Maldito Amor - The Hoffmans #3

42. Marcus

- ¿Estás bien, mamá? - pregunto, mirando a Natasha mientras tomo mis llaves, voy de salida, pero ella ha estado pensativa desde hace un par de días, y ahora, Carrot estaba enfermo, por lo que asumí que su preocupación era por ello, sin embargo, luego de almorzar, papá se había retirado a su oficina y ella parecía especialmente afectada.

Incluso ahora, parece no escucharme, está sentada en el sofá de la sala, dando pecho a Carrot, mi hermanito es enfermizo desde el dia en que nació, habia sido el más pequeño de los quintillizos y ha tenido dos operaciones en su corazón, sin mencionar las alergias, sé que está enfermo porque ha estado inususalmente tranquilo y respirando con dificultad, y Natasha lo ha tenido en sus brazos todo el día.

Sin embargo no parecía ser eso lo que molestaba a la mujer.

- Hey, mamá - llamo, acercándome y haciendola saltar, asustándo a Carrot en el proceso, lo que me provoca un pequeño ataque al corazón cuando el aparato en su pecho produce ese horrible sonido que indica que su marcapasos había dado una descarga, su nuevo doctor habia querido llevar un registro y la cosa hacia un sonido espantoso - Lo siento ¿está bien? - pregunto, arrodillandome junto a ellos, Carrot hace un puchero y llora, pero Natasha rapidamente lo calma antes de mirarme con una sonrisa tranquilozadora

- Todo está bien, cielo - asegura, anntes de fruncir el ceño - ¿vas a salir? Es tarde.

- Voy al centro comercial con unos amigos - miento, mirándo mi telefono y sintiendome nervioso, sin embargo hago mi mayor esfuerzo por lucir despreocupado - ¿Qué? ¿Ahora tengo que pedir permiso para ir por un helado? - prregunto levantándo unan ceja e intentando mostrarme relajado, lo que consigue su objetivo, mamá pone los ojos en blanco

- Traeme algo de comer, y a tu padre - pide luego de un rato antes de mirarme de nuevo, sus ojos verdes están lígeramente enrojecidos lo que me preocupa un poco

- Tu y papá están bien ¿verdad? -pregunto, algo ansioso, ella sonríe, esa misma sonrisa dulce que me recuerda a mi propia madre y siempre me ha hecho sentir una especie de confort

- Las cosas están bien - asegura - Es Carrot, lo mantuvo despierto toda la noche y Tiffany vendrá mañana por Max, así que está de mal humor

- ¿Tiffany? - pregunto, apretándo la mandíbula - ¿Qué hará ella con Max? - pregunto, de toddas las muejres con las que ha estado papá Tiffany es la que menos me agradaba, si bien no era exactamente una mala mujer, siempre era una victima en su propio mundo, y los demás tendían a pagar por ello.

- Ella quiere ver a su madre - explica, luciendo triste de repente - Y ella y Matt tienen derecho a conocerla

- Pero es una perra - me quejo, sacudiendo la cabeza cuando me da una mirada de reproche - ¿Es por eso que estás triste? - pregunto en cambio, necesitando asegurarme, no soy el más brillante en cuanto a relaciones se trata, peroodio ver la mirada triste en el rostro de Natasha, la amo como a mi propia madre, y nunca fui suficiente para hacer que mi madre quisiera seguir con vida, así que si podía hacer algo porque Nath se sintiera mejor, lo haría.

Ella no es como mi madre sin embargo

- No estoy triste - me asegura, acariciando mi mejilla con cariño - Solo cansada, y celosa - admite finalmente - Pero no es que pueda quejarme.

- ¿Celosa? - pregunto, confundido - ¿Mi profesora habló con papá? ¿es eso? porque lo de Tinder fue una tontería, de verdad.

Sé que metí la pata cuando Natasha enrojece lígeramente, cabreada

- ¿Tinder? - pregunta dándome esa mirada que le da a los qunitillizos cuando se meten con las plantas del jardín o cuando papá la hace cabrear, y tengo que admitir, que es jodidamente aterradora.