Maldito Amor - The Hoffmans #3

51. Frank

- ¿Papá? - me sobresalto al escuchar la voz de Marcus, he estado esperando a que despierte de la anestesia por horas, por lo que debí quedarme dormido, me incorporo en la silla, ignorando el dolor de espalda, porque las sillas de hospital no son precisamente comodas para alguien alto como yo.

- ¿Como te sientes? - pregunto, incorporandome y acercandome a él,  necesitando sentirlo cerca, el alivio de que esté  vivo y las cirugias salieran bien es insuperable. Marcus podria maldecir y quejarse todo lo que quiera, pero para mi, siempre será el bebé  regordete y risueño que le temía a la oscuridad.

Mi hijo me mira, luciendo lígeramente confundido, su rostro está  amoratado y su ojo vendado sigue preocupandome, pero solo tenía que confiar en que todo está bien.

- ¿Te duele? - pregunto,  acariciando su cabello con cariño, mientras que él carraspea, intentando orientarse

- ¿Estás bien? - pregunta en cambio, poniendo una mano temblorosa contra la mía,  lo sujeto con fuerza

- No se van a deshacer de mi tan fácil- le aseguro - Un infarto no me va a matar

El se ríe lígeramente,  antes de negar

- De verdad lo siento, papá,  yo creí...- niego, palmeando su pecho lígeramente

- Lo importante es que estás a salvo, y tu hermano también  - añado, Marcus me mira con expresión conpungida

- Soy un hijo horrible - dice al borde del llanto - De verdad papá,  yo...

- Hey, todo está olvidado y perdonado - Aseguro, antes de añadir con severidad  - A menos que aún sigas creyendo que Allison es buena para ti.

Mi hijo cierra los ojos, avergonzado

- Ella solo se quedó mirando...cree que no la vi. Pero lo hice papá,  Dios, fui un idiota - se queja, antes de intentar incorporarse ligeramente- Mi cartera, ella...

- Todo el efectivo desapareció,  ya bloquee las tarjetas - aseguro, ttanquilizandolo - El dinero es lo que menos me importa

- No, es...Ella quería un pasaporte - explica - yo...- toma una respiración profunda  - En mi cartera tenía el dinero suficiente para conseguirlo

Asiento, ella habia escapado,  y era evidente que tenia los medios para hacerlo con o sin ayuda de mi hijo, perp siento que aun es pronto para informarle de la verdad,  su recuperación es más importante.

Cuando finalmente consigo calmarlo, Marcus me mira, cansado.

- ¿Como está  Carrot? - pregunta, nervioso

- Pidiendo helado a y enamorando a todas las enfermeras - aseguro, sonriendo al pensar en mi pequeño pelirrojo, que incluso enfermo y aún recuperandose de su cirugía, había intentádo convencer a su madre de darle helado de menta para cenar.

Marcus sonríe

- Realmente lamento no haber estado allí - admite - Cuando Harold me dijo lo que pasaba...

- Hey, está en el pasado - le aseguro - No es a mi a quien tienes que pedirle perdón -  añade - Tu madre está muerta de preocupación

Marcus sonríe ligeramente

- Le dio un buen golpe a Allison - dice divertido, antes de hacer una mueca de dolor y tocar su rostro - ¿Mi ojo..?

- Tu tía Alenna...consiguió un donante de cornea - carraspeo, sin realmente entrar en detalles - en una semana sabremos si la cirugia funcionó, pero tendrás un par de cicatrices bastanre feas.

Marcuas me mira y consigue sonreir

- Como tú,  cool - pongo los ojos en blanco, contento de que su sentido del humor esté de regreso, sin embargo, me mira preocupado- ¿Aún estoy vetado de la casa?