contestar.

El joven nos alcanzó nuestros pedidos.

—¿Los tomamos aquí o seguimos caminando?

—Caminemos, vamos al auto y a casa, quiero cargar el teléfono que está sin batería.

—Ok, marchando.

Salimos de allí y caminamos de vuelta el trayecto que habíamos hecho hasta su BMW.

Terminamos el helado sentados sobre el capó, sin decir nada, luego salimos en silencio por la autopista.

Muchas veces se dice o se siente más sin decir palabras que hablar cosas sin sentido lastimando a otros.

ERES MI DESEO   (LISKOOK//LIZKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora