Esa voz:
Ruby escuchaba congelada la voz del hombre, exigiendo que la sacara. Sabía que trabajaban para Pepe, pero no se saldrían con la suya, les haría pagar todo el dolor que le estaban causando.
Su corazón latía a mil por hora y sus manos temblaban al sentir como se habría la puerta de aquel pequeño compartimento.
Pum, pum, pum !¡Maldita sea! No entendía cómo su corazón había aguantado tanto en estos tres meses, pero era fuerte y lo demostraría.
La puerta se abrió y apareció la cara de un hombre mal encachado. El escalofrío que sintió al verlo, le caló hasta los huesos y su mirada era más dura aún que la de Pepe, que eso ya era mucho decir.
Metió la mano al bolso, tomando la pistola en su mano. Debía ser paciente, eso siempre se lo recalcaba Sean una y otra vez. Era muy buena con las armas, pero sabía que la mejor defensa era la paciencia.
Cuando una persona actúa por miedo, las lleva de perder. Se debe pensar con mente fría y calcular cada uno de los movimientos. Cuando fue secuestrada, dejo que el miedo actuará por ella, pero esta vez sería distinto.
El hombre la tomó del pelo, haciéndola bajar de la camioneta. Ella inmediatamente llevó su mano a la de él, tratando de minimizar el dolor en su cabeza.
La observó unos segundos y río cínicamente.
- ¿Con que tratando de escapar eh? Quien diría que sería Rudo quien trataría de ayudarte. ¿En dónde quedó ese amor de hijo?. Haber que dicen nuestro gran amigo Pepe y Sebas cuando se enteren- Acercó su cara a la de ella - aunque puedo entender porque Rudo te quiso ayudar, eres hermosa. Lastima, porque mañana amanece con un tiro entre ceja y oreja por su hazaña.
Esas palabras solo consiguieron que le hirviera la sangre y que el miedo que tenía se convirtiera en rabia. Nadie lastimaría, ni a su gran amor, ni a ella, porque pagaría con su propia vida.
- Sin embargó, tú no vas a correr con la misma suerte, porque a ti te lleva la huesuda hoy- quería asustarla, porque sabía perfectamente que era vital conservarla con vida. Le puso el arma en la cabeza y ella pudo escuchar el click que hizo al prepararla.
Ahora era el momento de actuar, de dejar a un lado el miedo. Sin sacar el arma del saco disparó, dándole en el vientre. El disparo hizo que la soltara de inmediato, dio un paso atrás para disparar él también.
En ese momento el hombre que los veía atónito e incrédulo de ver el valor de Ruby, tomó una pala y le pegó en las manos, tumbando la pistola.
- Te equivocaste de vieja y Pepe nunca se va a enterar que fue él, el que me ayudó, porque al que se lleva la huesuda esta noche es a ti. El que se atreve a amenazarlo a él o a mí, lo MATO- resaltó la última palabra y levantó las manos. Le apuntó a la cabeza lista para disparar, cuando un ruido ensordecedor y algo caliente le salpicó la cara desconcentrándola.
El hombre cayó al suelo muerto, con un balazo en la cabeza. Estaba confundida, aunque estaba a punto de hacerlo ella misma, alguien más se le adelantó ¿Pero quién fue?
Escucho ruido acercándose desde las sombras, e inmediatamente apuntó con el arma
- No se acerqué o disparo- hablo nerviosa. Un hombre salió de la obscuridad levantando las manos.
- No temas, Rudo me mando para asegurarme que estés bien- ella inmediatamente bajó las manos y se apoyó en sus rodillas, tratando de respirar.
No podía creer que estuvo a punto de quitarle la vida a un hombre, pero era su vida o la de él. Él hombre la tomó del brazo.
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Tu amor es mi redención
RomanceBastó con una mirada, con una sonrisa, para darle su corazón y eso sería lo más normal del mundo, pero no cuando esos ojos se escudan detrás de un pasamontañas, no, cuando lo que su mano empuña es un arma y no una flor. Ruby, hija de uno de los mag...