8. Frank

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Cierro los ojos, intentando concentrarme, recordando la forma dulce de su cuerpo contra el mio, la forma en que sus suspiros de placer ante mis besos hace que mi cuerpo entero reaccione, la forma en sus manos tiraban de mi cabello en busca de más,  su trasero...

Con un gruñido, muevo mi mano mas rapido, alcanzando finalmente a librarme en mi mano, el agua de la ducha barre rapidamente mi descarha hacia el drenaje, mi respiracion está agitada y mi cuerpo entero temblando ligeramente ante el recuerdo.

Nath habia respondido tan malditamente bien a mis besos y aqui estoy yo, masturbandome en el baño mientras mis hijos toman la siesta porque no puedo concentrarme en mada más que en ella. No es que haya vuelto completamente a mis brazos, no, ella habia insistido en pretender que nada habia sucedido, que solo habia sido un desliz.

Pero cualquier duda que tuviera sobre sus sentimientos hacia mi habian salido por la ventana en el momento en que sus labios habian tocado los míos. Natasha seria mía pronto, no tengo dudas de ello, sin embargo, la mujer es terca y necesitaria las armas pesadas para asegurarle que no le fallaria de nuevo, solo tenia que encontrar la oportunidad de probarselo.

Salgo de la ducha, sintiendome algo inquieto, aun pensando ligeramente en la jodida prueba de paternidad, si los resultados eran negativos y ni Max y Matt eran mios...creo que moriria un poco por dentro, y definitivamente no habria nada que detuviera al juez de llevarse a mis hijoa con su madre. Una parte de mi quiere pagar una cantidad absurda de dinero por que el tribunal solo haga la vista gorda, pero Richar, el esposo de Tiffany  me tenia por las pelotas ahora mismo, su amenaza de publicar mis lazos con la Bratva eran demasiado peligrosas incluso para mi, Vikram y Aleksey habian tenido un ultimo haz bajo la manga, Richad no se habia involucrado entonces, pero ahora, que me habia deshecho de sus problemas por él, el hijo de puta habia finalmente atacado.

Pidiendo la custodia de mis hijos.

Mios.

Pienso en las palabras de Natasha, la terrible idea que nunca se me habia siquiera cruzado por la mente, Max no siendo mi hija...creo que mi corazón se romperia por completo, mi nenita... Tal vez sea por el hecho de que es mi unica niña, pero siempre he tenido un punto debil por Max, su vocesita un par de tonos demasiado aguda, la forma en que es capaz de sacar conversación a cualquiera, es mi bebita....

La prueba de ADN no decide lo que siento en mi corazón,  la primera vez que la vi, tan regordeta y delicada, me enamoré poe completo de mi princesa, pero la idea de que la lleven lejos de mi...mierda, pueden incluso prohibirme verla, luego de todo lo que ha sucedido, finalmente crei que me habia librado de Tiffany.

- Oye Papá, ¿puedo...- llama Marcus entrando a mi habitación  ( sin tocar, como siempre) me tenso mientras miro alrdedor en busca de algo para cubrir mi torso, pero es demasiado tarde y solo consigo mantener la toalla en mis caderas - ¡Santa Mierda! -  exclama,  sus ojos fijos en mi pecho.

- ¿Necesitas algo? - pregunto, intentando parecer casual, mis camisas estan en el armario, y para tomar una debo darle la espalda, y realmente preferiría que no vieran mi espalda.

Mi hijo me mira con incredulidad, miedo, y finalmente, comprensión

- Papá...- empieza, dando un paso hacia adelante, nunca he sido un hombre timido, y es mi hijo, me ha visto desnudo en un par de ocasiones,  especialmente mi torso, pero ahora, me siento expuesto y completamente avergonzado.

No se lo demuestro sin embargo.

- ¿Qué necesitas, Marcus? - pregunto, cruzandome de brazos en un intento de cubrir mi pecho, por primera vez, mi hijo no dice nada por un momento, lo que es bueno, supongo, pero tambien me pone nervioso, no hay duda de que se mo dira a su hermano y eventualmente ambos me acribillen a preguntas que no estoy listo para responder.

Maldito Amor - The Hoffmans #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora