Cap 21- ¡No te muevas!

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No te muevas!:

Rudo no comprendía lo que le pasaba, ¿Porque le hablaba con esa frialdad?. Sus ojos siempre fueron como dos cristales transparentes, fáciles de descifrar, pero ahora era diferente, estaban opacos, sin vida. Debía parar lo que fuera que quería hacer, no podía permitir que le hicieran daño.

Si salía de ahí con esa arma en la mano tratando de escapar, no llegaría lejos. La gente que estaba involucrada en el secuestro acabarían con ella, no había salida de ese lugar.

Debía tranquilizarla y asegurarle que todo estaría bien, pero para eso necesitaban estar solos.

- ¡Que lo saques de aquí!- le ordenó a Sapo.

Ella no dijo nada esta vez, ni siquiera desvió sus ojos de los de Rudo. Le dolía demasiado saberlo con otra, pero no le podría hacer daño.

Sapo jaló a Bicho y lo sacó de ese lugar, sabía que necesitaban estar solos y la mejor excusa era su cuidado. Al principio Bicho renegó y se quería regresar a darle su merecido a esa vieja, pero Sapo lo impidió, diciéndole que Rudo se encargaría, que él sí sabía cómo domar a esa fiera.

Rudo dio unos pasos acercándose a Ruby, pero ella no bajó el arma.

- No te acerques o te juro que disparó- dijo entre dientes.

- Tranquila no tengas miedo, yo me encargo de Bicho, no te volverá a lastimar lo juró- dio un paso más, ella estiró más los brazos, lista para disparar. No lo quería cerca, sabía que si sentía el calor de su piel y su olor, no desistiría más. No era más que una marioneta la cual movía a su antojo y no pensaba permitirlo más.

- Dije que no te muevas- respiraba profundo, llena de rabia y dolor, sentía ahogarse. ¿Como le había creído? ¿Por qué era tan débil con él? Volteo a ver a su alrededor -¿Bicho? No te equivoques, todo esto lo puedo soportar, golpes, abusos, humillaciones, pero no la traición. Tú eres el peor de todos, tú me has hecho el daño más grande.

-¿De que hablas?- la interrumpió.

-¿De qué hablo? Que te burlaste de mí, haciéndome creer que era importante para ti. Él no acababa de entender lo que decía ¿Porque dudaba de él? Si lo único que había hecho desde que la conoció, fue darle cada pensamiento del día ¡Dios le había dado su corazón! - Que te di todo incondicionalmente y todo era mentira- sus lágrimas corrían incesantemente.

- Nunca te he mentido..- se defendió

-¡Mientes! Me usaste, me hiciste sentir importante para ti, pero solo he sido un escapé más.

- Nunca has sido un escape, para mi eres importante, no te he mentido.

-¿Eres un dios en la cama eh? Al menos eso dijo...¿Cómo se llama..Natasha?

Comprendió a qué se refería, se había dado cuenta de la noche que pasó con ella.

- Ella no significa nada para mí, tú sin embargo eres el ser más importante de mi vida, tu eres mía..

- No soy nada tuyo- interrumpió una vez más.

- Si lo eres y lo sabes muy bien- Dio un pasó queriendo tocarla, la veía tan dolida que quería abrazarla, consolarla, pero ella lo volvió a amenazar.

- No te acerques- amenazó con el arma una vez más. A él no le importó sus amenazas y continuó caminando, tan cerca que su pecho tocó la pistola.

- Dispara, pero asegúrate de dar en el corazón, haber si así te puedo sacar de una maldita vez- dijo sin quitar los ojos de los de ella, mostrándole que no mentía.

Tu amor es mi redenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora