Cap 27

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—¿Se puede saber por qué conduces tan rápido?, ¿O es que alguien nos persigue y no me di cuenta?

— le tienes miedo a la velocidad. —quitó un momento la vista de la carretera y me guiñó un ojo.

—No, simplemente no quiero vomitar la cena navideña.

—Hablando de eso, ¿dónde pasaste Nochebuena? —increíble, me preguntaba algo con amabilidad.

—En la comuna del templo, éramos muchas familias con bajos recursos y todo tipo de necesidades. He hablado con muchos de ellos.

El asintió.

—Conocí a una familia hindú con problemas de salud, su bebé tiene una patología de piel que requiere un tipo de cuidado que ellos con sus bajos recursos no pueden costear. A veces no tienen para comer. —Hice una pausa para poder tragar el nudo de angustia que aún tenía por su historia—. Sabes, creo que está noche descubrí que es lo que quiero hacer en la vida.

—¿Y eso sería?

—Quiero ser asistente social y poder ayudar a las personas.

—¿Porque a ti nadie te ayudó y no quieres eso para los demás? —preguntó.

—Al contrario, porque tú y tu hermana me ayudaron, y quiero poder hacer lo mismo por otros. Aunque jamás emplearía tus técnicas con otras personas, detrás de tanta solidaridad hay un villano acechando. —fue un gracias pero…

—Así que, soy el villano, me gusta. El villano "Doctor Jeon". Muahaha Hahahah —hizo una risa macabra fingida que me hizo reír a mi también. —Eres hermosa cuando sonríes.

Giré el rostro y miré hacia afuera, la noche era oscura, la nieve seguía cayendo.

—Por ser navidad te voy a obsequiar una respuesta. Pregunta lo que quieras, no quiero que tengas una versión de mi vida que no ha salido de mi boca. —ya sabía que iba a preguntar—. Lo que sea menos sobre Ji-eun. —se adelantó. El monstruo verde de los celos aparecía cuando la nombraba.

Había algo más que quería saber. Aunque ya lo había preguntado.

—¿Por qué yo? —necesitaba saberlo.

—Ya te lo dije una vez. Te cruzaste en mi camino y cuando quiero algo lo obtengo.

—Tu respuesta simple no, quiero tu verdad.

Quitó una mano del volante y la apoyó contra sus labios, era más que obvio que no quería decirlo. Esperé, le daría su tiempo.

Tomó un profundo suspiro, me miró de soslayo, volvió a mirar a la carretera. Me incliné sobre la puerta de mi lado y observé sus gestos mientras me hablaba, él siempre con la vista hacia delante.

—Cuando te conocí estabas a punto de ser abusada, al ver a tu compañero de colegio muy drogado queriendo obligarte a estar con él, me volví loco, me involucré y como sabes te salvé de la situación. Al acercarme a ti y ver tus ojos llorosos, ese color miel que parece oro líquido… —se calló por unos segundos—. Ese día estaba corriendo, tuve que dejar de hacerlo y volver a mí casa porque no podía seguir con la erección que tenía. No sé la cantidad de veces que me jalé, pensando en ese momento donde me barriste de arriba a abajo como si yo fuera una escultura. 

Automáticamente me puse roja de la vergüenza, menos mal que no me veía.

—No recuerdo haberlo hecho —mentira, si, observé todo mientras me levantaba del suelo. Él se rió sin mirarme.

—Cuando me llamó Jisoo del Newham porque tenían este caso grave de Hipoxia, salí corriendo al hospital como si fuera llamado por algo que me dijera "tienes que ir" y no es porque me lo haya pedido mi hermana, la podría haber mandado a la mierda, sin embargo, algo me decía que tenía que ir y cuando tuve que ir a hablar con la familia de Jetrin Manobal, y te vi ahí, dormida, fue como si el destino me hubiese llevado hacia ti. Y a partir de ese momento no pude pensar en nada ni en nadie más, solo follarte hasta romperte. —yo quería sinceridad, él me daba sinceridad—. Nunca pensé en acercarme a ti, supuse que eras menor. Cuando ví en la ficha de tu padre, en los datos de familia, la edad que tenías fue cuando se me ocurrió ofrecerte un trato. Jisoo se negó siempre, supe cómo convencerla, no la culpes.

ERES MI DESEO   (LISKOOK//LIZKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora