Las playas de Bangkok estaban en su apogeo, el clima de la primera quincena de septiembre era propicio para pasar aquí el día, por este motivo cientos de tailadeses estábamos como lagartos al sol disfrutando de la hermosa tarde.
—¿Te pusiste protector solar?
—Dos veces. —contesté.
—Eres tan blanca que no me gustaría que tengas una quemadura solar y tener que oír a mi hermano culparme de ello.
—Si, Jisoo. No te preocupes que estoy cubierta. Gracias. —le sonreí—. ¿Jessica estás viendo a las niñas?, entre tanta gente los pierdo de vista.
—Los veo, están derecho a nosotros, construyendo un castillo o al menos eso creen ellos que están construyendo.
Coloqué la mano en mi frente para tapar el sol y verlos pero no, el reflejo me impedía distinguirlos y eso que llevaba anteojos de sol.
—Gracias por invitarme chicas, sino fuera por ustedes no veo la luz del sol. No soporto el calor, me siento agobiada en cualquier lugar durante el día. Al menos aquí se respira otro tipo de aire. —incluso hasta me sentía con menos ganas de hacer cosas, ni siquiera me había puesto a pintar la casa. El techo, gracias a Mohan y a Khalan , su compañero de obras, estaba solucionado—. Minnie se fue de vacaciones con su papá y Bambam está haciendo la mudanza desde Suecia, así que prácticamente estoy sola.
—¿Cómo van las clases de conducción? ¿Bambam te está enseñando?
Los papás de Jisoo, me regalaron por mi graduación una camioneta Land Rover. Demasiado lujo para mí que ni siquiera sé conducir, insistieron cuando se dieron cuenta que no había ido a la agencia a buscarla.
Ellos estaban al pendiente continuamente de mí y mi embarazo.
—No, Mohan me enseña cuando puede los domingos. Después que nazca la bebé me presentaré a rendir el examen, ahora dudo con esta panza que me vayan a dar el permiso.
—¿En qué semana de gestación entraste? —preguntó Jessica.
—Estoy de veintiséis semanas. La consulta pasada en el control con el Dr. Kwon nos dijo que ya estaba en posición para nacer. —me masajeé la redondez de mi abdomen—. Todavía no preparé nada. ¿Alguna de ustedes me puede acompañar en la semana a comprar las cosas para el bolso?, ropa, pañales, accesorios, y todo eso que necesito para tener listo cuando me toque ir a la clínica.
—Tengo guardia toda la semana, Lisa. ¿Si quieres, podemos ir a la siguiente? —dijo Jessica.
—Pídele a Jungkook que te acompañe, seguro le dará gusto compartir las compras contigo. —sugirió su hermana.
—Las cosas están distantes desde que estuvo en mi casa con su esposa.
—Me contó Nam. Nosotros también, aún estamos un poco distanciados desde que supe de tu embarazo, y su confidente ahora es Nam, así que por efecto dominó me entero de todo yo también de cómo andan las cosas con él y entre ustedes. Por suerte ya se separó y aunque ella no le quiere dar el divorcio al menos me conformo con que no estén juntos.
¿Qué?
Esperen. De nuevo. ¿Qué?
—¿Qué? —me senté en la reposera y me quité los anteojos para verla a los ojos.
—¿No lo sabías?
—No, por supuesto que no. ¿Desde cuándo?
—El mismo día que estuvieron en tu casa. Ella le dijo que nunca le daría el divorcio y él se fue de la casa.
—Pasaron casi dos meses, ¿por qué no me lo dijo?
—Lisa, despierta, tú estás con Bambam. —me respondió como si fuera obvio. No, no es obvio.
ESTÁS LEYENDO
ERES MI DESEO (LISKOOK//LIZKOOK)
FanfictionLalisa Manoban es alumna becada en el prestigioso Rugby Shcool Thailand y su única opción es aplicar a una buena universidad. Sus compañeros de colegio no saben dónde vive, ni saben cómo vive porque ella oculta su pobreza extrema, pasa su vida al cu...