44. Natasha

2K 274 22
                                    

Una vez que termina la reunión, cierro mi laptop y contengo las lágrimas.  Me he sentido al borde del colpaso todo el día,  la preocupación por Carrot haciendome sentir una madre terrible. Sin mencionar que aún me siento culpable por mi forma de haberle negado a Tiffany privilegios sobre Matt.

Incluso si lo hago en base a mi preocupación por mi niño, la idea de que en el futuro me odie por haber evitado la relación con su madre, simplemente...no podía.  Matt es mi hijo, incluso antes de que me enamorara de Frank había tenido un punto debil por el niño y la posibilidad de estar tomando la decisión incorrecta me hace sentir como una mala madre.

— Hey, no eres mala — había asegurado Frank cuando finalmente había confesado mi duda, él  habia asegurado que apoyaba completamente mi decisión y que de hecho,  la apoyaba.

Sin embargo, el tener a Carrot enfermo no me hacia sentir mucho mejor,  el cuerpo mi bebé habia estado rechazando su marcapasos,  los doctores habian sido algo optimistas luego de que la valvula que habian remplazado funcionaba adecuadamente,  pero ahora su corazón luchaba por mantenerse "encendido" y la idea de que un día podria no despertar me aterraba.

Lo he traido a la oficina conmigo, mientras sus hermanos están jugando, él ha estado dormitando o jugando de forma casi triste con uno de sus peluches, al darse cuenta que lo estoy mirando, me da una sonrisa tan dulce, inocente y completamente llena de adoración que me muero de ternura

- Mami, ven - llama, extendiendo sus brazos en mi dirección,  su voz suena algo apagada.

- ¿Quien es el bebé lindo de mamá? - pregunto inclinandome hacia él y tomandolo en brazos, está ardiendo en fiebre

- Do - dice, riendo, su risa es de cierta forma un alivio, pero solo consigue que mis ojos se humedezcan ante la preocupación.

- Sí,  mi amor, tu eres mi bebé  - aseguro, besando su cuello y haciendolo reír a carcajadas, no dura mucho sin embargo, pues se recuesta en mi pecho y suspira profundamente,  abrazandome y usando su manita para jugar con mi cabello - ¿Quieres comer algo, bebé?  - pregunto mientras lo llevo hacia el primer piso, en busca de Frank.

- Teta - pide, levantando la cabeza con interés,  lo que me hace reír ligeramente,  sé que dije que amamantaria hasta los dos años, pero mis pechos a duras penas se sostienen por su cuenta con cinco niños, sin embargo, aunque estoy intentando destetar, no puedo decirle que no.

Especialmente cuando es a duras penas lo unico que come.

‐ Está  bien, te voy a dar teta, pero es la ultima vez - murmuro, mi hijo se ríe y esconde su rostro en mi pecho,  sabiendo que es una mentira.

Al llegar a la sala, encuentro la mesa casi servida, Frank está escuchando atentamente a Max, quien ha regresado de su paseo con su hermano

- ¿Donde está Marcus? - pregunto, acercandome a Frank, que se incorpora para tomar a Carrot de mis brazos, pero el niño se queja, aferrandose a mi y llorando

- Shhhhhh, lo siento amiguito - murmura Frank dejandolo recostado en mi pecho y luciendo preocupado, besa su frente y luego la comisura de mis labios - Está  ardiendo - murmura - ¿Deberíamos llevarlo al hospital?

- Trae su medicina - pido, sentándome en la mesa y sacando mi pecho, que Carrot toma con avidez, hago una mueca, la sensación siendo incómoda - El doctor dijo que era de esperarse la fiebre.

Frank luce indeciso pero asiente, posando su mano de forma protectora en la frente de nuestro hijo antes de ir por las medicinas. Max, que ha observado la interacción con ojos curiosos, me mira.

- ¿Se va a poner bien, mami? - pregunta, luciendo ansiosa

- Seguro que sí,  mi amor - aseguro, deseando poder sentir la misma seguridad que intento transmitirle, ella asiente, visiblemente más relajada, antes de sonreir contenta y sacar su nuevo teléfono.

Maldito Amor - The Hoffmans #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora