Cap 7- Mi llave

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Mi llave:

Como pudo sacó a Pepe del cuarto, ante la vista atónita de Ruby.

Sus manos temblaban de rabia.

¿Cómo se había atrevido a lastimarla? Al entrar a aquel cuarto y encontrarlo sobre su diminuto cuerpo y con las manos rodeando su cuello, logró sacar las fuerzas que no tenía para protegerla.

Después de un largo día de trabajo, estaba agotado, pero no quería ir a casa sin antes verla.

Todo el agotamiento de ese día desapareció instantáneamente, convirtiéndose en adrenalina pura, en rabia pura. El ver esos ojos llenos de terror fue lo que hizo detonar la bomba.

Al salir a la sala lo azotó contra la pared, rodeándolo del cuello con gran fuerza.

Quería matarlo, quería que sintiera lo que ella había sentido. Aunque era imposible que sintiera lo mismo, ya que ella era como una delicada flor, en cuanto a él... Era un monstruo.

Sintió los pasos de sapo y de bicho acercándose a ellos, sabía que le hablaban porque oía sus voces, pero no escuchaba lo que decían.

-¡Eres un imbécil!- sus ojos parecían querer salir de sus cuencas. Pepe estaba muy confundido, nunca antes lo había visto tan molesto.

Creía haber visto lo mejor y lo peor de Rudo, ya que él al igual que Sapo creció junto a él. Ésta era una nueva faceta que no conocía y lo desconcertó un poco, nunca se imaginó que su amigo actuará contra él para protegerla a ella. ¡La hija del asesino de su propio padre!.

-¿La quieres matar? - su voz salía ahogada, no podía controlar sus emociones. Sintió la mano de sapo en su hombro

- Suéltalo Rudo, dejalo ir - habló con gran calma, como si lo que sucedía en ese momento fuera lo más normal del mundo. En el pasado sí lo era, siempre peleaban porque nunca podían estar de acuerdo, pero ahora eran adultos y las cosas eran diferentes. Cuando Rudo regresó del extranjero había vuelto más maduro, tranquilo, en control de sus acciones.

Su voz logró tranquilizarlo un poco, recordó lo que les pasaría tanto a él como a ella si sospechaban que no estaba de acuerdo con el secuestro.

Respiro profundo, era hora de actuar

- ¿Te das cuenta que si la matas, la muerte de mi padre quedaría impune?- le soltó el cuello sin despegar la vista de él y con la mano empuñada dio un fuerte golpe a la pared.

-¡Mierda Pepe! si eso llega a suceder - pegó su cara más a la de él - ¡juro que te mato con mis propias manos!- Pepe levantó ambas manos en muestra de rendición.

- Ésta bien, entendido, no volverá a suceder - Xavier se dio la vuelta y volteo a ver a su amigo Sapo, quien entendió inmediatamente lo que sucedió.

- Esa gringa tiene algo que me hace perder el control, no la pienso matar, pero te juro que si no coopera mañana....- Xavier se pasó la mano por la cara con ansiedad, sabía exactamente a lo que se refería y le encendía la sangre solo de imaginar que la tocará.

Volvió a acercarse a él molesto y lo tomó por la camisa

- No le harás daño- lo interrumpió - Ella está aquí porque me dará lo que necesitó y tú no vas a echar a perder los planes

- Rudo ya dejarlo ir, todos sabemos lo importante que es para ti que esa gringa copere. Nadie hará nada que pueda echar a perder tus planes- dijo sapo y volteo a ver a Pepe -¿No es así Pepe? - él amigo solo asintió con la cabeza y una gran sonrisa se formó en sus labios. Llevó su mano al hombro de Xavier y dió unas palmadas

Tu amor es mi redenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora