ERES MI DESEO (LISKOOK//LIZKOOK)

Cap 39

Mayo llegó a su fin y gracias a todo lo que es bueno en esta vida teníamos un half term ya que terminaba otro trimestre escolar.

Terminé de responder la última pregunta del exámen de Historia de la Humanidad y dejé el lápiz sobre el pupitre, era el último día de clases antes de una semana de vacaciones y luego ya arrancaría el último mes de clases previo a la graduación. 

Estaba literalmente agotada, me dormía en todos lados, me sentía pesada y molesta constantemente irritada.

Hacía dos meses que prácticamente mi vida era ir a trabajar, estudiar, trabajar, estudiar y así en un bucle interminable.

Con Minnie nos veíamos en el colegio y habíamos establecido que si o si los viernes eran nuestros, sino no tenía vida de adolescente, todo el domingo lo dedicaba a limpiar mi casa y si tenía un ratito libre por la tarde iba a la comuna para chequear con que podía ayudar allí.

Por suerte todos a mi alrededor entendían que si no trabajaba no subsistiría y si no estudiaba no habría beca. 

Mis adoradas vecinas me han llevado de comer, Minnie me ha traído a casa para ahorrar tiempo en el subte. Si, ya sabe dónde vivo y lamentó mucho que no le haya contado antes, fue autocrítica, dijo que ella era siempre una lenta y no se daba cuenta de nada y que yo no debería avergonzarme del lugar en el que me tocó nacer, que era su mejor amiga, y de paso entre tanto arrumaco y declaración de amor y amistad volvió a insistir con lo de Noruega.

¿Y saben qué?

Acepté.

El cuatro de julio es el día de nuestra fiesta de graduación y adiós a la prepa. Y después de unas merecidas vacaciones en la playa, nos iríamos las dos a Oslo.

Con Bam chateabamos todos los días y habíamos quedado en vernos en las vacaciones. Él tenía buenas intenciones conmigo pero yo seguía tratando de olvidar.

Hablando de Minnie, ví como soltaba también el lápiz, el profesor  se acercó a ella, a Ten y a mí, retirando el examen finalizado.

Pasaron los minutos y terminó haciendo lo mismo con todos hasta que tocó el timbre para irnos a casa.

Hoy era viernes entonces me iba directamente a la casa de Minnie, así que fiesta-fiesta otra vez en la casa de Reeca.

Encontré a mi amiga y a Ten en el sector de los casilleros guardando sus cosas.

—Chicos, ¿qué planes tenemos hoy? —dejé mi mochila y mis cosas también, por una semana no tendría que usar mis cuadernos y ya había terminado la semana de exámenes.

—Podríamos ir a Pattaya Beach, ¿no? —sugirió Ten—. Hace mucho calor, el día es ideal para salir al aire libre, o tal vez ir a la playa. Y nos dará tiempo para cambiarnos e ir a la fiesta, ¿qué opinan? ¿Lo sugiero en el chat del grupo?

—Si, apoyo la moción. ¿Te gusta la idea Lis? —asentí, mientras masticaba una barra de cereal que encontré.

Todo el mundo aceptó ir a la playa por la tarde así que del colegio nos fuimos a la casa de Minnie a cambiarnos, ella me prestó traje de baño y ropa acordé, mi amiga era lo más en mi vida. Luego de toda la preparación salimos afuera a esperar que Ten nos pase a buscar para disfrutar tomar sol, aire puro y a Pattaya en la previa del verano.

Él conducía su camioneta 4x4 por la autopista A23 hacía la costa sur, Pattaya Beach, teníamos más o menos una hora hasta llegar allí así que mientras los kilómetros iban pasando nosotras habíamos conectado el Bluetooth de la playlist de Han al vehículo. Para irritación de nuestro amigo, íbamos cantando las canciones de Harry Styles a todo pulmón, con una afinación acordé a una futura lesión auditiva de Ten, todo era risas hasta que empezaron los acordes de Pillow Talk de Zayn y recordé a Jungkook, él había dicho que de tener una canción, está sería la nuestra.

—Lisa, ¿qué pasó? cambiaste el semblante, ¿estás bien?

—Si. —asentí con una sonrisa.

Jamás le había contado sobre Jungkook, ni a ella ni a nadie, él era mi secreto.

Lo extrañaba muchísimo.

Cuando llegamos a la playa, ya estaban esperándonos otros de nuestros amigos.

La tarde la pasamos un poco bajo el sol, en la playa juntando piedras rodadas con su variedad de tonos preciosos en contraste con el agua clara, el paseo marítimo, los acantilados y otro tanto en el Sea Life Center que era un túnel de observación submarino más grande y el acuario más antiguo del mundo.

La costa sur era lo más sorprendente y emocionante que existía en Bangkok, me llenaba de energía positiva.

Cuando el sol empezó a caer volvimos a la ciudad para ir a la fiesta de Reeca, la noche fue increíble, más allá de todo lo que me ha pasado estos meses, días como hoy me hacían sentir que aún estaba viva y era feliz.