Me crees debil:
Una vez que acabo de darle de comer, se estiró para dejar la taza vacía en la mesa.
Cada uno de sus músculos se marcaba perfectamente sobre su camisa. Ella siguió cada uno de sus movimientos con los ojos, tenía un cuerpo de dios.
Sus manos le picaban, quería estirarse y acariciarlo. Era la visión perfecta, lamentablemente él era la persona incorrecta.
- ¿Esto es todo lo que has comido el día de hoy? - su voz la sacó de sus pensamientos morbosos y asintió tímidamente -¿Desde cuando no comías?- ella sonrió sarcásticamente, lo que irritó a ese ángel con cuernos y cola de diablo -¡Contesta! - insistió molesto
Esta mujer por más hermosa que fuera, lo sacaba de sus casillas con gran facilidad. No le gustaba este sentimiento, lo movía a su antojo como marioneta y debía aprender a controlarse.
- Hace dos días - contestó irritada -¡Cuando me informaron de la falsa muerte de mi padre! - Bufo
Xavier sabía exactamente a dónde lo llevaría esa conversación y deseaba evitarla por ahora. Se puso de pie y dio unos pasos alejándose de ella
- Ahora vuelvo, traeré algo más nutritivo y vendas para curar tus costillas..
Ella lo interrumpió con voz dura
- Deja la actuación para alguien más, no me creas tan estúpida como para caer en tus juegos
El paró en seco y volteó a verla confundido ¿A qué se refería con eso de actuación? Alzando la ceja, deseoso de saber lo que le pasaba por la mente, preguntó
-¿Actuación? ¿Podrías ser más específica? - se quedó parado, esperando respuesta
- ¡Claro! Que tú eres la razón por la que estoy aquí ¿Entonces para qué fingir preocupación por mi bienestar?. Qué más da si como o si tengo las costillas rotas, al final de cuentas el resultado será el mismo...
- ¿Y me podrías decir cuál es el resultado final? - la hizo callar, alzando la voz y acercándose más a ella
- Para qué tratar de pegar algo roto, si más adelante lo volverás a quebrar.
- Sé clara y deja de andar con adivinanzas- la preguntó molesto
- Que no obtendrán lo que buscan y terminarán matándome - su forma de razonar lo confundía ¿Porque era tan negativa? ¿Porque en vez de luchar por su vida se dejaba vencer pensando lo peor? Eso, aunque lo desconcertaba lo conmovió un poco
-¿Por qué crees que estás aquí por mi?
- Porque crees que mi padre mató al tuyo y eres el más interesado en acabar con él o con lo que él más ama. Como tu mismo lo dijiste, su única hija- Él apretó la quijada furioso.
- ¿Tu crees que necesito de una mujer débil, para acabar con él? Soy lo suficientemente hombre, para acabar con él yo solo, sin tener que prescindir de tu servicios
- ¿Me crees débil?- preguntó Ruby con una sonrisa - yo que tú no me fiaba
Dio unos pasos acercándose a ella, por más que intentaba no la podía entender.
- Sí lo eres y no solo eso, creo que te mueres de miedo. Tratas de aparentar valentía, pero tus ojos muestran lo contrario. Eres como un conejito asustado, arrinconada en ese viejo catre- apuntó con la mano al catre en el que se encontraba y pegó su cara sonriente a la de ella - por eso confías en mí, porque sabes que no soy como los demás
El hizo su cabeza hacia atrás y alzó una ceja
- Si es verdad, me da miedo todo esto- volteo a ver el cuarto de un lado a otro - pero no olvides que el valiente vive, hasta que el cobarde quiere y aunque no soy tan fuerte como tú.. - se puso de rodillas para estar a su altura, volteo a verlo directamente a los ojos por unos segundos.
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Tu amor es mi redención
RomanceBastó con una mirada, con una sonrisa, para darle su corazón y eso sería lo más normal del mundo, pero no cuando esos ojos se escudan detrás de un pasamontañas, no, cuando lo que su mano empuña es un arma y no una flor. Ruby, hija de uno de los mag...