Maldito Amor - The Hoffmans #3

29. Natasha

Mis dias con Frank en la mansion de su abuela pasan demasiado rápido,  pero es definitivamente el mejor momento que he pasado con el hombre, que me hace sentir cómo si flotara, practicamente besando por donde camino,  y oh, me encanta.

Pero es tiempo de regresar y muero de ganas de ver a mis zanahorias, y Matt probablemente nonse despegue de mi lado en toda la tarde.

Max en cambio está hecha una furia,  quejandose con su padre en el altavoz del coche, contengo una risita viendo a Frank con expresion de sufrimiento

- Pero princesa...- se queja

- Princesa nada - dice la niña, y casi puedo imaginarla con las manos en sus caderas y su barbilla levantada, indignada - Me dejaste solita con las pirañas !Uno me mordió el brazo! Y solo hay lodo en todas partes

Frank toma una respiración profunda, Max es todo un caso, normalmente era fácil de complacer, pero con lo que Frank la mima, ha comenzado a actuar de forma algo...caprichosa, y debo admitir que  verla mangonear a su padre es algo encantador, aunque ocasionalmente debo intervenir, me reclino en el coche, mirando a Frank lidiar con ello.

- Ya voy de regreso, linda - asegura, usando su voz dulce - Te llevaré a comprar otro vestido ¿te parece?

Pongo los ojos en blanco, claro que lo va a solucionar comprandole vestidos nuevos, para der una chica que sabe katate y solia hacer guerras con sus hermanos sin temer a las consecuencias, Max se estaba convirtiendo en una pequeña diva.

- Dos vestidos - razona ella - Y un collar, y me tienes que llevar contigo

Frank levanta una ceja, indignado por la repentina negociacion de la chica y evidentrmente sorprendido.

- Está  bien - accede, frunciendo el ceño - ¿Puedo preguntar para que quieres un collar?

- Siempre le das collares a mami - se queja la niña - yo tambien quiero uno.

Con esa respuesta, el hombre parece tenee suficiente, pero llamenme loca,  no me lo creo por completo, hay algo en su tono que  suena a travesura, asi que intento.

- Max ¿Estas diciendo mentiras a papá? - pregunto, la niña deja escapar un chillido indignado - ¿No tendra que ver con el niño que estabas hablando en la fiesta?

Sin respuesta.

Frank en cambio parece a punto de tener un ataque cardiaco.

- ¿Un niño? - pregunta, como si la palabra le supiera a ácido

Max deja escapar una risita nerviosa

- Se llama Massimo - responde en un susurro, nada que ver con la actitud de hace un rato- su abuelita nos va a llevar a comer helado.

Miro a Frank, intentando contener una carcajada cuando veo su expresión.

- Que bien, Max - digo divertida mientras intento concentrarme en ella - Papá y yo estamos a punto de llegar ¿Vale? Iremos a comprar tu vestido en la tarde.

- Yeii - dice contenta - gracias mamita linda.

Cuelga la llamada y sacudo la cabeza, dandome cuenta con su "mamita linda" que to también  he caído por la pequeña.

- Un niño, lo que me faltaba - murmura Frank sacudiendo la cabeza con expresion indignada, aprieto los labios, conteniendo la risa - A comer helado....

- ¿Estás bien? - pregunto, finalmente apidandome de él,  que gruñe algo ininteligible, antes de centrar su atención en el mando del coche y presionar un par de botones,

En la pantalla aparece el nombre de Alenna, pero la mujer no dice nada cuando se activa la llamada, Frank simplemente  dice:

- Quiero todo sobre ese tal Alessandro, no lo quiero cerca de mi nenita hasta saber que es seguro - dice, tomandome por sorpresa.