39. Frank

2.2K 251 40
                                    

Llevar a los chicos a cazar fue más bien algo impulsivo, pero realmente necesario,  al menos, parecia sentirse correcto en un priner momento, estar de regreso en la cabaña trae demasiados recuerdos dolorosos, pero al mismo tiempo,  recuerdos de lo que alguna vez fue un momento alegre.

Klaus y Anika habian hecho un trabajo increíble con la remodelación, sin embargo las fotografías me habian tomado por sorpresa.  Ver de nuevo a Nikolay, a quien a duras penas recuerdo siendo un bebé y antes de que pudiera establecer alguna relación con él  padre lo había matado brutalmente, por hacer lo que yo mismo habia pasado toda mi vida intentando, alejarme de los Petrov, de la mafia, de mi pasado.

Pero mientras veo a mis hijos intentando evitar las ramas de los arboles en su rostro y hacer muecas de disgusto cuando sus botas caen en los charcos de lodo, no puedo más  que reirme lígeramente.  Marcus se queja cuando una de las ramas lo golpea en el rostro

- Ugh, papá  ¿Realmente es necesario   caminar por el bosque toda la tarde? - pregunta, arrugando la nariz.

- Tu abuelo me habría castigado por decir eso - digo, riendo mientras palmeo su espalda - Cuando tenía  diez años tenia que pasar una semana  solo en el bosque,  no tenía permitido regresar a la cabaña hasta que tuviera al menos diez animales para él.

- ¿Diez años? - pregunta Harold mirandome con sorpresa, y luego mirando alrededor- ¿completamente solo?

Yo asiento mientras aparto una rama para ellos

- Era uno de los castigos de su abuelo - admito, una parte de al razón por la que quería hablar con ellos en privado, era contarles lo que realmente habia sucedido, mis hijos ya no eran niños, y de la mksma forma en que una vez le habia compartido a Viktor parte de mi pasado, era el momento para ellos dos, especialmente luego de todo por lo que los habia hecho pasar.

- Dijiste que solía golpearte - dice Harold pensativo, sus ojos ambarinos ligeramente oscurecidos, probablemente recordando los golpes de Vikram e intentando imaginarme en la misma situación,  de haber sabido que era algo que sucedía antes, jamás lo habria permitido, pero realmente no puedo cambiar el pasado - ¿Por eso la tía  Alenna es...así?

- Tu tía Alenna lo tuvo peor que yo, ella es la menor de todos, y es mujer - añado

- ¿Que tiene que ver que sea mujer? - pregunta Marcus confundido

- Tu abuelo era machista,  solía golpear a tu abuela y cosas peores - aprieto los labios, recuerdos antiguos de padre forzando a madre a complacerlo aún me atormentan de forma ocasional  - una persona como él, veía a las mujeres como débiles,  y a sus ojos, ninguno de sus hijos podia serlo.

- Así que... ¿Fue extra duro con ella? - pregunta Harold luciendo a punto de vomitar, yo asiento.

- Sí,  pero esa no es mi historia para contar - admito, deteniendome un momento para asegurarme de que seguimos en el camino correcto.

- ¿Por qué nunca nos habias contado esas cosas? - pregunta Marcus, luego de un momento en silencio - ¿Y por qué lo haces ahora...en medio del bosque?

- Quería un momento a solas con mis muchachos - explico, palmeando sus espaldas - Ya no son niños, y estan a punto de irse a la universidad...

- Yo nunca dije que me iría  - se queja Harold cruzandose de brazos y mirándome con una ceja levantada - No vas a convertir mi habitación en un cuarto para los quintillizos.

- Vamos, tienes un palacio entero para ti, y ellos son cinco - me quejo, acariciando su cabeza con diversión  

Harold sonríe.

- No te vas a deshacer tan facilmente de mi - asegura.

- ¿Eso quiere decir que puedo quedarme con el realmente cool departamento en el que estabamos? - pregunta Marcus sonriendo con todos los dientes

Maldito Amor - The Hoffmans #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora