13. Natasha

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Sintiendo que estoy a punto de desvanecerme, tiro de su chaqueta y lo obligo a besarme, el me ha convertido en desastre comoletamente excitado y necesitado con sus palabras, asi que más le vale hacerse cargo.

Frank gruñe ante mi animosidad y me recibe con gusto, gruñendo mientras que tira de mi por encima de la palanca del auto y llevandome hasta su regazo, sus manos se sienten callosas y calientes sobre mi cuerpo, completamente excitantes mientras que sus labios devoran los mios con entusiasmo, su lengua empujando en mi boca saboreando y buscando más.

Cuando nos separamos, me falta el aliento y Frank me aprieta tan fuerte contra si cuerpo duro que creo que dejará una marca, puedo sentir su corazon latiendo fuertemente contra el mío.

- Necesitamos salir del coche - me recuerda, mirandome con fascinacion mientra traza la curva de mis labios con su pulgar - Las niñeras probablemente estén esperando.

Dejo escapar un gruñido que me sorprende incluso a mi, realmente no quiero dejar mi lugar sobre su regazo, temiendo que el momento se rompa por completo, pero se que tiene razón,   demasz hacerlo en el coche probablemente no sea buena idea.

Renuentemente, intento regresar a mi asiento, mi vestido es largo y se ha enredado en los mandos del coche en el intento de Frank de meter su mano por debajo de la tela, asi que tardamos unos buenos diez minutos intentando salir, una vez que lo conseguimos, Frank toma mi mano y la besa, una promesa en su mirada mientras caminamos hacia la entrada principal.

Efectivamente las niñeras esperan por nosotros, Marcus se ha tirado a dormir en el sofá y Harold está en la cocina preparandose algo de comer, Frank saca su cartera y yo hago lo mejor que puedo para escuchar atentamente a las chicas, intentando no parecer demasiado desesperada por llegar a la habitación.

Dios, Frank y yo no habiamos estado juntos en mas de un año, y la ultima vez, estaba tan embarazada que el hombre habia tenido que hacer malavares para mantenerse sobre mi, ya ni siquiera recuerdo la sensacion de su torso desnudo contra el mío, para cuando finalmente las niñeras se retiran, hago mi camino hacia la habitación de los bebés,  solo para calmar mi ansiedad y checar en ellos apropiadamente, Carrot y Zhevy han sido cambiados de lugar, al igual que Orange y Mörk, pero a demas de eso, todo está  perfecto, Frank va con Matt y Max.

Cuando siento que la puerta de su habitación se abre, mi corazón corre desbocado ante la cantidad de ideas que cruzan en mi mente, mi cuerpo no es en absoluto lo que solía ser, la cicatriz en mi abdomen es irregular y no muy agradable, las estrías...

La puerta del baño compartido se abre, y creo que me voy a desmayae cuando el hombre entra, luciendo demasiado sexy par ser legal, se ha aflojado la corbata y su rostro está  humedo, caminando lentamente, me toma en sus brazos

- Espero que no te estés arrepintiendo- murmura besando mi cuello y mordizqueando el lobulo de mi orjea, dejo escapar un gemido que suena mas como un chillido estrangulado.

Niengo, rodeando su cuello con mis brazos con firmeza, la sonrisa que me dedica consigue derretirme por conpleto, contengo un chillido de sorpresa cuando me toma en sus brazos, cargandome con facilidad y sin dejar de mirarme, muerdo mi labio inferior,  Frank es un hombre fuerre, me recuerdo, mientras me lleva hasta su habitación,  cerrando la puerta tras nostros.  Y llevandome hasta el borde de la cama, me pone sobre mis pies con cuidado, tomandose su tiempo en acariciar mis piernas, mi cadera, mi costado, presiona su erección contra mi traserio mientras desliza su antebrazo por entre mis pechos hasta encontrar la curvatura de mi cuello.

- No tienes idea de cuanto he fantaseado con este momento - murmura, su voz completamente cargada de deseo.

- E-entonces ¿que estas esperando? - pregunto, empezando a sentirme impaciente y necesitada, Frank me dedica una risita entre dientes antes de deslizar sus manos hacia la parte trasera de mi vestido,  apartando mi cabello con cuidado, desliza el cierre hacia abajo, acariciando cada centimetro de piel que queda expuesta con tanta delicadeza que me deja sin aliento. El calor que su cuerpo irradia contra el mío envia un escalofrio alrededor de todo mi cuerpo, mis pezones apretandose ante el contacto, deposita un beso en mi hombro, allí donde mi cuello se une con mis hombros a la par que  presiona la palma de su mano en la parte baja de mi espalda, sus dedos deslizandose entre la tela y mi piel.

Maldito Amor - The Hoffmans #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora