50. Alenna

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- ¿Estás segura? - pregunta Lucas mirandome de esa forma intensa y determinada que consigue llegar a una parte de mi que había estado escondida todos estos años.

Con Igor, había sido mi primera experiencia con el mundo más allá de la mafia y de la sangre, él me había ayudado a descubrir que era mujer y que podía amar.

Scott me había manipulado justo como mi padre, y había tomado mi espíritu para mancillarlo, metiendome en una carcerl oscura, él me había hecho odiar mi feminidad,  pero me había dado a mi hijo.

Lucas...Lucas me había sacado de quicio, su determinación me hacía desconfiar de sus intenciones, pero él había encontrado a la verdadera yo, la que habia estado escondida en capas de sangre y heridas, me había recordado que no estoy sola, y que también merezco ser amada.

Así que ahora, mientras limpia la sangre que mancha mi rostro con tanta gentileza que aún me resulta extraño y nuevo, siento algo parecido a la felicidad.

Asiento, tomando su mano y llevandola a mi vientre

- Vamos a tener un bebé  - digo, sintiendo de nuevo la misma emoción que el día que me había enterado, me había sentido culpable porsupuesto, no había sentido lo mismo cuando me enteré de Scotty, pero ahora las cosas eran diferentes.

- Vamos a tener un bebé  - repite Lucas, sonriendo lentamente,  es una sonrisa lenta y confiada, feliz - Vamos a tener un bebé  - dice tomandome por la cintura y levantandome sin demasiado esfuerzo, es la unica persona a la que le permito hacer algo como eso, porque Lucas me hace sentir...femenina, delicada incluso.

Algo que no podía permitirme antes.

Cuando me besa, me dejo dominar por él,  nunca había considerado que el sexo o las relaciones podrían tratarse de más que poder, con Lucas, no es cuestión de quien domina a quien, y aún así,  cuando el toma el control y se hace cargo de mi, no me siento inutil o que estoy en deuda, sino comoda y querida.

Luego de que lo habia rechazado en Italia por milesima vez, el hombre había mantenido su promesa, no imponiendose pero asegurandose de que supiera que estaba presente, sin embargo, era su determinación y seguridad lo que me hacía sentir completamente atraída.

Y verlo luchar sin piedad me encendía un poco. Estoy atraida a la violencia de forma inevitable, lo aprendí a las malas, pero son cosas que no puedo cambiar, hay sangre en mis manos y mi cuerpo entero está marcado con la prueba de mi tragedia. Al igual que el suyo.

- ¿Scotty está de acuerdo? - pregunta luego de un momento, rodeando mi cuerpo con sus brazos grandes y fuertes, brazos que me habían aterrado al principio, recordandome a todas las veces que me habian tenido prisionera los brazos de otro, pero con Lucas, me sentía segura, a un nivel emocional.

Sonrío, lo hago de forma automática cuando estoy con él o pensando en él,  es inevitable

- Estoy seguro de que le encantará la idea de ser hermano mayor - aseguro, pensando en mi niño, había cumplido dos años hace poco, y era un pequeño pillo, su abuela Tatiana lo adoraba, y me recordaba un poco al hijo de Frank, Matthew, tomo una respiración profunda antes de mirar los ojos del hombre - ¿Qué hay de tus hijas?

Lucas entristece rápidamente,  sus hijas habian sido separadas de él por su esposa infiel, y no importa cuanto lo intentaba, el juez no le permitía estar cerca de ellas, la mujer lo había acusado de ser un abusador.

Me había ofrecido a matarla para darle la custodia, puedo hacer que parezca natural, pero él se había negado. Yo en cambio tenía ganas de quebrar el cuello de la mujer.

Pero Lucas es un hombre correcto, y me gusta eso de él,  tiene un sentido del honor y la lealtad que por alguna razón hace que mis rodillas se sientan débiles.

Maldito Amor - The Hoffmans #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora