Maldito Amor - The Hoffmans #3

25. Natasha

- Natasha ¿cierto? - me giro, sobresaltada al escuchar mi nombre,  al girarme, me encuentro con Julieta, la tía de Marcus.

Por una milesima de segundo no estoy segura de como actuar o qué decir, después de todo ¿Por qué querría la mujer hablar conmigo?

- Julieta - digo, incorporándome mientras Matt pide mi ramo de flores, se lo entrego, manteniendolo cerca. La mujer sonríe y de nuevo, no puedo evitar pensar en su hermana, Jeanice era una mujer hermosa, su voz era cantarina y tenía  el tipo de sonrisa que realmente hacía que te sintieras cómoda con ella, no es de extrañar que Frank dejara a Neeja por ella.

El pensamiento hace que mi corazón se encoja un poco, si bien Julia está felizamente casada, no peudoe vitar hacerme la pregunta de si Frank, en el fondo, seguía amandola, después de todo, ellos habían terminado por todo lo relacionado con los abortos y la perdida de un hijo, pero aquí, frente a Julia, incluso yo no puedo evitar pensar en una mujer que no conozco, pero Julieta sin embargo, señala a Marcus con su copa, allí donde el chico está llevando a Max sobre sus hombros y haciendo reír a su hermana

- Se ve feliz - dice ella con una sonrisa dulce - Jeanice estaría orgullosa de él 

- Es un chico estupendo - coincido, sin saber como sentirme ahora que lo obvio ha sido mencionado, Julieta evalúa mi reacción.

- Mami, tengo hambre - llama Matt, tirándo de mi vestido - ¿Me cargas?

- ¿Tienes hambre tan pronto? - pregunto divertida antes de tomarlo en brazos, el niño acaba de robarse la mitad de la cena de su padre, que no es precisamente poco, sonríe picaramente antes de esconder su carita en mi cuello

- Sí, papi dijo que podía comer un cannoli - informa,  mirando a Julieta con una disculpa, me tomo un segundo para mirar a mi hijo 

- ¿Un Cannoli? - pregunto, mirando su camisa embarrada - ¿Como el que te acabas de comer?

Matt se ríe y bosteza, completamente agotado luego de correr todo el día

- Me gustan los Cannoli - asegura, bostezando de nuevo y acomodándose en mi pecho para dormir - Cannoli mami - murmura, evidentemente agotado

- mmm, deja  que mami termine de hablar ¿está bien? Luego vamos por tu Cannoli -  digo acariciando distraídamente su cabello rubio, Julia nos observa todo el tiempo, y me sorprendo al ver una expresión lígeramente triste en su rostro 

- ¿Es tuyo? - pregunta, inclinándo la cabeza, yo asiento, besando la mejilla de Matt

- Es mi bebito - aseguro, sin molestarme en aclarar nada, ella me mira con sorpresa, por lo que asumo que realmente sabe la historia de Matt, pero no me dice nada al respecto, en cambio, suspira

- Marcus me ha hablado de ti - explica, luciendo algo incómoda 

- Cosas buenas, espero - Matt bosteza de nuevo, así que me balanceo lígeramente, con algo de suerte se quedará dormido antes de acordarse de los Cannolis, Julieta sonríe

- Cosas maravillosas en realidad - admite - No lo había visto desde el funeral de mi hermana, Jeanice siempre fue protectora con él, no lo quería cerca de las esposas de Frank.

Me tenso, su voz es suave y demasiado monotona como para realmente saber si es una amenaza o un hecho, mi confusión debe ser evidente porque ella ríe

- Oh, lo siento, no quise sonar ruda - asegura, llevando una mano a su pecho - Es solo que hace mucho que no veía a Marcus tan feliz, y bueno, habla tan bien de ti que creí que debía verlo por mi propia cuenta - Suspiro, sintiendome un poco más aliviada - Estaría celosa también - añade con una mirada complice - ¿Quintillizos? Debió ser un embarazo dificil.