12. Frank

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No necesito más motivación antes de tomar sus labios entre los míos, intentándo no deborarla como un animal, que es exactamente lo que quiero, y defintivamente lo que haré esta noche, pero estamos en público, y es la fiesta de compromiso de mi hijo, por lo que la beso tan dulcemente como me es posible, no que eso haga que mi deseo por ella disminuya en lo más minimo.

Natasha responde dulcemente, su supiro satisfecho enviando  toda mi atención al hecho de que su pecho está presionando contra el mío.

Cuando finalmente me obligo a dejarla ir, sus mejillas están completamente enrojecidas  y su expresión malditamente hermosa, acaricio su barbilla de nuevo, depositando un  ultimo beso casto en ellos.

- Te extrañé, Sol - susurro

 - Y yo a ti - admite finalmente, mordiendo su labio inferior.

Bailamos un par de canciones más, riendo lígeramente cuando Marcus encuentra su camino hacia una de las primas de Lyz, las gemelas Vince (La familia tiene cerca de diez pares de gemelos en su historial) dos chicas que parecían no estar precisamente encantadas con las atenciones de mi hijo, cuando Natasha le hace un gesto para que lo deje estar, Harold salta a la acción, probablemente haciendo un chiste sobre su hermano.

Sin embargo, para la hora de la cena, cada chico tiene a una gemela a su lado

- ¿Crees que deberiamos preocuparnos por esta repentina...intensidad? - pregunta Nath,  tomando su mano y guiandola hacia nuestra mesa y retirando la silla para ella

- Tal vez con Harold - admito - Su compromiso lo tiene algo...tenso, probablemente debería hablar con él

- ¿Y el pequeño don Juan de allí? - pregunta, mientras Marcus toma la mano de la chica y la besa dramáticamente, dándole una sonrisa que me recuerda demasiado a mi mismo.

Suspiro, sentandome a su lado y mirando con incredulidad a mis hijos

- Solo espero que no embarace a nadie - me quejo, pasando una mano por mi rostro 

- Mmm, creí que estabas feliz por ser abuelo - dice riendo, y sin poder evitarlo, sonrío, porque en efecto, estoy completamente maravillado, miro a mi hijo mayor, Viktor y Lyz se sientan en la cabecera de la mesa, Daemon y Amelia están a su izquiera, y Nath y yo la derecha

- No por esos dos - le aseguro - Especialmente no por Marcus -  admito, tomando un trago de mi champaña, es el momento de los discursos y tengo que admitir que, ver a mi hijo tan malditamente feliz es alentador, la forma dulce en que mira a Lyz y que finalmente habían conseguido ser felices, realmente espero lo mejor para mi hijo.

Cuando es mi turno de dar el discurso, me incorporo, tomando una respiración porfunda

- Treinta años -  Empiezo, mirando a mi hijo - Dicho en voz alta, creo que estoy más viejo de lo que pensaba -  murmuro, haciendo reir a Lyz - El punto es...Hace treinta años, el día que naciste, estaba..aterrado, pero en el momento en que te tuve en mis brazos, super que haría todo en el mundo para protegerte y para darte la vida que te mereces, verte crecer fue un privilegio en si mismo, y si bien no he...sido el padre perfecto - carraspeo - Y tal vez no el mejor ejemplo en lo que a relaciones se refiere - admito - Pero espero haberte enseñado una cosa buena o dos, y me alegra ver al hombre en el que te has convertido hijo, lo que tu y Lyzandre tienen es especial...les deseo toda la felicidad del mundo , y estar presente ahora, cuando estás por unir tu vida con la de una mujer maravillosa...a punto de empezar una familia por tu cuenta, no podría estar más orgulloso de ti, hijo.

Todos aplauden y yo levanto mi copa en dirección a mi hijo, que me sonríe. Luego de lo que sucedió con su madre, las cosas habían estado algo tensas en el incio, Alenna había matado a Alessandra, tomando la mayor parte de la culpa, pero finalmente Viktor se había recuperado, asegurandome que no había rencor, y que estaba feliz de que estuviera vivo.

Maldito Amor - The Hoffmans #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora